The plot against America: Cuando la conjura se transforma en certeza

Basado en la novela homónima de Philip Roth y bajo la atenta mirada creativa de Ed Burns, el mismo en el guion y la producción de “The Wire” (2002), serie que ostenta el 6° lugar en el ranking IMDB de las mejores series de todos los tiempos. Y mucho de ese talento se nota.

Por Miguel M. Reyes Almarza*

Dentro de los géneros disponibles para la ficción está aquel que dirige una historia real por una aparente bifurcación o, mejor dicho, una salida diferente al desenlace conocido y que plantea una serie de interrogantes respecto de lo que hubiera sido, una historia alternativa. De eso se trata la más reciente miniserie de HBO “The plot against America” apurando conjeturas ante una eventual influencia nazi en los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial.

Basado en la novela homónima de Philip Roth y bajo la atenta mirada creativa de Ed Burns, el mismo en el guion y la producción de “The Wire” (2002), serie que ostenta el 6° lugar en el ranking IMDB de las mejores series de todos los tiempos. Y mucho de ese talento se nota.

Esta delicada ucronía comienza durante las elecciones de 1940 en el país del norte momento preciso en que se produce el famoso ‘punto jonbar’ donde un joven aviador, Charles Lindbergh -el mismo que realizó el famoso primer vuelo transatlántico sin escalas en su avión “Spirit of St. Louis”- le roba prácticamente de la urna el tercer periodo a Roosevelt enarbolando en su campaña el compromiso de mantener al país neutral respecto de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, a poco andar, la política exterior de este nuevo mandato comienza a acercarse peligrosamente al fascismo.

Conoceremos, en tan solo seis episodios, los avatares los Levin, una familia judía norteamericana atrapada en un conflicto identitario donde la nación y la fe juegan un rol relevante a la hora de salvaguardar sus propias vidas. Pero cuidado, no es otra serie más de nazis, esto incluso podría pasar desapercibido, es una historia acerca que se mueve entre la sensación de pertenencia y la fragilidad política; entre la irrupción de la mujer en el eje del poder -doméstico y social- y la amistad o la legitimidad del otro, como motor de cambio.

Con una fotografía a la altura del buen cine y una reconstrucción histórica pocas veces vista fuera de la pantalla grande, la serie, original de HBO y disponible en streaming gratuito en algunas cableoperadoras, sorprende con las correctas actuaciones de Morgan Spector (Homeland) y Zoe Kazan (Ruby Sparks) como Herman y Bess Levin, el atribulado matrimonio que busca sostener la familia ante un mundo que cambió de forma dramática, junto a una felizmente irreconocible Winona Ryder como Evelyn Finkel – hermana de la protagonista- y el incombustible John Turturro -entre muchos otros reconocimientos, mejor actor en Cannes por el clásico norteamericano Barton Fink (1991)- encarnando a un rabino muy singular, ambos, pareja en la ficción y piezas fundamentales dentro del argumento.

La duda respecto a la influencia nazi en Estados Unidos no es solo una licencia creativa, detrás de las barras y las estrellas existe un fascismo latente, desde la compleja abolición de la esclavitud y el evidente ‘apartheid’ que llevó incluso a la muerte de minorías étnicas, raciales y religiosas, hasta las políticas de cierre de frontera de Trump y la xenofobia insoportable de su cada vez más impopular discurso. Poco se sabe acerca de la influencia del totalitarismo en la tierra de la libertad, no obstante, ante la debacle del sueño americano y tras la consigna fallida de hacer de ese país “great again” aparecen muestras de un Estado perverso y temeroso. “The plot against America” es eso, una historia donde la posibilidad de aquella conjura muchas veces se transforma en certeza.

★★★★☆ (4 sobre 5)

*Periodista e investigador en pensamiento crítico.

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