Odecu: solo precio y sabor diferencian a las leches en Chile

Todas las leches aportan lo mismo, no importa el precio ni la marca, sostuvo Odecu en el informe que entregó hoy.

Si la elección de los consumidores es por una leche que entregue un buen aporte proteico, no hay diferencias entre las marcas analizadas, más bien, la elección estará dada por otros factores y características, ya sea el precio, el sabor, o que por ejemplo no contenga lactosa, señala el informe de Odecu sobre las leches que se venden en Chile.

El objetivo de esta investigación realizada por la Organización de Consumidores y Usuarios, ODECU, con apoyo del Fondo Concursable del SERNAC, fue determinar la composición y aporte nutricional de las leches blancas, verificando el cumplimiento de su etiquetado con la normativa vigente. El título del estudio es “ESTUDIO DE CALIDAD NUTRICIONAL DE LECHES LÍQUIDAS: Composición nutricional de las leches líquidas, blancas”.

En este se analizaron 30 muestras, 24 de leche blanca líquida con lactosa, y 6 de leche líquida blanca sin lactosa. Todas corresponden a las distintas marcas de leches de vaca, las más vendidas en el mercado chileno, con el fin de compararlas entre ellas y ver si cumplen realmente con lo que declaran en su rótulo, específicamente la información nutricional y, además se verificó si realmente existen diferencias significativas entre las distintas marcas, con el objetivo de poder realizar una recomendación clara al consumidor.

En la versión “entera”, la marca Loncoleche es la única que declara que su producto es reconstituido, y la marca Colún es la única que declara que su producto no es reconstituido. Las demás marcas no declaran si son o no reconstituidas.

En la versión “semidescremada”, la marca Soprole y Colún declararan en su rótulo que la leche no es reconstituida; la marca Loncoleche declara ser reconstituida. El resto de las leches no indica si son o no reconstituidas.

En la versión “descremada”, la marca Loncoleche declara ser reconstituida y la marca Soprole declara ser no reconstituida. Las demás marcas no mencionan si son o no reconstituidas.

En la versión de las leches “Sin lactosa semidescremadas”, la marca Loncoleche declara ser no reconstituida. El resto de las marcas no mencionan si son o no reconstituidas.

En el análisis del rótulo (información que entrega el fabricante), se puede verificar que, en una misma marca como lo es el caso de Loncoleche en sus distintas versiones, se encontraron leches reconstituidas y no reconstituidas (en su versión sin lactosa).

Se destaca la presencia de leche de origen extranjera, es decir, leches cuyo origen es de vaca española, que es el caso de la marca Tottus, en sus variedades de entera y semidescremada.

En los demás análisis, como el de macronutrientes, se destaca que, en el caso de las proteínas, independiente de la marca y del tipo de leche (entera, semidescremada, etc.), todas cumplen con lo que declaran en su etiquetado nutricional.

«La leche es una buena fuente de proteínas de alto valor biológico, si la elección de los consumidores es por una leche que entregue un buen aporte proteico, no hay diferencias entre las marcas analizadas, más bien, la elección estará dada por otros factores y características nutricionales, ya sea el precio, o que por ejemplo no contenga lactosa», asegura el informe.

En cuanto al análisis de grasas totales, en general la mayoría de las leches cumplen con lo que declaran, salvo las leches sin lactosa, las marcas Loncoleche, Soprole, Surlat, Jumbo y Lider no cumplen y superan el 20% del valor declarado en el rótulo.

En tanto, en el análisis de las grasas saturadas, en las leches en la versión “Entera”, las marcas Calán y Jumbo; “Semidescremada” las marcas Loncoleche, Soprole y Jumbo, en las “sin lactosa” las marcas Loncoleche, Soprole y Lider, no cumplen, superando el 20% del valor que declaran en el rótulo.

En lo que respecta a las grasas monoinsaturadas, en la versión leches enteras, la marca Jumbo no cumple con lo que declara el rótulo, estando por debajo del 80% esperado.

Para las grasas poliinsaturadas, en la versión “entera” las marcas Calán, Loncoleche y Jumbo; en la versión “sin lactosa” la marca Soprole, no cumplen con el 80% de lo que declaran en el rótulo.

En cuanto a las grasas trans, todas las marcas cumplen. En algunas marcas, como en la versión “entera”, las marcas Calán y Soprole declaran en su etiquetado valor 0, pero en los análisis de laboratorio se encontraron, aunque fueron valores muy bajos.

En este caso hay que recordar que las grasas trans artificiales no son beneficiosas para la salud humana, de hecho, aumentan el riesgo cardiovascular. Sin embargo, las grasas trans presentes en las leches producidas por los rumiantes y que se han estudiado por presentar mayormente efectos beneficiosos que perjudiciales, como lo es el Ácido Linoleico Conjugado (CLA), que tiene interés por su actividad antimutagénica y anticancerígena, pero también tiene efectos antiaterogénicos e hipocolesterolémicos, y es capaz de modular la respuesta inmune y tener actividad antioxidante.

Ahora, en base a los resultados de los hidratos de carbono obtenidos en los análisis, todas las marcas cumplen con lo que declaran en su etiquetado nutricional, salvo la marca Soprole en su variedad descremada, que presentó un resultado con variación mayor al 20% permitido del valor declarado en el rótulo. En cuanto a la variedad sin lactosa, se verificó si estas realmente no contenían este tipo de azúcar, y así fue, las distintas marcas presentan menos de 0,5 g de lactosa por porción, por lo que, según la legislación, son sin lactosa, por lo que la adicción de la enzima lactasa está siendo bien incorporada en estos productos, dando tranquilidad a aquellos consumidores que tienen problemas en degradar este tipo de azúcares y que presentan síntomas gastrointestinales.

Así también, se analizaron dos minerales, el calcio, por ser un nutriente de importancia en las leches, y el sodio, un nutriente crítico en la mayoría de los productos, y que aumenta si los productos son procesados.

Todas las marcan cumplen en lo que declaran con respecto al mineral calcio, todas las leches son buena fuentes de calcio, independiente de la marca y el tipo. Por ende, es importante destacar que ninguna marca debiese hacer énfasis en recalcar esta cualidad como propia, ya que ser un gran aportador de Calcio es intrínseco al producto leche. La marca Calán y Lider caen en ese tipo de publicidad “confusa”.
En cuanto al sodio, hay dos marcas que presentan resultados por sobre el 20% del valor declarado en rótulo. La marca Soprole es aquella que tiene mayores valores de sodio por 100mL en las tres variedades de leche entera, semidescremada y descremada. La otra es Colún que, si bien tiene menor variación, también supera el 20% del valor declarado en el rótulo en sus tipos entera, semidescremada y descremada.

En los análisis microbiológicos y de acidez de la leche, donde se evaluaron distintos parámetros como la presencia de aflatoxina, recuento de aerobios mesófilos, entero bacterias, hongos y levaduras, no se encontró ningún tipo de alteración en estos análisis, por lo que todas las leches son inocuas para el consumo humano.

En cuanto a la acidez, todas las leches de distintas marcas y distintas versiones, están dentro del rango permitido de acidez, que es de 12 a 21 NaOH mL, e incluso sus valores son cercanos al rango inferior de este parámetro.

Finalmente, al analizar el rótulo en cuanto a la declaración de productos alérgenos, ya sea la presencia de caseína, lactosa o que su elaboración fue realizada en un lugar donde también procesan soya, la única marca que realiza esta declaración de manera completa, es la marca Lider.

Esto a diferencia de la marca Soprole y la marca Calán que no entregan ninguna información al respecto. La declaración es obligatoria, conforme el artículo 107 del RSA, ya que es importante para aquellos consumidores alérgicos o que puedan presentar algún tipo intolerancia o de reacción por contaminación cruzada. En cuanto al gluten, las únicas marcas que certifican ser libres y que por ende un celiaco las puede consumir son las marcas Colún y Loncoleche, en sus distintas variedades.

Conclusiones del Estudio

Finalmente, este estudio realiza un importante aporte para aclarar al consumidor en cuanto a su elección al comprar leche de vaca en Chile, en sus distintas variedades/tipos, porque deja claro que, independiente de la marca, y el precio de dichos productos, todas presentan una composición muy similar de los nutrientes intrínsecos de la leche, como las proteínas, las grasas, hidratos de carbono, calcio, etc. Por lo tanto, no existen grandes diferencias entre ellas.

Lo que sí podría ser un factor de diferenciación, sería la información del contenido o la presencia indirecta de algunos alérgenos, como la soya y el gluten, especialmente para el público que padece de alergias o intolerancias, donde las marcas declaran uno u otro alérgeno, pero lamentablemente no es una práctica generalizada. En este caso, apenas los celíacos tendrían 100% de seguridad en escoger entre Colún y Loncoleche, porque son certificados Libres de Gluten. Las demás marcas no.

Es importante destacar que este estudio no permite generar comentarios respecto a si existen diferencias en cuanto a las leches reconstituidas y a las no reconstituidas. Lo que se ha visto en la literatura es que las únicas variaciones que podrían existir entre estos tipos de productos, es que, en el caso de las reconstituidas, se podrían afectar algunos nutrientes termolábiles. Sin embargo, el consumo de leche está asociado principalmente al aporte de proteínas y calcio que ésta realiza al organismo, mientras que en lo que respecta a las vitaminas, éstas son incluidas en las dietas a través del consumo de carnes, frutas y verduras.

En conclusión, con respecto a la “guerra blanca” que existe entre las marcas, la recomendación de ODECU es a siempre consumir informado y no dejarse llevar por la publicidad poco clara o engañosa de las grandes marcas y conglomerados.

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El Periodista