Embajadora de Marruecos reúne a líderes en Chile del Islam, la Iglesia Católica y el Judaísmo
A la cita llegaron representantes de casi todas las religiones, entre ellos monseñor Celestino Aós, Sergio Abad arzobispo Metropolitano de la Iglesia Ortodoxa, Abraham Cohen, presidente de la Asociación Israelita Sefaradí e Ibnu Roumia, del Centro Islámico de Santiago y de la mezquita Assalam.
En medio del Ramadán, al término del ayuno diario y con el objetivo de conocerse, la embajadora de Marruecos en Chile, Kenza el Ghali y su esposo, Mohamed Nfisi, recibieron en su residencia de Lo Curro a los representantes de las religiones más importantes del país, entre ellos monseñor Celestino Aós, Sergio Abad, arzobispo Metropolitano de la Iglesia Ortodoxa, Abraham Cohen, presidente de la Asociación Israelita Sefaradí e Ibnu Roumia del Centro Islámico de Santiago y de la mezquita Assalam
“El estar esta noche en esta casa, conviviendo con estos hermanos, forma parte de la tradición marroquí, país en el que vivimos sin ninguna distinción entre judíos, cristianos y musulmanes. Hace pocas semanas tuvimos la visita del Papa Francisco, por invitación de nuestro rey, Mohamed VI, el que transmitió un gran mensaje para la humanidad. En esta oportunidad, con mucho cariño, solo estoy reproduciendo un esquema de mi cultura y de mi país, recibiendo a mis hermanos en nuestra casa”, sostuvo sobre el encuentro la embajadora Ghali.
A la cita, realizada la tarde del jueves, llegaron además de los mencionados, Mohamed Rumie, Presidente de la mezquita Salam (Chile España), Andrés Aguilar de la comunidad judía marroquí, Georges Abed, Arzobispado Ortodoxo de Chile y, Alejandro Levy, de la comunidad judía de Santiago.
Sobre el encuentro, monseñor Aós, junto con agradecer la iniciativa de la embajadora y destacar su amabilidad, dijo que este tenía como objetivo, además de juntarse en torno a una mesa, hacerlo fundamentalmente en torno “a la verdad, junto a la búsqueda de Dios y de su voluntad”.
“Aquí estamos personas que pertenecemos a distintas religiones, todos unidos como hijos de Dios, como criaturas del altísimo a quien alabamos, a quien queremos servir con nuestras palabras y nuestras obras. Esforzándonos en ser buenas personas iremos construyendo un mundo mejor, el que todos anhelamos, donde vivamos en paz. Me gustaría que estas cosas, aparecieran en los medios, en una sociedad violenta, que se desgarra y se muerden los unos a los otros, el hecho que seamos capaces de sentarnos a una mesa, conversar, gente de todas las religiones, quienes debemos ser testigos y artesanos de la paz y del bien”, señaló el administrador apostólico de Santiago.
El encuentro, muy distendido, comenzó a las 17 horas, donde los intervinientes hablaron sobre sus respectivas religiones, intercambiaron experiencias y conversaron sobre los problemas que aquejan al planeta. Luego, acompañaron a los representantes del Islam a terminar el ayuno diario que en este mes de Ramadán, el noveno del calendario musulmán, realizan durante las 6 y las 18 horas.
Este año el Ramadán comenzó el 5 de mayo y finaliza el 4 de junio.
“Este encuentro tiene mucho valor hoy día, que al conocer al otro, diferente, es una obligación para poder entender este mundo que cada día es más complejo. Como musulmán creo firmemente en que es importante establecer lazos de unión, puentes para comunicarnos, porque la creación fue hecha por Alá y él dice en el Corán que si se le hubiese placido toda la humanidad creería. No somos todos iguales por su decisión. Si somos obedientes a Alá, entonces, debemos aceptar la diferencia”, señaló Roumia. Y agregó que él creía en la capacidad del diálogo y que este no funcionaba sino se lo practicaba, cuestión a la que ayudaba la invitación de la embajadora.
Con similares palabras, Abraham Cohen, destacó que para su colectividad era “un gran honor venir a la casa de la embajadora de Marruecos y participar en este encuentro donde las tres principales religiones monoteístas del mundo, la Católica, la Musulmana y la Judía, comparten una mesa y conversa como hermanos. “Somos hermanos y cada uno tiene derecho a creer y vivir en el credo que quiera, pero lo más importante es hacerlo con respeto hacia los demás”, puntualizó.