Sobrino de Andrés Chadwick está detrás de cuestionado proyecto en Providencia
La Contraloría señaló que el anteproyecto inmobiliario no se ajustaba a derecho y el presidente de Defendamos la Ciudad, Patricio Herman, considera que IFB inversiones "tenía la obligación de saber" que ahí no podía construirse un edificio en altura.
El cuestionado e irregular anteproyecto inmobiliario en Providencia que tiene a la alcaldesa Matthei en «un tremendo problema», según palabras del presidente de la Fundación Defendamos la Ciudad, Patricio Herman, sería de la constructora IFB inversiones, cuyos socios son -entre otros- Pablo Fleischmann Chadwick, hijo de Maria Helena Chadwick y por lo tanto sobrino del Ministro del Interior, Andrés Chadwick y el hijo de uno de los ex dueño del Líder, Sebastián Ibáñez Atkinson. También está Ignacio Bezanilla, hijo del dueño de Besalco.
IFB fue fundada el 2007 y, según su página web, «se ha caracterizado por ser una Empresa Boutique en Inversiones Inmobiliarias, generando relaciones de largo plazo con sus inversionistas y con los demás actores de la industria».
ALARMA ENTRE VECINOS
El anteproyecto, que consiste en la construcción de un edificio en altura de 7 pisos en la calle Toledo, fue aprobado por la Dirección de Obras Municipales el 29 de octubre de 2018, causando alarma entre algunos vecinos de pasaje de Providencia, quienes le encargaron al arquitecto Esteban Montenegro (quien vive ahí) que hiciera las averiguaciones legales correspondientes.
El arquitecto acudió a la municipalidad y el 21 de febrero pasado, la alcaldesa (S) de Providencia, Patricia Caballero, le entregó los datos del anteproyecto, pero “sin indicarse la categoría exacta, según las reguladas en la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones (OGUC), que tiene esa vialidad en el Plan Regulador Comunal (PRC) de Providencia. Tampoco la alcaldesa (S) señaló el nombre de la inmobiliaria”, señala Patricio Herman.
“Al arquitecto Montenegro, quien formuló la consulta por residir en una vivienda unifamiliar en la ‘calle Toledo’ (sic) le llamó mucho la atención el tenor de esa mendaz respuesta municipal, pues por su calidad de profesional competente, sabía que esa estrecha vía es un simple pasaje sin salida, perpendicular a la avenida Pedro de Valdivia, muy cerca del magnífico edificio patrimonial en donde labora la alcaldesa Evelyn Matthei”, relata Herman.
MONTENEGRO VA A LA CONTALORÍA
“El ente fiscalizador, como era su deber, para emitir un juicio vinculante 100% apegado a derecho, formuló consultas al DOM de Providencia y al Seremi de Vivienda y Urbanismo, funcionario este que en su oficio Nº 1691 del 10 de abril de 2019 le responde al contralor Jorge Bermúdez que ‘la vía local Toledo’ no se encuentra en el listado de las vías locales del PRC de Providencia y que el Certificado de Informaciones Previas (CIP) emitido por la DOM a la inmobiliaria no se ajusta a la normativa vigente, pues el edificio de marras se proyecta construir en un pasaje, luego ratificó lo que había detectado oportunamente el vecino Montenegro”, señala Herman.
La OGUC refiriéndose a la angosta vía del Anteproyecto dice que los pasajes no podrán considerarse como acceso para los usos de suelo de infraestructura, actividades productivas, equipamiento y residencial, aceptándose solo viviendas con 2 pisos de altura más mansarda, lo que sabe muy bien toda la comunidad de arquitectos.
“Demostrativo del sesgo inmobiliario adoptado por el funcionario que emitió el CIP, la Contraloría en su dictamen Nº 8.518 del 12 de julio de 2019 enviado a la alcaldesa Matthei, expresó que ese documento municipal, provisto por el vecino recurrente, contravenía un determinado artículo de la OGUC, pues ahí se omitían una serie de datos obligatorios, El pecado de la Dirección de Obras Municipales en ese CIP fue su mención a que la vía que enfrenta el anteproyecto era local, es decir, una notable falsedad que le servía como traje a la medida de la empresa que lo necesitaba para solicitar el anteproyecto” agrega Herman.
La Contraloría en su dictamen, además, le recuerda a la Municipalidad de Providencia cómo se clasifican las vialidades y le dice claramente cuáles son las características de los pasajes, concluyendo que el susodicho anteproyecto no se ajustó a derecho, diciéndole, ya que sus dictámenes tienen fuerza obligatoria, que ahora se deberá iniciar el proceso de invalidación de los actos administrativos irregulares.
Según Herman y algo que preocupa a los vecinos, que temen se le tuerza la mano a la Contraloría, es qué pasará ahora.
Explica el presidente de Defendamos la Ciudad: “La inmobiliaria que ya compró los 3 inmuebles dirá que fue inducida a ello porque le dio crédito al incompleto contenido del CIP que falseó la categoría de la vialidad, ello a pesar de que dicha empresa tenía la obligación de saber que se trataba de un pasaje. Dado que están en juego unos cuantos cientos de millones de pesos el titular del negocio, alegando buena fe, podría echarle la culpa al municipio exigiéndole una millonaria indemnización, delicado asunto que tendrá que resolver doña Evelyn en el transcurso de estos días”.
Para Herman es fundamental que “ante esta bochornosa situación” la Cámara Chilena de la Construcción (CCHC) exprese su opinión al respecto, dejando de manifiesto que “en este episodio un temerario inmobiliario, socio de esa asociación gremial empresarial, intentó pasar gato por liebre para obtener ilegalmente una suculenta rentabilidad. ¿O, ya para reírse, nuevamente su presidente lobista dirá que se está vulnerando la pregonada “certeza Jurídica” de los permisos de edificación?”.