TV or not TV: Plan B para capear la pandemia y no perder la perspectiva

Por Miguel M. Reyes Almarza*

Tres son los imperdibles. Primero, el esfuerzo máximo del gigante del entretenimiento, Netflix, por tener en su grilla 14 de los 21 largometrajes del Estudio Ghibli, apreciado por la crítica especializada como uno de los mejores estudios de animación del planeta y que tiene a su haber -y disponible para sus abonados- películas como “La princesa Mononoke” que en Japón superó a “Titanic” en su estreno o la más emblemática de todas: “El viaje de Chihiro”, ambas del destacado director japonés, Hayao Miyazaki. Esta última “Chihiro” fue la ganadora del Oso de Oro en Berlín el año 2002 (52 años después de “La Cenicienta” en igual categoría) y consiguió también el Oscar a mejor filme de animación. Estas y todos los trabajos del estudio, llevan una impronta indeleble que combina el cuidado del medioambiente con los contenidos pacifistas y las heroínas pioneras del feminismo en su género. De diseño manual, todavía en tiempos de lo digital, la calidad de las animaciones y la profundidad de sus argumentos son motivo suficiente para poder compartir -no importa la edad- un momento de belleza, no solo dentro de la animación japonesa, sino de todo el séptimo arte.

En segundo lugar, vuelve a nuestras pantallas la serie del abogado y estafador más carismático del momento “Better Call Saul” -precuela de “Breaking bad”- donde conocemos los caminos torcidos que transita el ingenioso legista ‘Jimmy McGill’ (Bob Odenkirk), rebautizado como ‘Saul Goodman’, en búsqueda del reconocimiento personal y la paz interior. En esta, su quinta y penúltima temporada, el personaje entra de lleno en el mundo delictual y la ética profesional se convierte en un elástico impredecible. La serie creada y producida por Vince Gillian y Peter Gould, fue premiada en 2019 por la asociación de críticos de televisión (TCA) como el mejor drama televisivo.

Como última indicación el drama criminal “Narcos: México” que en solo dos temporadas (ambas ya disponibles en streaming) pudo mantener el tenor de su gran predecesora “Narcos” que transitaba en la compleja misión de captura de Pablo Escobar, en Colombia. Esta vez el centro de operaciones es Guadalajara, donde el ‘jefe de los jefes’ Félix Gallardo, interpretado por Diego Luna (Premio Platino mejor Actor 2019) logra unificar a todos los grandes narcotraficantes de México dando origen así a la organización criminal más grande en lo que al negocio de las drogas respecta. La serie, exclusiva de Netflix, explora la difícil relación entre Estados Unidos y México por el control de las fronteras en la década de los 80’s donde el narcotráfico vivía sus días dorados detrás del Cartel de Guadalajara. La especulación sobre una secuela, luego de finalizada la segunda temporada, apunta directamente sobre un mal agestado narcotraficante, con problemas para hablar, pero gran talento para los túneles. Sí, al parecer, Carlo Bernard, su creador, deja entrever que lo que sigue tiene un solo protagonista: el Chapo Guzmán.

Sin embargo, siempre es bueno retroceder un poco. Si tiempo sobra, bueno es volver a revisar aquellas películas que, todavía disponibles, nos conecten con la 92 entrega de los premios Oscar, comenzando por la gran perdedora “El irlandés”. Y claro, varias cosas confabularon para tal desprecio de la academia, primero, según los más ortodoxos “si se produce para TV no es cine”, situación que le valió más comentarios en contra por ser parte del contenido ‘On demand’ de Netflix. Otra queja fue su injustificada extensión, 209 minutos para una película de gánsteres y mafiosos italianos, género muy explotado en la industria, cansaba a cualquiera. Ni siquiera las más que correctas actuaciones de los monstruos del cine Robert De Niro, Al Pacino y Joe Pesci fueron suficientes para ablandar a la crítica ¿Tiene tiempo? Si es así, déjese llevar por el lugar común, por lo clásico, por aquello que para algunos ya pasó de moda y comente con propiedad.

En el mismo soporte, pero con algo más de suerte -y todavía disponible en VOD- “Historia de un matrimonio” dramón escrito y dirigido por Noah Baumbach, que cuenta con una de las actrices fetiche de David Linch, la enorme Laura Dern (Oscar y Globo de Oro en categoría mejor actriz de reparto) retrata, desde la cruda simpleza, el complejo momento en que el amor desaparece. Con actuaciones descollanes que solo alcanzaron para nominaciones, Scarlett Johansson y Adam Driver, este pequeño gran film podría ser de ‘lectura’ obligada para todos quienes viven momentos difíciles dentro de una relación de pareja, un espejo de realidad cuando la pasión desaparece.

No se martiricen cayendo en la trampa de lo evidente. Ya circulan en las parrillas televisivas y digitales películas como “Virus”, “Epidemia” o “Pandemia”, todas correctamente mal evaluadas por la crítica y que hoy intentan sacar provecho de la fragilidad emocional del telespectador. No, sean fuertes y resistan tan burda tentación.

Para resistir lo anterior, TVN repuso una de las series nacionales más elogiadas de todos los tiempos: “El Reemplazante” dirigida por Nicolás cuña y Cristián Jiménez. La historia del profesor Charly (Iván Álvarez de Araya) un ex operador financiero que tras una grave crisis profesional busca un espacio como profesor en un colegio de bajos recursos y mala gestión. La producción que arrasó con los premios Altazor 2013 y recogió solo elogios desde su estreno en 2011, contó también con la participación de Blanca Lewin (como Ana, una hermosa profesora de artes) y Sergio Hernández (el padre del protagonista). Hoy, 7 años después y en medio de este confuso cóctel que revuelve un legítimo estallido social con un virus de poca monta y mucha alarma, esta serie podría ganar un poco más de madurez y pertinencia.

¿Qué vemos hoy?

*Periodista e investigador en pensamiento crítico.