Mariano Puga será trasladado esta tarde a su domicilio en Villa Francia

El cura obrero, quien se encuentra en muy mal estado de salud, está lúcido y quiere pasar los últimos días en La Minga.

El cura obrero, defensor de los DDHH y uno de los hombres emblemáticos de la iglesia católica chilena, Mariano Puga, dejará hoy el hospital clínico de la UC y será trasladado, por petición suya, hasta el domicilio que tiene en Villa Francia.

El sacerdote diocesano de 88 años, que fue párroco en La legua y creó la Parroquia Universitaria, continúa estable dentro de su gravedad y, según un comunicado entregado hoy por la comunidad de La Minga, «su estado de ánimo es mejor porque podrá ir a su casa».

«Su deseo profundo en esta etapa es ‘gozar este momento con Jesús'», señala el comunicado.

Luego de su férrea defensa de los DDHH en dictaadura, ya en democracia Puga se hizo misionero en la Región de Los Lagos, específicamente en la localidad de Colo (isla de Chiloé), donde continuó su labor pastoral. Posteriormente volvió a establecerse en Villa Francia, lugar en el que hoy los pobladores se reunirán a orar por el sacerdote a las 20:30​

En 2009, Puga recibió el premio «Héroe de la Paz», que anualmente otorga la Universidad Alberto Hurtado. La ceremonia, efectuada en dependencias del Congreso Nacional, fue encabezada por la entonces presidenta Michelle Bachelet.​

En 2016 asistió a la misa donde 10 prisioneros de la cárcel de Punta Peuco pidieron simbólicamente perdón por crímenes cometidos durante la dictadura. A pesar de recibir fuertes críticas por tomar parte en esta actividad, Puga afirmó: «no puede haber perdón si no hay reparación, aporte a la justicia y aporte de la información que ellos manejan y no han planteado a los Tribunales».​

En 2018 se unió a manifestantes que protestaban contra el Obispo de Osorno, Juan Barros (acusado de encubrir abusos sexuales del ex párroco Fernando Karadima), durante la visita del Papa Francisco a Chile.

En 2019 abandona Villa Francia y viaja al Encuentro Mundial por la Fraternidad, celebrado en Filipinas. De regreso en Chile, comienza en abril del mismo año el tratamiento contra el cáncer linfático que lo aqueja.

Tras el estallido social de octubre, Puga apoyó la manifestación popular mediante una carta titulada «¡El despertar no tiene que morir nunca más!», publicada en la página web del Comité de defensa y promoción de Derechos Humanos de La Legua.​

En 2020 y a pesar de su enfermedad, visitó la comunidad de Colo, Comuna de Quemchi, donde se reunió con gran cantidad de fieles a quienes asistió por años, entregando formación y motivando esta área pastoral.

El 25 de febrero encabezó una misa en el frontis del Centro de Justicia de Santiago, para exigir la libertad de los detenidos tras el estallido social. Todos cumplen prisión preventiva tanto en recintos penitenciarios como en centros del Servicio Nacional de Menores (Sename). La actividad fue convocada por la Coordinadora 18 de Octubre y la Agrupación de Familiares de Santiago 1.

El 3 de marzo, a sus 88 años, redactó una carta donde interpela a clérigos católicos chilenos. Desde el Hospital Clínico de la Universidad Católica, donde se encontraba internado, el sacerdote reafirmó su compromiso con los Derechos Humanos y con familiares de “asesinados, presos políticos, enceguecidos, callados y encarcelados producto de la protesta social desde el 18 de octubre hasta ahora”:

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El Periodista