Arqueólogos descubren un complejo subterráneo de 2.000 años junto al Muro de los Lamentos en Jerusalén
Los investigadores señalaron que es un “hallazgo único” que arroja luz sobre la vida cotidiana de los habitantes de la antigua ciudad
Un equipo de arqueólogos israelíes anunció el descubrimiento de un sistema único de habitaciones subterráneas que data de unos 2.000 años, justo al lado del Muro Occidental en la Ciudad Vieja de Jerusalén, bajo el vestíbulo de los túneles del Muro Occidental en el complejo de Beit Strauss.
Este sistema, el primero de este tipo descubierto en el área del Muro de los Lamentos, fue expuesto en excavaciones realizadas por la Autoridad de Antigüedades de Israel en el complejo “Beit Straus”, bajo el vestíbulo de entrada a los túneles del Muro.
Los investigadores suponen que el complejo fue utilizado por los residentes de Jerusalén durante el período romano temprano, antes de la destrucción de Jerusalén y del Segundo Templo.
El complejo tiene dos habitaciones y un patio abierto y contiene varios sitios cotidianos. Los investigadores propusieron varios usos posibles para los locales, que van desde el almacenamiento de alimentos hasta una zona de vivienda.
“Este es un hallazgo único”, destacaron Barak Monnickendam-Givon y Tehila Sadiel, directores de la excavación en nombre de la Autoridad de Antigüedades de Israel.
“Por primera vez, un sistema subterráneo adyacente al Muro de los Lamentos ha sido descubierto”, resaltaron los expertos
“Deben entender que hace dos mil años era una costumbre construir en piedra en Jerusalén, como lo es hoy en día. La pregunta es, ¿por qué se han invertido tantos esfuerzos y recursos en la construcción de habitaciones subterráneas en la roca?”, se preguntaron.
El director de la Fundación del Patrimonio del Muro, Mordechai “Suli” Eliav, comentó al respecto: “Incluso cuando había limitaciones físicas, la oración al pie del remanente de nuestro Templo nunca cesó, y esto es una prueba tangible de ello”.
Entre otras cosas, hallaron vasijas de cocina de loza, un núcleo de lámparas de queroseno, una taza de piedra relacionada exclusivamente con los sitios judíos del Segundo Templo, y un fragmento de qalal, un gran depósito de piedra utilizado para almacenar agua, que se pensaba que estaba relacionado con las prácticas rituales judías de pureza.
“El rico conjunto de descubrimientos encontrados en estas excavaciones arroja luz sobre la vida cotidiana de los habitantes de la antigua ciudad», celebraron los investigadores.
Según Monnickendam-Givon y Sadiel, el lugar podría haber servido como despensa para una estructura aérea que no sobrevivió, o como un espacio tallado que permitió la vida subterránea.
Las excavaciones en el sitio, renovadas hace aproximadamente un año, se están llevando a cabo como parte de la labor de preparación de un nuevo y fascinante recorrido, además del clásico recorrido de los Túneles del Muro Occidental que lleva a cabo la Fundación del Patrimonio del Muro Occidental.