Chile busca medidas para combatir a mega sequía

Expertos están de acuerdo de que Chile está sufriendo una de las peores sequías de su historia. La zona central del país lleva doce años con escasez de agua, además de cantidades de lluvias menores a los rangos normales. El déficit continúo este año y la baja de los caudales de ríos en conjunto con la alta demanda de agua han contribuido a la situación.  

La escala de la sequía 

Santiago tuvo el invierno más seco de los últimos 21 años. Según cifras de la Dirección Meteorológica de Chile (DMC), cayeron solamente 59,2 milímetros de agua. Además, ciudades como La Serena, Valparaíso y Curicó tienen un déficit de lluvia entre el 74% hasta el 84%. 

Sorprendentemente, un estudio de la Fundación Chile descubrió que un 76% de la superficie del país está afectado por la sequía. Las autoridades han implementado decretos de escasez en 56 comunas de tres regiones. También hay 111 municipios bajo decretos de emergencia agrícola, con objetivo de proveer recursos a estas zonas. 

Varios sectores han sufrido consecuencias de la sequía incluyendo los de la minería, la industria energética, y el sector agropecuario. El Ministerio de Agricultura informó que aproximadamente 10 mil animales han muerto entre las regiones de Coquimbo al Maule debido a la larga duración de la sequía. 

«Este año ha sido muy crudo, prácticamente en todo el país, pero particularmente intenso en la zona centro-norte y centro-sur. Santiago tiene un déficit cercano al 80% y es casi imposible de revertir porque aquí la lluvia cae en invierno. Pero lo relevante es que este año sin lluvias viene a sumarse a un período de megasequía que ya lleva más de diez años y que es poco comparable a nivel histórico«, explica Juan Pablo Boisier, físico de la Universidad de Chile y climatólogo e investigador del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2, en una entrevista con La Nación Argentina. 

Respuestas del Presidente

El presidente Sebastián Piñera anunció una serie de medidas para enfrentar a la crisis durante una rueda de prensa en septiembre. Recordó que “Chile vivía como si fuera un país que tuviera abundancia de agua. Probablemente el cambio climático y el calentamiento global cambiaron esa situación, quizás para siempre”.  Además, aseguró que el gobierno está “especialmente preocupado” por el acceso de agua de las zonas rurales y urbanas. 

“El abastecimiento de agua potable está garantizado durante esta temporada de primavera y verano, pero vamos a tener que hacer cambios importantes para asegurar que este se mantenga en el tiempo”, agregó el presidente Piñera. Chile se prepara para la COP25, la conferencia sobre el calentamiento global más grande del mundo, la cual se realizará dentro del país. 

Acciones 

Varios ministerios buscan encontrar potenciales soluciones y han recurrido hasta China para aprender sobre sus medidas en el combate del cambio climático. Las carteras de Obras Públicas y Agricultura trabajan en diversos proyectos, incluyendo de perforación de pozos, tecnificación del riego y reutilización de aguas servidas tratadas, y la construcción de plantas desaladoras en la zona norte, la cual es la más seca. 

Un proyecto que ha llamado bastante atención se trata de una “carretera hídrica” que tiene como objetivo trasvasar agua desde los ríos del sur hasta la zona árida de Atacama con un sistema de tubos de miles de kilómetros. Aunque el gobierno ha expresado interés en el proyecto, otros científicos y ecologistas no demuestran su apoyo. 

«Las sequías que vemos producto del cambio climático pueden verse aún más exacerbadas por cómo manejamos el recurso, pero también hay un elemento clave que es el uso que le damos al territorio. Hay que repensar el país para equipar la brecha que existe en disponibilidad de agua, entonces hay muchos frentes que se pueden abordar antes de una gran supersolución costosa«, califica al respecto Camila Álvarez, hidróloga e investigadora del (CR)2 y de la Universidad Austral de Chile a La Nación Argentina.

Entonces, es indispensable encontrar medidas eficaces que no solamente aborden al problema de la sequía, sino que también sean conscientes de su impacto en el medio ambiente y en el territorio a través del tiempo. La gente de Chile depende de ello.