Diputados UDI solicitan a Tribunales de Familia retomar procesos de adopción paralizados producto de la pandemia
Los parlamentarios Sandra Amar y Juan Antonio Coloma, sostuvieron que es fundamental continuar y mantener el vínculo y apego entre ambas partes que se generó antes de la crisis sanitaria.
En el marco de la pandemia que se vive en el país, los diputados de la UDI, Sandra Amar y Juan Antonio Coloma, abordaron un tema de interés para la sociedad como es el caso de las adopciones de menores, cuyos procesos se han visto suspendidos o interrumpidos producto de los confinamientos voluntarios o las cuarentenas obligatorias.
Un problema que, según advirtieron ambos parlamentarios, se traduce en un retroceso significativo en los avances logrados antes de la pandemia, especialmente si a los niños en proceso de adopción no se les explica porqué de un día para otro dejaron de ver a su futura familia.
En esa línea, Amar y Coloma plantearon la necesidad de que los Tribunales de Familia del país otorguen un permiso especial para que en los procesos de adopción, y donde los menores han mantenido vínculos importantes con sus futuras familias, puedan realizar al menos contactos vía telemática para no perder los avances y logros alcanzados.
Por lo mismo es que recalcaron que resulta fundamental mantener el contacto por vía telemática y con la supervisión de profesionales, puesto que “perder este vínculo es una afectación del interés superior del niño y un retraso al apego”, afirmaron los parlamentarios.
“Cuando estamos frente a un proceso de adopción, la familia solicitante puede pedir al Tribunal de Familia que le otorgue el cuidado personal, la tuición del niño, niña o adolescente mientras se resuelve la solicitud de adopción. Además, el tribunal puede disponer otras diligencias para establecer la adaptación del menor a su futura familia”, argumentaron ambos parlamentarios.
Lamentablemente, reiteraron los legisladores, “hoy con la pandemia, muchos de estos procesos de adaptación se han visto interrumpidos o suspendidos. Y esto no deja de ser preocupante, porque si bien se entiende la legítima prevención en orden a evitar los contagios, no se comprende que un proceso de tal importancia que tiene por objeto generar vínculos definitivos y el apego entre los NNA y su nueva familia quede detenido de un día para otro”.
Lo anterior, explicaron, puesto que “la interrupción definitiva del proceso de vinculación puede llevar a implicar un retroceso significativo en los avances logrados, especialmente si a los niños no se les explica porqué dejaron de ver a su futura familia. Es necesario mantener el contacto por vía telemática, aunque sea con la supervisión de profesionales afines. Lo contrario, es una afectación del interés superior del niño”.