Trabajar 4 días y descansar 3 propone diputado DC Raúl Soto para mejorar calidad de vida
El presidente de la Comisión de Trabajo presentó un proyecto de ley que adecua el trabajo semanal para alargar el fin de semana a viernes, sábado y domingo
Con el fin de mejorar la calidad de vida salud de las personas, el presidente de la Comisión de Trabajo, diputado Raúl Soto, presentó un proyecto de ley que busca implementar una nueva fórmula que adecua el trabajo semanal en un denominado “4×3”.
Cuatro días de trabajo y 3 de descanso es la premisa de la iniciativa que busca beneficiar la vida personal de los trabajadores del país, además de “velar por la salud física y mental de los trabajadores”, estableciendo como límite máximo de trabajo diario las 10 horas, lo que complementa de forma directa otros proyectos de ley como el que reduce la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales.
“Lo que proponemos es que exista derechamente la posibilidad de que los trabajadores y trabajadoras, adecuen sus jornadas de trabajo semanal en una fórmula de 4×3, es decir, que se trabajen 4 días a la semana, por ejemplo: de lunes a jueves y se descansen 3 días a la semana, en este caso, viernes sábado y domingo”.
Actualmente Chile es uno de los países que más horas trabaja, “pero por contra partida, el que menos produce” y según lo explicó el diputado Soto: “por cada hora de trabajo, producimos mucho menos que otros países que tienen jornadas de trabajado mucho más acotadas. Por lo mismo, hemos impulsado con mucha fuerza junto a otros parlamentarios, la iniciativa que propone reducir la jornada de trabajo semanal de 45 a 40 horas y lo seguiré haciendo como presidente de la Comisión de Trabajo, pero creo que esto no es suficiente”.
Asimismo, el parlamentario afirmó que es necesario avanzar en “mejores relaciones y condiciones laborales, que permitan que las trabajadoras y trabajadores tengan una calidad de vida digna y para lograr eso, debemos establecer de forma correcta la relación entre el tiempo que ocupamos para nuestros empleos, el tiempo que destinamos a nuestras familias, el tiempo libre y de descanso. Tenemos que fijar un límite mucho más claro en esta materia, de manera tal, que seamos capaces de avanzar en la misma dirección que lo hacen los países desarrollados».
La explotación cómo esclavos por los malos sueldos es inherente a esta reformita. Dado los bajos sueldos, los pobres chilensis tendrán que trabajar esos tres días supuestos de descanso, de otra forma se cagaran de hambre.