De Transantiago a RED: estrategia comunicacional

Modificación de nombre y colores propuesto para el Transantiago, que no sufrirá cambios sustanciales hasta su próxima nueva licitación, anunciado por el presidente Piñera, es un cambio meramente cosmético, es decir, una vez más, un grandilocuente ardid comunicacional.

Por Rodrigo Reyes Sangermani

La teoría plantea que una nueva marca, una nueva identidad corporativa, se justifica en la medida que haya atributos nuevos, actualizados y valorados por los usuarios y/o clientes. De lo contrario, es restarle credibilidad a una construcción de imagen, que no tiene un soporte real en las características propias en este caso, del servicio, marqueteado. En el futuro, los clientes no creerán cuando efectivamente se hagan los cambios, porque la nueva marca se asociará rápidamente a los antiguos y criticados atributos del Transantiago. Un error a todas luces por buscar réditos cortoplacistas.

Ojo que no se trata de criticar la necesidad de implementar cambios graduales a un plan de transporte público que no ha terminado por satisfacer a los usurarios desde su creación, sino al uso indebido del recurso comunicacional como estrategia efectista de mejorar en las encuestas. Situación similar podemos advertir con «Aula Segura» o «Admisión Justa», que se han convertido en pura parafernalia mediática, frases, hashtags; la primera tuvo que corregirse, y la segunda, precisamente lo que busca, es profundizar la injusticia de la admisión escolar. Pero son lindas frases, bellas marcas, gráficas y colores. Sirven para picanear a la oposición planteando falazmente que negarse a aprobar esos proyectos de ley es no estar de acuerdo con la seguridad en las salas de clases o que la admisión de los colegios sea justa.

“Que el chileno medio es inconformista. Nunca está contento con nada, se ve sólo el vaso medio vacío”, dicen. El chileno medio está aburrido de un gobierno que toma medidas cosméticas para subir en las encuestas. Sus proyectos emblemáticos andan por el suelo, más empleo y seguridad ciudadana…. Ni lo uno ni lo otro. Mientras, el presidente habla de Bachelet día por medio, de Venezuela mañana y tarde, y tira voladores de luces como los “Comando Jungla”, las “Admisiones justas” o las “Aulas seguras”.

Presidente, primero arregle de verdad el Transantiago y recién después busque un logo y una nueva marca para identificarlo.

1 comentario
  1. Víctor Rodríguez O. dice

    Piñera el maltrecho.

    Esa búsqueda incansable de ser reconocido como el mejor gobernante chileno de todos los tiempos (a sabiendas que no lo es ni nunca lo será), le llevan a extremos que se traslapan con el delito, o con la traición a la patria o con el ridículo, según sea el caso. Pero él lanza todos sus errores e ilícitos al baúl de las “piñericosas”, ya que apoyado y ayudado por la ‘prensa canalla’ (o prensa oficial) festina sus errores transformándolos en inocentes chistes que le permiten esconder sus tropelías haciéndolas pasar por pecados veniales.

    El problema de Piñera, es que ensueña ser un gran líder, pero jamás abre los ojos y actúa en consecuencia como si realmente lo fuera, obligando a millones de personas a vivir las consecuencias de tal elucubración.

    Lo henos presenciado infinidad de veces en los dos gobiernos del especulador financiero.

    ¿Cuánto no nos ha cansado este fantoche con sus ya insoportables intentos por ‘caer simpático’ y, en cambio, transformarse en un bufón en decadencia, vergonzoso y .peligroso para la estabilidad de un sistema democrático cada vez más débil?

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El Periodista