Para ver en Netflix: Historia de un matrimonio

¿Es una película de desamor,divorcio, tuición de hijos, de abogados carroñeros? Tiene esos componentes. pero es mucho más que eso. Soy de los que cree de principio a fin que “historia de un matrimonio “ es una muy buena película de amor.

Por Marcelo Segura

¿Cuando fue la última vez que le preparaste un café en la mañana?, ¿le escribiste un poema?, ¿le dejaste en el bolso un simple pan con mantequilla, justo antes de emprender un viaje?

Son movimientos frágiles, diminutos que se transforman en gigantes cuando ya no es posible repetirlos. Uno los busca mirando las fotos del pasado y si las fotos ya las han sacado de la pared solo te queda cantar una canción de amor en un bar, extrañando el corte de pelo que ella te hacía o el ridículo baile que hacías cada noche.

“Historia de un matrimonio” parte justamente enunciando esas cosas que te derriten del otro, que solo ella tiene, la mayoría difíciles del entender para quienes aún no deciden vivir en pareja. La cinta estrenada en Netflix esta semana termina con una de esas infinitas escenas Donde Nicole ( Scarlett Johansson) anuda los zapatos de Charlie ( Adam Driver ). Un nudo, un fuerte y eterno nudo en los pies del que ¿fue? Amado.

¿Es una película de desamor,divorcio, tuición de hijos, de abogados carroñeros? Tiene esos componentes. pero es mucho más que eso. Soy de los que cree de principio a fin que “historia de un matrimonio “ es una muy buena película de amor.

Algunos críticos ponen a esta película de Netflix como heredera de Kramer v/s Kramer de Robert Benton. Otros le han situado en el espacio emocional de “Secretos de un matrimonio” de Ingmar bergman.

Aunque es posible ver atisbos de ambas, “Historia de un matrimonio” logra zafar bien de ser hija de las anteriores y se configura como una de esas películas que no se pueden borrar, justamente porque se edifican en la limpia y singular belleza de las actuaciones, el poderoso guion y el ritmo del dolor de los amantes.

El director Noah Baumbach escribe un guion que calza exacto con este tiempo. El éxito individual se busca con tanto deseo que dejamos de desear a quienes amamos, les dejamos esperando eternamente en el pasillo de la vida, creyendo que estarán siempre allí.

Para esto, Baumbach elige a Johansson y Driver de marineros de este barco, quienes navegan en la tempestad y la calma con una magistral destreza. Si bien Charlie parece llevar el timón emocional, Nicole es quien tiene la brújula.

También son notables las actuaciones de Laura Dern y Ray Liotta que se muestran como enemigos estilo GOT, dispuestos a todo con tal de vencer. Llenos de odio y vacíos de escrúpulos, se lanzan a una guerra donde muestran lo más oscuro de los expertos en divorcios. Como en una zona cero, los abogados se dicen de todo, pero los verdaderos protagonistas están silentes, desconfiados de esa guerra que ellos saben no es la suya. Cada palabra que sale de la boca de los buitres leguleyos parece ser un tormento que no disfrutan Nicole ni Charlie.

No es una película solo para derrotados del corazón. Aunque quienes llevamos varias derrotas podemos llorar unas 5 veces a lo menos. No tiene tampoco un Target en separados, guapos, urbanos y exitosos. En New York, Toulouse y Valdivia se sufre más o menos parecido cuando se rompe un amor.

La película nos muestra a Nicole dejando el diario vivir junto a Charlie. Lo deja quizás porque se aburre de ser sólo una parte de un guion que ella no ha escrito. Prefiere volver a Los Ángeles, que es donde ella tiene sus raíces. Charlie no logra entender la partida. El guion estaba bien escrito, ella era al personaje principal, tenían un bello hijo. Él asunto era otro: la autoría, quien ponía los puntos, las exclamaciones, los puntos seguidos y los capítulos.

Charlie no logra entender que ha sucedido ( #Todos somos Charlie podría ser un hastag de separados pues representa muy bien a la mayoría de nosotros los hombres que casi nunca entendemos nuestras historias de matrimonio).

El talentoso director de teatro sufre con la lejanía de Nicole y el entramado burocrático de las visitas quincenales. Aún con todo esto en contra, siempre guarda un poquito de fe.

El desamor es eso, una profunda herida y en eso radica su propia Esperanza, como dice la poeta Anne Carson “Una herida arroja luz propia…/ Si todas las luces de la casa estuvieran apagadas/ podrías adornar esta herida con su brillo“. ( 1)

Por eso La sangre que brota de su herida no es casual . El ha llevado esta historia a una herida difícil de sanar. Heridos ambos, sangrantes ambos, no dejan un solo instante de emitir la luz de los buenos amores.

Porque a fin de cuentas, Si después de estar tanto tiempo juntos, no queda ese mínimo brillo, fue solo un “amor cobarde, que nunca llegara a ser historia y se quedará allí”. (2)

1: Anne Carson . Una herida “ la belleza del marido”
2: ( óleo de mujer con sombrero . Silvio Rodríguez )

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El Periodista