Fotos del Observatorio de la Tierra de la Nasa muestran dramático efecto de la sequía en embalse El Yeso
Una imagen del Observatorio de la Tierra de la NASA de Lauren Dauphin, utilizando datos de Landsat del Servicio Geológico de EE UU muestra el efecto devastador de la falta de agua en la zona.
La sequía que afecta a Chile y que obligó al ministerio de Agricultura a decretar la emergencia hídrica en 50 comunas del país, se manifiesta dramáticamente en el embalse el Yeso, uno de los más importantes de la zona central y que surte de agua a la Región Metropolitana.
Utilizando fotografías del Observatorio de la Tierra de la NASA de Lauren Dauphin, con datos de Landsat del Servicio Geológico de EEUU, Adam Voiland.publicó hoy un reporte en Earth Observatory que muestra los efectos en el embalse que desde el 2010 genera la falta de precipitaciones en Chile
«Ninguna sequía en el registro meteorológico moderno de Chile (desde 1915) ha durado más tiempo, los paleoclimatólogos que buscan pistas de las condiciones climáticas pasadas en los anillos de los árboles estiman que la última ‘megamedatura’ de esta escala probablemente ocurrió en esta región hace más de 1000 años, explicó René. D. Garreaud, científico de la Universidad de Chile», señala la nota..
El reporte muestra un par de imágenes en color natural de El Yeso, una tomada el 19 de marzo de 2016 cuando contenía alrededor de 219 millones de metros cúbicos de agua. La otra, de hace un mes, sirve para comprobar que en cuatro años el volumen cayó a 99 millones de metros cúbicos, alrededor del 40 por ciento de la capacidad.
Ambas imágenes fueron adquiridas por Operational Land Imager (OLI) en Landsat 8.
«La mayor parte del agua que llega al embalse cae como nieve en las montañas cercanas. Durante la primavera y el verano, la nieve y el hielo se derriten, reponiendo las corrientes que fluyen hacia el embalse. Pero la falta de nieve en los últimos años significa que algunos picos clave hacia el sur y el este que normalmente estarían cubiertos de nieve ahora están desnudos», escribe Voiland.
Los científicos, de acuerdo al reporte, atribuyen aproximadamente el 25 por ciento de la intensidad del vaciamiento del embalse al calentamiento global. «Atribuyen el resto a los ciclos naturales en la circulación atmosférica, las temperaturas del océano y los patrones de lluvia, como los asociados con la Oscilación Decenal del Pacífico», finaliza Voliland.