A los 82 años falleció la escritora, amiga y colaboradora de El Periodista, Marta Blanco

Mujer de ideas punzantes, fue una figura capital de las letras chilenas, donde destacó por su capacidad, inteligencia y sabiduría.

A los 82 años dejó de existir Marta Elena Blanco Vidal, escritora y periodista, colaboradora de nuestra revista desde hace más de 17 años, en la que publicó centenas de columnas, realizó entrevistas y fue una consejera permanente, aportando con su capacidad crítica, inteligencia y sabiduría a todo nuestro quehacer.

«Nos regaló sus letras, pero sobre todo su amistad, cariño e inteligencia» señaló de ella el director Francisco Martorell.

Mujer de muchas palabras, siempre con sentido, Marta no nació para halagar (en 1938) sino para ser un aporte a la generación de ideas y contenidos.

Era una erudita, sabía de libros, costumbres, historias, razas y humanidad. Leía con la rapidez del rayo y devoraba todos los textos que se le acercaban. Conocía a todos y todas. Se enojaba con facilidad, pero perdonaba con ganas. Amiga de conversaciones largas, a veces interminables, siempre tenía algo más para aportar. También para aprender. Valoraba, como nadie, la inteligencia, único don que respetaba con fervor. «En Chile es feo pensar, decía, es de mal gusto hacerlo y mucha gente no ejerce el pensamiento».

Publicó su primera novela, La generación de las hojas, en 1965; su segundo libro fue uno de cuentos, Todo es mentira, en 1974. Desde entonces cultivó ambos géneros y sus obras han obtenido varias distinciones.

Como periodista trabajó en El Mercurio —sus entrevistas de 1987-1988 fueron reunidas en un libro— y otros medios. Desde 2003 escribió en El Periodista (lo hace, en sus palabras, «porque me dejan decir lo que se me frunce». También dirigió la revista Paula.

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En los 70, su trabajo en TV, en el programa Quién soy yo, conducido por Enrique Bravo Menadier, la convirtió en una de las mujeres más conocidas del país.

 

Durante la dictadura militar, asumió la dirección del canal de la Universidad de Chile (1983-1984), pero finalmente debió renunciar por diferencias ideológicas y entonces fue enviada como consejera de Cultura a la embajada en París.

Marta Blanco ejerció la docencia, dirigió talleres literarios y participó como jurado en diversos concursos; en 2001 presidió el del Premio Municipal de Literatura de Santiago.

«Jamás escribo en verano, para mi el calor es la muerte de la imaginación y la creatividad, especialmente en un Santiago con 34º sobre el cemento ardiente. Yo soy pingüino, adoro el invierno, las bajas temperaturas, la neblina y nuestro gélido mar en el cual me encanta nadar y flotar», ha confesado Blanco.

Y agrega: «Dejo que la escritura salga por sí misma, ni siquiera elijo el tema de mis obras, sino ellos a mi. No tengo ningún interés ni voluntad de escribir novelas todo el tiempo, porque mi ciclo cósmico es más largo… es cada cinco años. Esto lo descubrí experimentando la famosa sequía del escritor, cuando se me quitaban las ganas de escribir y me angustiaba. Ahora estoy trazando las primeras ideas de una novela de cuyo tema no voy a hablar, pues -como me aconsejó un gran amigo- si desgastas una historia a través de la palabra oral, esta se te escapa y nunca más encuentras el tono narrativo».

En diciembre de 2018, al ser entrevista par el canal online de El Periodista, Marta señaló que «ser mujer en Chile era imposible».

Su última columna, antes de sufrir una caída que la obligó a permanecer un largo tiempo internada durante el verano, fue publicada por nuestro medio en diciembre del año pasado, en pleno estallido social: Chile, zona de sacrificio, donde volvió a tocar sus temas preferidos, la educación y la salud, la lucha contra la inequidad y la necesidad de usar el cerebro para pensar.

«Los pobres están maltratados, cansados y descuidados. El gobierno debe crear trabajos reales para gente real. Que vuelvan la modestia y las micros. Los remedios son un derecho humano. No me digan que no lo habían pensado. A los ricos-ricos ¿no les da un poco de vergüenza tanto lujo y palo de golf y caballos y raquetas de tenis y zapatillas de marca y viajes al fin del mundo y dentistas solo para los millonarios?», escribió.

Premios
Concurso de Cuentos de la revista Paula 1975
Concurso de Cuentos de la revista Paula 1980
Premio Cuentos de El Mercurio 1995
Premio Cuentos de El Mercurio 1997
Premio Cuentos Eróticos 2005 (revista Caras)
Premio de la Crítica 2009 (Círculo de Críticos de Arte de Chile) por Memoria de ballenas5​

Obras
La generación de las hojas, novela, Zig-Zag, 1965
Todo es mentira, cuentos, Editora Brocal, 1974; contiene 13 relatos:
Niñazul; La desparición de Eleodoro; Gath & Chávez; Bodas de oro; El festín del general; Pollos asados; Una corona de papel; Motel; El artista consolado; Presencia; Maternidad; Óptica uno: Ella creía que lo estaba pensando; y Óptica dos: Espejismo
Entrevistas, recopilación de las aparecidas en El Mercurio entre mayo de 1987 y mayo de 1988; Editorial La Noria, 1988
Para la mano izquierda, cuentos, Caos Ediciones, 1990; contiene 12 relatos:
Toŕtolas japonesas; Fueguina; Iniquidades de Chu Yuan; Paseo; Adulador; Luna que se quiebra; Oscuro asunto de madreselva; El Señor tenga piedad de Schtodt; La sacada de las monjitas; El representante de la cuarta parte del universo; Por ojo; e Interrrogatorio por gente escogida que sabe
Maradentro, novela, Alfaguara, Santiago, 1997
La emperrada, novela histórica sobre Constanza de Nordenflytch, amante de Diego Portales; Alfaguara, Santiago, 2001
Memoria de ballenas, novela, Uqbar, Santiago, 2009

3 Comentarios
  1. edu nuñez dice

    Que descanses en paz y luego al infinito

  2. Gabriella dice

    Lo lamento mucho, una gran pérdida

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