De qué edad, cómo y dónde mueren los chilenos
Más de 100 mil personas fallecen al año, según las estadísticas del INE de 2016, institución que se encuentra realizando un estudio a fondo para determinar los lugares de ocurrencia y las características de las muertes.
Las últimas estadísticas entregadas por el INE, aquellas que hablan de las defunciones, mostraron que se viene produciendo un aumento progresivo de las muertes en el país, las que en 2016 alcanzaron a las 104 mil 26 personas, de las cuales 54 mil 761 correspondieron al sexo masculino, 49 mil 239 al femenino y 26 personas tenían sexo indeterminado.
De los muertos ese año, los grupos etarios que menos aportaron fueron los comprendidos entre los 0 a 19 años y de los 20 a 39 años, con un porcentaje de muertes al total nacional con 2,7% y 4,4% respectivamente. A partir de los 40 años en adelante se acumula la gran masa de defunciones, un 21,2 %, que corresponden a quienes tenían entre 40 y 64 años, 31,3 % para los de 65 y 79 años y finalmente 40,4% para las personas con 80 años y más.
Según el estudio, estas cifras son absolutamente coherentes “con la avanzada fase de transición demográfica en que se encuentra Chile, con tasas de natalidad y mortalidad bajas, en donde el gran porcentaje de muertes se produce en edades avanzadas”.
Al analizar los datos de 2016, desagregados por sexo, aparece que “en cuatro de los cinco grupos de edad existió una sobremortalidad de hombres por sobre las mujeres que se evidencia desde el nacimiento y que cambia radicalmente a partir de los 80 años de vida, en donde la mayor cantidad de defunciones corresponde a mujeres, esto se puede explicar principalmente porque en las edades más avanzadas y dada la mayor sobrevivencia de las mujeres, existe un mayor contingente femenino para ese grupo de edad”, señala el informe.
De acuerdo con el INE y tomando en cuenta la tasa bruta de mortalidad, esta se sitúa en 5,7 defunciones por cada mil personas, en otras palabras casi 6 de cada mil personas murieron en el país durante el año 2016. Pero no es la misma en todo el país. “Analizando el comportamiento de la tasa bruta de mortalidad a nivel regional y por detalle según grupos de edad, se encontraron situaciones destacables como que la cantidad de muertes por cada mil habitantes es menor en la zona norte del país, desde la región de Arica y Parinacota y hasta la región de Coquimbo las cifras se encuentran por debajo del nivel país, destacándose la región de Tarapacá que presentó la tasa más baja de mortalidad de todas las regiones (4,2)”, afirma el estudio.
En contraste la región de Valparaíso tuvo la tasa mortalidad más alta de todo el país con 6,7 fallecidos por cada mil habitantes, un punto porcentual por encima del nivel país. La región Metropolitana, que concentra a la mayor cantidad de población y la mayor cantidad de defunciones de ese años, estuvo por debajo del índice nacional con 5,3 fallecidos por cada mil habitantes. La zona centro y sur del país, a diferencia del norte presentaron las tasas más altas de mortalidad destacándose como ya se mencionó Valparaíso y desde la región del Libertador Bernardo O’Higgins hasta la región de Magallanes, salvo la región de Aysén, las tasas de mortalidad estuvieron por encima del nivel país, con cifras iguales o superiores a 6 muertes por cada mil personas.
Los resultados específicos por grupo de edad manifestaron que entre los 0 y 19 años las tasas específicas de mortalidad de las regiones de Atacama y Antofagasta estuvieron por sobre el nivel nacional con 0,8 y 0,7 fallecidos por cada mil habitantes. El resto de las regiones tuvo un comportamiento muy cercano al índice nacional (0,6).
Entre los 20 y 39 años la tasa de mortalidad alcanzó a 0,8 defunciones por cada mil habitantes, los valores regiones estuvieron muy entorno a esta cifra, solo alejándose un poco dos regiones, en el norte Arica y Parinacota y por el sur la región de Los Lagos, ambas con 1,0 fallecidos por cada mil habitantes.
A partir del grupo entre los 40 y 64 años, la tasa especifica nacional y de las regiones comenzaron a aumentar en comparación a los grupos de menor edad. 3,9 muertes por cada mil habitantes fue la tasa para este grupo a nivel país, siendo las regiones de La Araucanía y Los Ríos quienes superaron este valor con 4,8 y 4,7 muertes por cada mil personas. Atacama, en contraste, marcó el menor índice para este grupo de edad con 3,2 muertes por cada mil personas. Entre los 65 y 79 años el número de fallecidos superó en 10 mil personas más al grupo que lo antecedió alcanzando una tasa de 21,3 muertes por cada mil habitantes. Las dos regiones con los valores de tasa más elevados para el grupo fueron las regiones de Magallanes y de Antofagasta con 27,2 y 24,6 muertes por cada mil habitantes. En contraste las regiones de Coquimbo y Metropolitana obtuvieron las tasas más bajas (18,7 y 20 defunciones por cada mil habitantes respectivamente)
Finalmente, y como se había indicado, el grupo de edad que concentró la mayor cantidad de muertes, el de 80 y más años (42 mil 4 personas), obtuvo la tasa más elevada de fallecidos con un valor de 104,8 muertes por cada mil habitantes. En este sentido, las regiones que más se alejaron a este valor fueron las de Magallanes y de Los Ríos, con tasas de 116,8 y de 115,2 respectivamente, el valor más bajo a nivel regional lo obtuvo la región de Aysén con 80,6 defunciones por cada mil personas.
El 69% del total de las muertes ocurridas en el año 2016 se debieron a solo cuatro grandes grupos de causas de muerte: enfermedades del sistema circulatorio1 (28 mil 148), tumores malignos (26 mil 27), enfermedades del sistema respiratorio (9 mil 847) y a causas externas de la morbilidad y de mortalidad (7 mil 773), según INE 2017.
Las enfermedades del sistema circulatorio cobraron la vida del 27,06% de las personas fallecidas a nivel país, obteniendo el mayor de los porcentajes por grupo de causa de muerte. Respecto del comportamiento a nivel regional solo en Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta, el Maule y Aysén, estas enfermedades obtuvieron el segundo puesto, siendo para ellas la principal causa de muerte los tumores malignos. La región de Tarapacá particularmente compartió el mismo resultado porcentual entre los tumores malignos y las enfermedades del sistema circulatorio.
Los tumores malignos (la segunda causa de muerte con 25,02% del total los fallecidos), han cobrado protagonismo con el paso de los años consolidándose en cinco de las quince regiones en el primer lugar y en diez como la segunda causa de muerte para el año 2016.
Relacionado a esto, en un trabajo desarrollado por el Subdepartamento de Demografía y Estadísticas Vitales se dio cuenta de que en 1935 las principales causas de muertes se relacionaban con enfermedades infecciosas y parasitarias (24,8%), seguida de las enfermedades del sistema respiratorio (19,4%), para ese tiempo los tumores malignos no figuraban entre las principales causas de muerte.
Recién en 1955 comenzó a aparecer con cifras que llegaban al 7,4% y para 1995 ocupaba el segundo lugar con 20,9% del total de decesos, posición en que se ha mantenido constante hasta la fecha.
En el caso de las enfermedades del sistema respiratorio (tercera causa de muerte con 9,47% del total de fallecidos), destacaron las regiones Metropolitana y del Libertador General Bernardo O’Higgins, ambas en la zona centro del país con 10,12 % y 10,46% respectivamente.
Los porcentajes más bajos se encontraron en las zonas extremas del territorio, en las regiones de Arica y Parinacota (7,41%) y Magallanes (5,33%). Sobre las causas externas de morbilidad y mortalidad (cuarta causa de muerte con 7,47% del total de fallecidos) destacaron dos regiones de la zona sur, como son la región de Los Lagos y de Aysén, quienes superaron incluso a las enfermedades del sistema respiratorio con 10% y 13% respectivamente. La región que menor porcentaje por estas causas de muerte fue Valparaíso con un 6,09%.
FUENTE: Instituto Nacional de Estadísticas (INE).