El 12,5% de gays y bisexuales mayores de 30 años reporta tener VIH y el 74,9% ha sido discriminado por su orientación sexual

Según la primera encuesta sobre la realidad sexual y amorosa de hombres adultos (30 a 49 años) de la Región Metropolitana que tienen sexo hombres. El 26% jamás usó condón en el último año. El 26% ha tenido sifílis al menos una vez en zu vida y el 22% se infligió daño producto de la discriminación. El estudio arrojó además altos niveles de consumo de drogas.

La Seremi de Salud, Rosa Oyarce, y el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) dieron hoy a conocer los resultados de la Primera Encuesta sobre el Comportamiento Amoroso, Sexual y Erótico de Hombres Adultos de la Región Metropolitana que Tienen Sexo con Hombres.

La investigación, aplicada por el Movilh a 358 personas, se suma a una previa que indagó sobre la misma realidad, pero en menores de 29 años. “Ambos estudios permiten hacer comparaciones y conocer brechas generacionales en materia de conocimientos, prejuicios, discriminación y apertura”, sostuvo el vocero del Movilh, Óscar Rementería.

La encuesta tiene un margen de error del 3% y un nivel de confianza del 95%.

“Los resultados de este sondeo son preocupantes, en tanto explicitan relajamiento en los mecanismos preventivos del VIH y otras ITS, así como una conducta de riesgo muy extendida: tener sexo bajo los efectos de alguna droga. Todo se cruza con altos niveles de discriminación en razón de su orientación sexual y con mayores libertades para experimentar aventuras, en tanto se trata de un grupo etario ya independiente. Estos factores debiesen ser considerados por las políticas de prevención de VIH y las ITS, las cuales a todas luces requieren enfoques etarios”, apuntó Rementería.

De acuerdo al sondeo, el 74,9% señala que ha sido discriminado por su orientación sexual y el 2.8% experimentó abuso sexual, sin embargo, solo el 14,5% denunció los atropellos.

El 22% indica además que alguna vez se hizo daño producto de la discriminación. De estos, y a raíz de la homofobia, el 42% pensó en el suicidio, el 37% dañó zonas de su cuerpo y el 29% consumió drogas de manera abusiva.

Tan fuerte aún es el estigma y el miedo, que el 70.3% evita siempre o a veces expresar su afecto en público hacia otros hombres por temor a ser agredido, amenazado o acosado y el 52% esquiva algunos lugares por la misma razón.

En el campo de la sexualidad, el 70,3% ha tenido sexo bajo el efecto de las drogas, cuyo consumo es alto. En los últimos 12 meses, el 57,1% consumió marihuana; el 30.5% popper; el 19.5%, cocaína; el 15%, tranquilizantes o somníferos; el 13,6%, éxtasis; el 5,1%, hongos; el 4.5%, LSD y el 0.3% drogas inyectables. El 34,5% no consumió drogas.

Además, el 78% tuvo una o más relaciones sexuales sin condón en el último año y el 26% nunca lo usó. A esto se suma que el 26,3% ha tenido al menos una vez sífilis a lo largo de su vida; el 20,6%, gonorrea; el 15.3%, condiloma, el 5,9% candidiasis, el 5.4%, clamidia. El 52,5% nunca ha tenido una ITS. El 12,5% declara vivir con VIH.

A continuación se exponen todos los resultados de la encuesta:

Características generales

Del total de encuestados, el 95,2% se declara homosexual, el 4.8% bisexual, el 0.3% trans y el 99.7% cisgénero.

En cuanto a la nacionalidad, el 88,4% es chileno, el 8.8%, venezolano y el 2,8% peruano.

El 37,4% tiene educación universitaria completa, el 12,2% incompleta, mientras el 19.8% cuenta con post-grado completo y el 4,3% incompleto. El 11.9% terminó la enseñanza técnica y el 3.7% no, mientras que el 9.3% finalizó la enseñanza media y el 1.4% no.

Mientras el 79,7% solo trabaja; el 12,1% estudia y trabaja, el 1,7% solo estudia y el 6.5% está sin oficio; el 48% se ubica en la posición socioeconómica Media, el 24,3% en la Media Baja, el 20,9% en la Media-Alta, el 4.5% en la Alta y el 2,3% en la Baja.

El 28,2% se declara católico; el 3,1% evangélico, el 2% budista, el 0,3% mormón y el 6,5% dice identificarse con otras religiones. En tanto, el 9.6% es agnóstico, el 12,4% ateo y el 37,9% no adscribe a ninguna religión.

El 38,3 vive con su pareja; el 10.5% con su madre; el 10,5% con su madre y padre; el 7.1% con amigos, el 5.6% con otros familiares, el 4,2% con otras personas, el 0.6% con su padre y el 23,2% solo.

El 48,6% es soltero, el 0,6%, viudo y el 1,4% está separado de hecho. El 23,4% convive con su pareja, el 13,3% pololea, el 10,7% es conviviente civil y el 2% es casado.

El 5.4% tiene hijos. De quienes tienen hijos, el 52% tiene dos y el 48% 1.

Orientación sexual y proceso de liberación

El 42,1% supo que le gustaban las personas de su mismo sexo antes de los 10 años; el 33,6% entre los 11 y 15 años; el 16,1% entre los 16 y 20 años; el 6,5% entre los 21 y 24 años, y el 1,7% entre los 25 y 29 años.
Muchos años después de conocer su propia orientación sexual las personas le contaron a otras sobre su realidad, lo cual implica el desarrollo de una infancia huérfana de comprensión en este campo. El 44,1% contó por primera vez a alguien que le gustaban las personas de su mismo sexo cuando tenía entre 16 y 20 años, seguidos por los rangos de 21 a 24 años (22,9%), 11 a 15 años (17,5%), 25 a 29 años (9.6%), 30 a 39 años (4.2%) y 5 a 10 años (1,7%).

La primera persona a la cual los hombres comentaron que le gustaba su mismo sexo fue un/a amigo/a heterosexual (34,7%), quizás porque son a quienes primero se conoce. A estos le siguen un/a amigo/a LGBTI (21,8%), un/a compañero/a de estudios (11,9%), otro familiar (11,9%), la mamá (8.5%), otra persona (4,5%), el papá (2,8%), la pareja (2,5%) y un/a compañero/a de trabajo (1,4%).

La mayoría expresó su afecto en público hacia otros hombres que le atraían después de los 20 años, en lo que incidirían los temores o la incertidumbre sobre la reacción de las sociedad. El 24% comenzó a expresar su afecto entre los 25 y 29 años, seguidos por los rangos etarios de 21 a 24 años (23,3%), entre los 16 y 20 años (16,9%), 30 a 39 años (12,7%), entre los 11 y 15 años (6,2%) entre los 40 y 49 años (1,4%), antes de los 10 años (1,4%). En tanto, el 14,1% aún no expresa su afecto en público.

El 35,3% dice que vive con miedos y/o culpas su orientación sexual, versus un 64,7% no tiene problemas al respecto. Además, el 44,4% pensó alguna vez en modificar su orientación sexual para que dejaran de gustarle los hombres y el 48,9% recibió al menos una vez consejos de alguien para revertir sus deseos. De estos, el 31,6% recibió consejos de su madre, seguida por su padre (19%), por un sacerdote, pastor, monja u otro religioso (13%), por otros familiares (11,2%), por amigos/as (10,6%), por un profesional de la salud física o mental (6,2%), por docentes (4%), por compañeros de trabajo (2,2%) y por otras personas (2.2%).

En la actualidad para el 91% es normal y natural que le gusten otros hombres y al 9% le es indiferente.

Discriminación y sus formas de expresión

El 74,9% señala que ha sido discriminado por su orientación sexual al menos una vez en su vida versus el 25,1% que jamás fue excluido. De quienes han sido discriminados, el 65% reporta burlas e insultos, el 23,6% violencia psicológica el 12,1% negación u obstáculos para el acceso a servicios públicos o privados, el 11,6% recibió amenazas, el 9% fue agredido verbalmente y el 2.8% experimentó abuso sexual.

El 62,6% dice que nunca fue discriminado en el último año y el 37,4% sí lo fue. De estos últimos, el 22% fue discriminado mensualmente, el 1.6% semanalmente, el 6,1% diariamente y el 70,3% solo una vez.

En el 39% de las ocasiones las víctimas sufrieron abusos en manos de personas que actuaron solas, en el 23,2% de las veces en grupo y en el 37.8% de las oportunidades solas y en grupo

Los principales responsables de la discriminación son desconocidos, con el 47,7% de las menciones, seguidos por un compañero de estudios (21,7%), un familiar (18.9%), un conocido (17,2%), un compañero de trabajo (14.4%), un oficial de la policía (10,2%), un superior del lugar de trabajo (9.9%), un docente, directivo u orientador del lugar de estudios (8.5%), funcionarios de instituciones privadas (7,9%) y públicas (7.1%), un/a amigo/a (7,1%) y personal de la salud física o mental (4%).

Solo el 14,5% denunció el último de episodio discriminación, mientras que el 85,5% no lo reportó.

El 27,1% no denunció porque pensó que nada cambiaría; el 22,9% porque no sabía cómo o dónde denunciar, el 20,6% porque “no vale la pena, estas cosas suceden todos los días”, el 16,1% por miedo a más intimidación o abuso, el 15% porque pensó que no sería tomado en serio, el 11% porque no quiso revelar su orientación sexual, el 9.3% porque “quedé muy afectado emocionalmente”, el 5.6% porque solucionó el problema él mismo y el 4.2% porque “no tuve tiempo”.

El 22% reporta que alguna vez se hizo daño producto de la discriminación, mientras el 78% jamás incurrió en esas prácticas. De quienes sí se hicieron daño, el 64% se aisló del resto de las personas, el 42% pensó en el suicidio, el 37% dañó zonas de su cuerpo, el 29% consumió drogas de manera abusiva y el 14% dejó de comer.

El 6.3% se infligió daños antes de los 10 años; el 33,1% entre los 11 y 15 años; el 34,5% entre los 16 y 20 años; el 14,5% entre los 21 y los 24 años; el 8% entre los 25 y 29 años y el 3,6% entre los 30 y 39 años.

El 70.3% evita siempre (18.9%) o a veces (51,4%) expresar su afecto en público hacia otro hombres por temor a ser agredido, amenazado o acosado. El 13,3% nunca lo evita y el 16,4% se censuraba antes, pero ya no.

El 52% evita siempre (11,6%) o a veces (40,4%) visitar algunos lugares por temor a ser agredido, amenazado o acosado. El 34,7% nunca los evita y el 13,3% antes lo hacía, pero ya no.

El 44,1% dice que evita expresar de alguna manera su orientación en el transporte público, seguido por el lugar de trabajo (39.8%), una calle, una plaza o un parque (31.4%), otros lugares públicos (30.5%), una cafetería, un restaurante, un pub, un bar o una disco (13,8%), lugar de estudios (5.6%) o en su propia casa con el 5.4% de las menciones.

El 60% vive de manera libre su orientación sexual y el 40% no. De estos últimos, el 45,7% no vive en libertad por temor a problemas en el trabajo, el 16,5% porque sus familiares podrían rechazarlo, el 15,7% porque cree que le causaría daño a alguien, el 14,5% porque no está preparado para contarlo, el 4.5% porque tendría problemas en su lugar de estudios y el 3.1% porque sus amigos podrían marginarlo.

Pese a lo anterior, el 78,4% dice que las personas lo aceptan cuando se enteran de su orientación sexual, mientras en el 13.8% de los casos reaccionan con indiferencia y el 1,1% con rechazo. El 4.2% habla de otras reacciones y el 2,5% indica que nadie sabe sobre su orientación sexual.

Pese a lo agudo de la discriminación, el 89% dice que la realidad de las personas LGBTI ha mejorado en los últimos 10 años; para el 6.8% es igual que antes, para el 1.7% ha empeorado y el 2.5% no sabe o no responde.

Discriminación por VIH/SIDA

El 87,8% cree que las personas con VIH/Sida son discriminadas en Chile, el 2.3% piensa que no y el 9.9% no lo sabe. El 11,6% reconoce haber discriminado al menos una vez en su vida a una persona con VIH/Sida versus el 88.4% que no lo ha hecho nunca.

El 99,4% dice que las personas con VIH deben tener los mismos derechos que otras y el 0.6% piensa que no.

El 87,8% señala que tiene o tendría amigos con VIH/Sida, el 2,3% no y el 9.9% no lo sabe.

El 60,8% afirma que si ha tenido alguna relación erótica o sexual con una persona que tiene VIH, el 27,1% señala que no, pero que no tendría problemas en tenerla, mientras el 12,1% dice que jamás lo haría.

De quienes nunca tendrían relaciones sexuales con una persona con VIH (12,1%), el 88%, es por miedo de adquirir el virus, el 6% porque no confiaría en quien tiene el virus y el 6% porque no sabría como prevenirse.

Vida en pareja

El 57,7% dice que su primera pareja fue un hombre; el 41,5% una mujer, mientras el 0.8% señala que nunca ha tenido pareja.

La primera pareja tenía entre 16 y 20 años (42,9%) seguida por los rangos de 21 y 24 años (22,7%), 11 y 15 años (15,2%), 25 a 29 años (9,6%), 30 a 35 años (5.9%), 36 a 40 años (2,8%), 41 a 45 años (0.6%), 51 a 60 años (0,3%).

El 35,9% de los hombres tuvo su primera pareja del mismo sexo entre los 16 y 20 años , seguidos por los rangos de 21 a 24 años (33.6%); 25 a 29 años (15,5%), 11 a 15 años (8.5%) y 30 a 39 años (6,5%).

El 5.6% ha tenido solo una pareja; el 14.1%, dos; el 21,5%; tres, el 14,2%, cuatro; el 11,6% cinco; el 9.6%, seis; el 2,5% siete; el 2,8%, ocho; el 0.6% nueve, el 1,1%, diez y el 16.4% ha tenido más de 11 parejas.

El 38,4% dice que el mínimo de tiempo que ha durado con una pareja fue “solo semanas”, seguida por “más de seis meses, menos de un año” (28%), “solo días” (13.3%), un año (9.3%), entre 2 y 4 años (7.1%), entre 5 y 8 años (2.5%), entre 9 y 12 años (0.8%) entre 13 y 16 años (0,3%) y entre 21 y 24 años (0.3%).

En tanto, el 39.9% señala que el máximo de tiempo con una pareja fue de 2 a 4 años; seguido por entre 5 y 8 años (26,8%), entre 9 y 12 años (14,7%), un año (6,5%), mas de seis meses, menos de un año (4.5%), entre 13 y 16 años (4.2%), entre 17 y 20 años (2%) y solo semanas (1.4%).

Vida sexual y amorosa

El 83,4% cree que no es necesario estar enamorado para tener relaciones sexuales. El 13,8% piensa que sí es necesario, aunque reconoce haber tenido sexo sin amor. Solo un 2.8% cree que es necesario estar enamorado.

El 36,4% dio por primera vez un beso en la boca a un hombre entre los 16 y 20 años, el 22,4% entre los 21 y los 24 años; el 22% entre los 11 y 15 años; el 7.9% entre los 5 y 10 años; el 7.1% entre los 25 y 29 años; el 2.8% entre los 30 y 39 años y el 1.4% antes de los 5 años.

El 0,8% dice que jamás ha brindado o recibido caricias íntimas en el cuerpo, o genitales, mientras el 99.2% sí lo ha hecho.

El 40.7% tuvo su primera relación con un hombre entre los 16 y 20 años; el 23,2% entre los 21 y 24 años; el 18,6% entre los 11 y 15 años; el 8.2% entre los 25 y 29 años; el 5,6% menos de 10 años y el 3,7% entre los 30 y 39 años.

La primera persona del mismo sexo con la que los hombres tuvieron su primera relación sexual tenía entre 16 y 20 años en el 28.5% de los casos, seguido por los rangos de 21 a 24 años (20.9%), 25 a 29 años (16.7%), 30 a 39 años (15,5%), 11 a 15 años (13,3%), 40 a 49 años (2,5%), menos de 10 años (1,4%), 50 a 59 años (0,6%) y 60 a 69 años (0.6%).

La primera persona del mismo sexo con la que un hombre tuvo su relación sexual fue su amigo (24%), seguido por su pareja (23,2%), un conocido (22,9%), a alguien recién visto (18.4%), un andante (7%), un trabajador sexual (0.8) y otros (3,7%).

El 38,1% tuvo su primera relación sexual en la casa de la otra persona; el 22% en “mi casa”, el 14,1% en “casa de familiares míos o de la otra persona”; el 8.5% al aire libre; el 5,6% “fuera de casa, pero en un lugar cerrado, como discotecas o bares”, el 2,3% “en una sauna, ciber u otro lugar de ligue gay”, el 2,3% “en la casa de ambos”, el 0,6% “en un lugar donde se ejerce el comercio sexual” y el 2,8% en otros espacios.

El 32,5% perdió la cuenta con cuántos hombres ha tenido relaciones sexuales a lo largo de su vida; el 15,5% tuvo entre 11 y 20 parejas sexuales; el 10,7%, entre 2 y 5; el 9% entre 6 y 10; el 8.8% entre 21 y 30; el 8,2% más de 51 pero menos de 100; el 7.9% con más de 100; el 3.7% entre 31 y 40; el 2.3% entre 31 y 50 y el 1,4% solo con uno.

El 54% dice que nunca ha tenido relaciones sexuales con mujeres; el 20,6% solo con una; el 18,6%, entre 2 y 5; el 3,7% entre 5 y 10; el 2% entre 11 y 20, mientras que el 1,1% perdió la cuenta.

El 43,2% ha tenido “muchas relaciones sexuales” con personas que conoció por redes sociales o aplicaciones, el 41,8% “algunas veces”, el 6.8% “solo una vez” y el 8.2% “nunca”.

El 1.1% ha pagado “muchas veces por sexo”, el 12,7% “algunas veces”, el 12,1% “solo una vez” y el 74,1% “nunca”. En tanto, el 2,3% le han ofrecido dinero “muchas veces” a cambio sexo, al 11% “algunas veces”, al 12,4% sola una vez y al 74,3% “nunca”.

El 7,3% ha tenido sexo la “mayoría de las veces” bajo el efecto de alguna droga, el 9.3% “solo una vez” y el 53.7% “algunas veces”. El 20.1% nunca ha consumido drogas, mientras un 9.6% sí, pero no practicó sexo mientras ello ocurrió.

El 56,8% consume “frecuentemente” pornografía, el 30,5% solo “a veces” y el 10,5% “casi nunca”. Solo el 2.2% no ve nunca pornografía.

En los últimos 12 meses el 35,9% de los hombres ha tenido relaciones sexuales con 1 persona de su mismo sexo; el 28.4% con entre 2 y 5 personas; el 13,8% entre 6 y 10; el 7.6% perdió la cuenta; el 5.6% entre 11 y 15; el 3,1% entre 16 y 20; el 2,5% más de 31; el 0,8% entre 21 y 26; el 0.6% entre 26 y 30. En tanto, el 1.7% no tuvo relaciones.

En los últimos 12 meses el 95.8% practicó penetración anal, el 3.4% penetración vaginal y el 89,3% sexo oral. Además, el 78% tuvo sexo sin condón, el 72% tuvo sexo con dos o más personas al mismo tiempo, el 63% practicó sexo virtual, el 58,2% uso juguetes sexuales, el 38,1% practicó cruising, el 17.2% intercambió parejas, el 15,8% experimentó juegos sadomaquistas y el 14,1% fisting

El 76,6% ha consumido al menos una vez en su vida marihuana; el 51,1%, Popper; el 34,5% cocaína; el 22,6%, éxtasis; el 22,3%, tranquilizantes; el 17.2% LSD; el 11,6%, hongos; el 0.6% drogas inyectables. Solo el 16,4% nunca ha consumido drogas.

En los últimos 12 meses, el 57,1% consumió marihuana; el 30.5%, popper; el 19.5%, cocaína; el 15%, tranquilizantes o somníferos; el 13,6%, éxtasis; el 5,1%, hongos; el 4.5%, LSD y el 0.3% drogas inyectables. El 34,5% no consumió drogas.

El 38,7% ha consumido al menos una vez viagra y el 61.3% nunca

El 59% jamás ha sentido “culpa, miedo o arrepentimiento” por tener sexo con un hombre; el 38,5% “a veces” y el 2.5% “frecuentemente.

Prevención de VIH e ITS

El 44,6% no usó ningún método de prevención en su primera relación sexual, el 51,2% utilizó condón y el 4.2% interrumpió el coito.

El 93,8% dice que cuando ha usado preservativo es para prevenir el VIH y otras ITS; el 2.5% para evitar embarazos y el 17,2% por costumbre.

El 18,4% señala que siempre usa condón; el 47,2% “la mayoría de las veces”, el 32,2% solo “algunas veces” y el 2,2% “nunca”.

El 33,6% no usa condón con su pareja porque confía en ella; el 34% porque se hicieron el examen y ambos son negativos; el 4.9% porque “ambos somos VIH positivos y sabemos como cuidarnos”, el 1.5% porque “ambos somos VIH positivos y nos da lo mismo”. El 26% siempre usa condón con su pareja.

El 45,8% usó por primera vez preservativo entre los 16 y 20 años; el 31,9% entre los 21 y 24 años; el 9,9% entre 25 y 29 años; el 7,3% entre 11 y 15 años; y el 5,1% entre los 30 y 39 años.

El 24% no usó por primera vez preservativo entre los 21 y 24 años; el 35% entre los 15 y 20 años; el 14,7% entre los 11 y 15 años; el 12,2% entre los 25 y 29 años; el 7,6% no lo recuerda, el 6.2% entre 30 y 39 años y el 0.3% entre los 40 y los 49 años.

En los últimos 12 meses, el 22,3% usó siempre preservativo; el 27,1% la mayoría de las veces; el 22.6% solo algunas veces y el 26% nunca, mientras el 2% no tuvo relaciones sexuales.

En momentos cuando los hombres han tenido pareja, el 29,7% nunca tuvo relaciones sexuales con otras personas; el 40,6,% sí las tuvo y siempre usó condón; el 26,6% solo a veces usó condón y el 3.1% nunca lo usó.

Para el 89,5% es “fácil” conseguir condones y para el 10.5% es difícil.

El 91,% obtiene generalmente preservativos en farmacias; el 25,1% en centros públicos de salud, el 22% de la otra persona con que tiene sexo, el 13,3% a través de amigos; el 6.5% en ONGs, el 2.8% en centros privados de salud, el 4,2% en casa.

El 61% siente miedo o incomodidad de practicar relaciones sexuales con alguien de quien no se sabe si tiene VIH u otra ITS, mientras el 39% no tiene temor.

VIH, ITS y salud

El 92,7% dice que sabe donde encontrar información sobre VIH y el 7,3% no. El 74% cree que es fácil acceder a información sobre VIH y el 26% lo considera difícil.

El 25% jamás ha consultado a un profesional de salud sobre alguna duda o problema con su vida y el 75% sí lo ha hecho. De quienes consultaron, el 82% lo hizo como un chequeo preventivo; el 80% para hacerse el examen de VIH, el 50,4% porque tuvo una relación sexual de riesgo y el 47,7% porque creyó tener síntomas de VIH u otras ITS.

El 61,3% ha encontrado información sobre VIH en páginas oficiales de Ong´s, el 50% “en cualquier parte de internet”; el 49,4% en páginas web del Ministerio de Salud; el 44.1% en organizaciones de la diversidad sexual o de derechos humanos; el 38,1% en centros públicos de salud; el 28% en centros privados de salud; el 13% en la familia; el 10,7% en el Ministerio de Salud, el 7.3% en su lugar de trabajo
El 91,8% cree que las campañas de VIH/SIDA del Estado no han sido efectivas y el 8.2% piensa que sí.
El 95,8% se ha hecho al menos una vez en su vida el examen de VIH y el 4,2% “nunca”.

El 21.8% se hizo el examen de VIH por última vez hace menos de tres meses; el 24,1% hace unos seis meses; el 19,2% hace más de dos años; el 17.8% hace un año, el 8.2% hace dos años; el 5.6% hace un año y medio.

Entre las razones porque las personas se han hecho el examen de VIH se cuentan el chequeo general (58,8%), porque “pensé que estaba en riesgo” (35.3%), por “problemas de salud que podrían estar relacionados” (20.3%), para empezar una nueva relación (19.5%), “me hospitalizaron y lo hicieron por rutina” (13,3%), “mi pareja me lo pidió (13%), “iba a donar sangre” (11%).

De quienes se han efectuado el examen el 12.5% es positivo; el 79,6% es negativo, el 2% nunca conoció los resultados, el 5.9 prefiere mantener en reserva el resultado.

El 40.4% ha tenido a lo largo de su vida una o más parejas que viven con VIH, el 49,4% no y el 10.2% no lo sabe.

El 26,3% ha tenido al menos una vez sífilis a lo largo de su vida, el 20,6% gonorrea; el 15.3% condiloma, el 5,9% candidiasis, el 5.4%, clamidia. Solo el 52,5% nunca ha tenido una TS

En el último año el 8.2% tuvo sífilis; el 3.7%, gonorrea , el 2.8%, condiloma el 2,3%, candidiasis, el 2% cladimia. El 81,9% no tuvo ninguna ITS.

En relación a la PrEp, el 27,1% sabe lo qué es y para qué sirve, pero no sabe como usarla, ni donde conseguirla; el 22.6% sabe lo que es, para que sirve y sabe donde conseguirla, pero no sabe usarla, el 20.5% no tiene idea qué es; el 15.5% solo sabe para qué sirve; el 14,3% sabe lo que es, para que sirve y como usarla, pero no sabe donde conseguirla.

Por último, y en relación a los prejuicios, el 2% dice que el VIH no puede transmitirse de hombre a mujer aún cuando no usen preservativo; el 8.5% piensa que el VIH no se puede transmitir de madre a hijo durante el embarazo y el 5.4% no lo sabe; el 5,4% afirma que el VIH se puede transmitir a través de una picadura de mosquito y el 15.6% no lo sabe; el 2,8% desconoce si hay tratamientos para el VIH que permitan llevar una buena calidad de vida; el 1.7% cree que una persona con VIH no está en condiciones físicas de trabajar normalmente y el 1.7% no lo sabe; el 4.8% no está de acuerdo con que cualquier persona puede contraer el VIH; el 3.4% cree que el condón no previene del VIH; el 1.4% no sabe si una persona que se ve sana puede tener VIH; el 2.5% piensa que las personas con VIH deben ser apartadas del resto; el 2,5% no estaría dispuesto a compartir sus utensilios de alimentos con alguien que tiene VIH y el 5.4% no sabe si lo haría; el 0.8% desconoce si seguiría compartiendo con un compañero de trabajo luego de enterarse que tiene VIH, el 1.1% dice que no puede adquirirse el VIH al tener una relación sexual sin preservativo con un hombre y el 1.4% no lo sabe y el 3.1% cree que no aumentaría el riesgo de adquirir VIH si tiene relaciones sin condón con alguien viviendo con el virus.

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El Periodista