Pablo Aránguiz, nueva joya de La U: El jugador tiene que estar siempre listo para competir
Apenas llegó a Universidad de Chile, el volante se convirtió en el jugador más influyente del 2020 en Primera División, anotando cuatro goles y asistiendo dos.
El inicio de 2020 fue más que exigente para Pablo Aránguiz. Luego de casi un mes en Colombia con la Selección Chilena Sub 23, el tuvo un productivo inicio con Universidad de Chile, club con el que ha repetido las destacadas actuaciones en Unión Esañola que lo tienen en el tope del listado de jugadores más influyentes del Campeonato AFP PlanVital.
El ex Dallas FC (EE.UU.) y Unión Española ha sido clave en la producción de seis de los 15 goles de los azules en el torneo, con cuatro tantos anotados y dos asistencias, cifras que entusiasman al propio jugador.
“Se siente bien partir así, me pone contento este inicio. Estuve muy poco con el equipo por estar en el Preolímpico y cuando llegué, dos o tres días después, me tocó jugar y lo hice de buena manera. Se vio reflejado lo que venía trabajando con la Selección”, dijo Aránguiz.
Sobre cuáles son las claves para consolidar este arranque prometedor, el volante explica que “ser decisivo en las jugadas depende de tomar buenas decisiones y entenderse bien con los compañeros. Va también en tener confianza en lo que uno puede entregar al equipo”.
Por otro lado, Aránguiz asegura que también hay un aspecto fundamental que radica en la motivación y en el foco del jugador para lograr objetivos.
“Creo que hay que tener mentalidad. El jugador tiene que estar siempre listo para competir. En el Preolímpico teníamos poco descanso entre partido y partido, nos tocaba jugar cada tres días, pero uno quiere jugar siempre y tiene que preparase para eso. Acá en mi club las ganas tienen que ser exactamente las mismas”, destacó.
Otro de los aspectos que han jugado a favor del positivo arribo de Aránguiz fue su rápida adaptación al esquema del técnico Hernán Caputto y a sus nuevos compañeros, algo que el jugador admite ser una capacidad personal.
“Yo creo que la conexión con los compañeros se me da natural. Uno tiene que conocer el estilo de los compañeros. No necesariamente debes llevar años con un jugador para entender como juega y como se pueden combinar las cosas. Esa lectura se va dando sola, en las conversaciones, en el día a día”, señaló.
Sobre el receso en el torneo provocado por la crisis sanitaria a causa del COVID-19, Pablo Aránguiz (al igual que sus compañeros) continúa trabajando en su casa a la espera del retorno del fútbol chileno.
“El club nos envió implementos para mantenernos trabajando. Es difícil lo que esta ocurriendo y no es lo mismo que trabajar en cancha. Esperamos que esta para no nos perjudique. Con el equipo veníamos haciéndolo de buena manera. Los jugadores tenemos que cuidarnos mucho y adaptarnos a esta situación y esperar que cuando vuelva el torneo podamos sostener el rendimiento que hemos mostrado hasta ahora”, finalizó.
FOTOGRAFÍA: ARCHIVO ANFP
