Patricio Herman: ¡Bien Monckeberg y el Senado!
Ambos dejaron en nada el proyecto de ley con el nombre bonito y mentiroso de “integración urbana y social”, aprobado por la Cámara de Diputados el 14 de agosto de 2019 con 73 votos a favor, 55 en contra y una abstención.
Por Patricio Herman, presidente Fundación Defendamos la Ciudad
La Asociación Chilena de Barrios y Zonas Patrimoniales nos manifestó que la semana pasada la Comisión de Vivienda y Desarrollo Urbano del Senado resolvió, conforme a propuesta del ministro del ramo, Cristián Monckeberg, dejar en nada el proyecto de ley con el nombre bonito y mentiroso de “integración urbana y social”, aprobado por la Cámara de Diputados el 14 de agosto de 2019 con 73 votos a favor, 55 en contra y una abstención.
Lo más grave de este proyecto de ley se relaciona con la trampa cometida por varios diputados que lo aprobaron, a pesar de que tenían acreditados conflictos de interés, ya que a pesar de su eufemístico nombre esa legislación buscaba entregar facilidades de negocios a la industria inmobiliaria y tales avispados legisladores, en sus declaraciones de patrimonio e intereses, dejaron en claro que se relacionaban con ese lucrativo sector de la economía. Si los diputados que estaban inhabilitados para votar hubieran actuado con probidad, ese proyecto de ley no se habría aprobado.
Pero el colmo de la desvergüenza fue la decisión de la llamada Comisión de Ética y Transparencia de la Cámara, ya que diversos grupos ciudadanos le exigieron a la misma que sancionara ejemplarmente a esos festivos diputados que violaron sus propias reglamentaciones internas y aunque los lectores no lo crean, tal Comisión en un comportamiento asaz bochornoso, graciosamente los perdonó sin adoptar ni la más mínima medida disciplinaria.
Como vemos, entre bueyes no hay cornadas, lo que demuestra a todas luces como opera la corrupción en ese poder del Estado y recién ahora hemos tomado conocimiento que a dicha iniciativa legislativa del gobierno se le introducirán algunas modificaciones, esperando que ellas se relacionen con el respeto forzoso que deben tener las Zonas de Conservación Histórica contenidas en los Planes Reguladores Comunales (PRC) y las Zonas Típicas declaradas en las ciudades por el Consejo de Monumentos Nacionales, cuando la autoridad regional del Minvu desee fijar cambios urbanísticos en ciertos polígonos localizados en ejes estructurantes para allí dar paso a viviendas de integración social y urbana.
Otra idea que tenía ese frustrado proyecto de ley era fusionar el Minvu con el Ministerio de Bienes Nacionales, lo que nos parece atinado, recordando que tiempo atrás esos dos ministerios formaban, por un corto período, uno solo y desde esta tribuna de prensa le proponemos a Monckeberg que en su ministerio se recobren la Corporación de la Vivienda (Corvi) y la Corporación de Mejoramiento Urbano (Cormu), eliminadas en la dictadura, pensando en los nuevos tiempos dentro de los cuales será prioritario el rol social que impondrá el Minvu.
Estamos seguros que podremos disponer en unos meses más de una buena ley con medidas objetivas sin pensar tanto en el lucro inmobiliario y todo dependerá de quienes la redacten, la revisen y la aprueben en el Congreso Nacional. Por ahora esperamos que los diputados se pongan a la altura de sus responsabilidades.
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