¿Por qué no pasar un fin de semana, a 500 kilómetros de Santiago, en una de las ciudades más bonitas del país y que cada día brinda mejores opciones a los visitantes? Nuestra periodista, Montserrat Martorell, estuvo allá y escribió estas recomendaciones a manera de pinceladas. ¡Déjese llevar!
En plena Avenida del Mar 2700, con una vista privilegiada que se asemeja al mejor atardecer griego, está el restaurante Santorini, especialista en carnes, pastas, mariscos, ensaladas y pizzas.
Bien por la música, la vanguardia y la valentía de su dueña de traer una parte del archipiélago helénico a nuestro país.
Yo me anoté con un mojito Santorini y un ceviche de camarones y palta ($8.500) que me hicieron sentir que la vida a veces empieza muy cerca del mar.
Terrazza En el centro de La Serena, en la calle Eduardo de la Barra 435, está este bar restaurante que sorprende con su cordialidad, música en vivo y buenos platos.
Yo me incliné por un mojito de la casa y unos ñoquis caseros (6.900). ¡Buenas elecciones!
Más de 25 años de trayectoria tienen los Hoteles Campanario. Esta vez me tocó conocer el de La Serena. Lo primero que pensé es que estar en un lugar que mira hacia el océano debería ser suficiente para pasar un buen rato. Y lo es: habitaciones con terrazas que miran al mar y que entregan comodidad y confort en un entorno que, además de bonito, es próximo a los principales puntos turísticos.
Bien por su restaurante que brinda un fabuloso desayuno, su arquitect
ura -colonial e inconfundible campanario-, patio interior con pileta y cúpula de vidrio.
Destaco que las 35 piezas han sido recientemente remodeladas, manteniendo el estilo y la calidez del lugar, sellos que, junto con un inolvidable atardecer, en ningún caso podemos dejar de pasar por alto.
