Dos chilenos en lista de periodistas espiados ilegalmente durante gobierno de Macri
Se trata del ex periodista de El Mostrador, Iván Weissman y el ex corresponsal de nuestra revista en Buenos Aires, Claudio Mardones.
Los periodista chilenos Ivan Weissman (Red/Acción) y Claudio Mardones (Tiempo Argentino) aparecen en la lista de más de 500 personas espiadas ilegalmente durante el gobierno de Mauricio Macri en Argentina
La información fue entregada por el matutino Página 12 e incluye en los listados a los dos chilenos mencionados, quienes han prestado servicios profesionales en El Mostrador (Weissman) y El Periodista (Mardones).
La información a la que tuvo acceso el diario proviene de investigaciones que se realizaron previo a la realización del G-20 en Argentina, cuyas carpetas fueron encontradas en una caja fuerte, cuando fue allanada la sede de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI).
«Cada planilla contiene una foto, referencias del contenido de sus redes sociales, y un encabezado de color rojo, amarillo o verde, como una suerte de semáforo para alertar sobre determinadas personas. En muchos casos aparecen menciones a sus preferencias políticas y actividades culturales. ‘Aunque las fichas de los periodistas están hechas en base a fuentes abiertas, como las redes sociales, la recopilación de esa información está prohibida por la Ley de Inteligencia’, dijo a Infobae una fuente de la AFI, hoy intervenida por el gobierno.
El viernes pasado, la interventora de la AFI, Cristina Caamaño, realizó la denuncia judicial por este caso en contra de las autoridades del organismo, los agentes que realizaron los informes y el ex presidente Mauricio Macri, como responsable de la actividad de inteligencia.
«El lunes, Caamaño acercará al juzgado el material de prueba. Se trata de las 403 fichas de periodistas, 28 de académicos y otras 59 adicionales encontradas en enero pasado en una caja fuerte de la Dirección de Eventos Especiales, separadas en tres sobres con las leyendas ‘2017’, ‘Periodistas G20 y ‘Varios'», señala Página 12.
Según el diario «los agentes de inteligencia se dedicaron a analizar la orientación ideológica de cada solicitante calificando verde, amarillo o rojo, según su particular criterio. Hay algunas características generales tal vez no tan objetables como cuando le colocan rojo a solicitantes de un medio que aseguran ya no existe más -es el caso de quienes lo hacían por la agencia DPA en español- o amarillo a medios que evalúan ‘no masivos’, a los que aconsejan no acreditar. Lo más llamativo es cuando hacen una observación sobre la participación de los periodistas en las redes, con un lenguaje que recuerda al de los servicios durante la dictadura».
La denuncia contra los responsables está caratulada como «producción de inteligencia ilegal» en perjuicio de casi 500 personas, ya que la tareas de inteligencia no fueron ordenadas ni autorizadas por juez alguno, sólo dispuestas por las autoridades de la AFI en connivencia con el Ministerio de Seguridad de Macri.