Y… ¿cómo salimos?

Una de las preguntas que más se hace, por estos días, la ciudadanía y que tiene que ver con la forma o receta para superar la crisis política y social chilena.

El camino de las instituciones

Gloria de la Fuente, cientista política, presidenta de Chile 21

Creo que hay que pensar que no hay otro camino que el de las instituciones si lo que queremos es garantizar la integridad de las personas y relevar la democracia.

La solución creo es de muy largo plazo, pero requiere una agenda de corto, mediano y largo plazo.
En lo inmediato, hay que enfrentar adecuadamente la situación de los DDHH y el orden público, dos claves para garantizar el proceso. Luego, la agenda social y la de integridad pública y en el horizonte, en cambio constitucional como una oportunidad para dotar de legitimidad y contenido un nuevo pacto social

Elecciones anticipadas

Rodolfo Parada, ingeniero Usach, director artístico del grupo Quilapayún residente en Europa

Detrás de demandas sociales urgentes, lo que el pueblo está pidiendo es un cambio sistémico. En lo grueso 1) salir de la política ultraliberal) 2) renovar la democracia 3) instaurar una verdadera política ecológica.

Las respuestas, de carácter paramétrico (porcentajes mayores o menores) o de criminalización del descontento, sólo agudizan el enfrentamiento.

Esta contradicción es la que tiene que encontrar una solución para salir de la actual crisis.

Un acuerdo nacional entre oposición y gobierno no parece viable porque las interpretaciones de la crisis son esencialmente divergentes : sistémica versus paramétrica. A menos que alguno entregue su alma.

En este contexto, darle la palabra al pueblo chileno sería lo más saludable. Dentro de un marco constitucional es posible llamar a elecciones anticipadas para renovar al Presidente y a la totalidad del Congreso Nacional.

Concentrarse en agenda social

Francisco Chahuán, senador RN

Dejando de lado los egoísmos y las trincheras, para pensar mucho más en las necesidades reales de los habitantes de Chile. Concentrarse en una agenda social, especialmente en la reforma previsional, salud universal y modernización tributaria con una aporte sustancial de los mayores ingresos. Pero, también, poner el acento en el término de los abusos, la creación de un defensor de los ciudadanos y erradicar la violencia que sólo traerá pérdidas y destrucción de un país que ha costado mucho construir. También realizar todas las reformas que sean necesarias a la Constitución, como el cambio del sistema presidencial y descentralizar el país.

Plebiscito revocatorio

Margarita Pastene, presidenta del Colegio de Periodistas de Chile

La única forma de salir de esta crisis es convocar a un plebiscito revocatorio. Nada se podrá resolver con un gobierno deslegitimado.

Es necesario además interpelar a los medios, a los periodistas para que contribuyan a descifrar este complejo escenario, procurando disminuir la incertidumbre con antecedentes que aporten al análisis de estos procesos y reconocer en la ciudadanía una fuente de información, además de profundizar en el sentido de sus legítimas demandas expresadas en la calle, en los cabildos, como su legítimo derecho a la libertad de expresión. Develar los discursos difusos, atreverse a contrapreguntar y dudar, poner en entredicho las declaraciones de las autoridades de Gobierno y evitar el encubrimiento.

Renovación de la clase política

Renato Garín, periodista, diputado independiente

Necesitamos un plebiscito en paz y, a partir de él, la renovación de la clase política. A nivel empresarial, se requiere de un cambio de paradigma que permita legitimar el libre mercado.

Necesitamos volver a creer

José Ramón Cárdenas, presidente del colegio de Publicistas de Chile

De ninguna crisis se sale sin un diagnóstico real, por duro que este sea y abriéndose a soluciones distintas. Los paradigmas tradicionales no sirven. En particular, la nuestra adolece de eso, pero además requiere rito, liderazgo, empatía y generosidad. Sentir que el presidente tiene emociones, sería un avance.

Antes de la calculadora, los bonos, los reajustes, el plan y el excel, se requiere emoción. Necesitamos volver a creer.

Un estado que ponga el foco en la Educación

Paulina de Allende-Salazar, periodista TVN

Comenzar con un nuevo rayado de cancha que equipare las oportunidades de los chilenos. Que entre otros no tema estimular la participación y organización de los trabajadores, que el derecho a la seguridad social no se vea limitado como hoy, que fortalezca el ejercicio democrático a través de un Congreso robusto sin la sombra constante del TC. Un Estado que ponga el foco en la educación.

Escuchar y dialogar

Cristina Girardi, diputada PPD

Escuchar escuchar, escuchar escuchar dialogar escuchar dialogar
Escuchar dialogar
Escuchar….hasta completar las 100 palabras, pero escuchar de verdad.

Renuncia del Presidente

Sergio Aguiló, economista PS, ex diputado.

Renuncia de Piñera. Establecimiento de un Gobierno de Transición para administrar el proceso constituyente. Realización del Plebiscito el 26 de Abril y elección de la Convención Constituyente en el plazo previsto. Seis meses de trabajo a tiempo completo de dicha Convención para generar una Nueva Constitución. Elección del Presidente y del nuevo Congreso, con las normas previstas en la Nueva Constitución.

Acuerdo político entre centro derecha y centro izquierda

Sergio Bitar, ex ministro.
La superación de esta crisis tomará varios años. No volveremos a la normalidad que conocíamos. Tampoco es un fenómeno chileno, es global. La democracia representativa necesita reformas institucionales, la desigualdad requiere un nuevo pacto social. Necesitamos un acuerdo político entre centro derecha y centro izquierda. Avanzar con mayoría respetando el estado de derecho. No a la polarización. Es esencial la serenidad, ni furia ni miedo. El objetivo es una convivencia superior, con inclusión, participación, diálogo y colaboración. El plebiscito de abril es crucial. Como en 1988, es una oportunidad y una esperanza. Una Constitución democrática es la clave para un Chile mejor.

Articulaciones complejas y simultáneas

Mauro Salazar, sociólogo, Investigador FIEL

La salida de la crisis comprende articulaciones complejas y simultáneas. Para iniciar la administración de la revuelta se debe avanzar gradualmente en una “gobernanza reformista” durante -al menos- dos lustros que erradique los barones de la transición que han secuestrado el Congreso. Los requisitos son un poder constituyente que supere el actual “progresismo sin proyecto”, ni horizonte. Pero esto también implica una calle derogante y veedora de las codificaciones elitarias. Adicionalmente, el principal problema es el “apartheid cognitivo” de nuestro feudalismo bancario y su burocracia cognitiva que se valida en silogismos de orden (Peña, Guell, Mico, Navia et al). La feroz contumacia de una “oligarquia asperger” plegada al imaginario hacendal fomenta una ceguera que no estimula relatos, un nuevo pacto entre “modernización y subjevitidad” -una coherencia discursiva- y agendas cortas y estructurales diferidas por el piñerismo, cuya anorexia cognitiva respecto a los movimientos de calle y malestares ciudadanos es un alevoso vació etnográfico y politico. La crisis solo se administra si la derecha transicional supera el “cuerpo institucional del pinochetismo” y la excepcionalidad de la violencia -cuestiones que no se ubican en un horizonte breve. Nuestro surrealismo consistiría en que Piñera termine firmando la nueva constitución, escenario kafkiano que tampoco se puede descartar. Tal obsesión torna difusa la administración de la crisis.

Rechazar estrategia del miedo

Víctor Barrueto Director Ejecutivo Fundación por la Democracia.

Creo que bien vale la pena soportar un gobierno tan inepto con un presidente sin apoyo ninguno, a cambio del beneficio histórico de lograr una Nueva Constitución sustentada en la soberanía popular y echar las bases de un sólido Pacto Social para el futuro. Rechazar la estrategia del miedo de la derecha dura y el «gobernar a medias» del gobierno. Optar firmemente como oposición más el mundo de derecha razonable, por el camino político-institucional, que sin dejar de lado la protesta sin violencia y sin saqueos, que por lo demás se va renovando y mutando mes a mes, busque el diálogo para lograr acuerdos que permitan hacer los cambios. Sin diálogo no hay acuerdos y sin acuerdos no hay cambios. La CEP confirma eso y que paradójicamente crece el respaldo a la Democracia. Se confirma así que la gente quiere que los problemas de la Democracia se solucionen con más Democracia. Y que está gigantesca explosión social puede hacer viable por fin en Chile una «democratización «de la Democracia.