Caro Brown: ¿Entonces qué?

A lo lejos escuchamos las aspas del helicóptero girar en la noche. Otra vez. Alguien le grita a todo pulmón desde su ventana y, mientras me lavo los dientes, como todos los chilenos voy pasando de la esperanza al terror, de la rabia a la tristeza, de la paranoia a la angustia para después volver a empezar.

Por Caro Brown, escritora*

Soñamos con pacos, lacrimógenas, incendios. Gente que desaparece. Quemados que tienen balas en el torso. Eso último no lo soñamos. Al despertar, vemos a los políticos en la tele, repitiendo el mismo discursillo gastado. Ni ellos lo creen. Las mismas medidas cosméticas, las mismas palabras vacías. Un “día de la marmota”, con Sebastián Piñera en cadena nacional, hablando de grupos peligrosos y subversivos que quieren destruir Chile desde las sombras. ¿Dónde está ese enemigo peligroso? Han pasado 3 semanas y ninguna prueba, ningún detenido ¿entonces qué?

                  Caro Brown

Las acciones de carabineros causan profunda sospecha y luego rabia. Una lacrimógena entra por la ventana de un vecino, en el piso 7. Pacos que entran a un liceo y le disparan perdigones a las escolares. Vemos al zorrillo gasear en directo a quienes no están haciendo absolutamente nada y luego desaparecer convenientemente para los saqueos y los incendios. “Es una estrategia de judicialización”, se excusan. Si el actuar de nuestras policías no es una locura ¿entonces qué?

Me cuentan de un artículo sobre conflicto palestino-israelí, que explica cómo las armas no letales pueden ser utilizadas estratégicamente por las policías para causar lesiones invalidantes de por vida. Crear un ejército de jóvenes mutilados en un país donde las oportunidades ya son estrechas y las pensiones de invalidez no alcanzan para nada. Si eso no es está hecho para generar miedo, si no está diseñado específicamente para castigarte ¿entonces qué?

En la tele, los periodistas se ponen de acuerdo y utilizan la única pregunta que se les permite en el punto de prensa para preguntar por los derechos humanos. Por los heridos civiles versus los heridos en uniforme. Al menos yo estoy muy pendiente de la respuesta. Piñera insiste en que no hay diferencia de trato. Pienso en el desayuno con los carabineros heridos, hecho especialmente para la televisión. Pienso en cierta ministra que no ha tenido una palabra sobre las violaciones, torturas, muertes y desnudamientos de mujeres durante estos días, pero condena muy públicamente el ataque a unas carabineras. Si eso no es trato preferente ¿entonces qué?

Chadwick y Piñera dicen que no tienen ninguna responsabilidad política. La ex intendenta reconvertida en vocera, dice que Chadwick y Piñera no tienen ninguna responsabilidad política. Si los políticos no tienen responsabilidad política sobre las decisiones que toman (como declararnos la guerra y sacar a los militares a la calle) ¿entonces qué?

En el parlamento sonríen y golpean la mesa, como en una fiesta, cuando salen sorteados los nombres para integrar la comisión que analizará la acusación constitucional contra Chadwick. Al mismo tiempo, en Iquique, un anciano hace fila durante tres días para que le entreguen un remedio para el asma. Los honorables se ríen como niños en sus cómodos asientos, porque Joaquín Lavín Jr. para variar no estaba cuando sale su nombre. Mientras los escucho reír, por mi ventana veo crecer las llamas del incendio que consume el San Cristóbal, uno de los pocos parques públicos que tiene esta ciudad. Circulan por redes sociales cartas de sindicatos de diarios y canales de TV que acusan intervención de la prensa; videos de encapuchados que bajan de autos policiales para perderse en la multitud; frases desafortunadas de ministros sin ningún contacto con la realidad. Y, mientras afuera escucho balazos, por la radio me entero que alguien, en alguna parte del mundo que aún funciona y que me parece en este momento inalcanzable, mandó 12 botellas de vino tinto de Bordeaux a la estación espacial internacional para un estudio científico.

¿Entonces qué? Me pregunto una y otra vez mientras miro el techo sin conciliar el sueño. ¿qué podemos hacer? Todos juntos. Ahora mismo. Me encantaría que alguien tuviera una respuesta, algo más que una palabra bien intencionada. Una señal. Pero no hay.

Por ahora, lo único que se me ocurre es seguir saliendo a la calle.

*Escribió En el Agua, El final del sendero y Rudas. Integra AUCH! (Autoras Chilena).

Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.

El Periodista