Denuncian a Piñera de tener «playa privada» frente a su casa en Lago Caburgua
La publicación de El Dínamo, una investigación de el periodista Camilo Carreño, relata cómo el mandatario, cuando estaba en La Moneda en 2011, sorteó todos los requisitos para conseguir la concesión costera.
Según el periódico electrónico El Dínamo, avalado con una serie de documentos, el presidente Sebastián Piñera consiguió en 2011, durante su primer mandato, la concesión de 800 metros cuadrados de playa en el Lago Caburgua, Región de La Araucanía.
«El 19 de abril de 2011, a poco más de un año de iniciar su primer periodo en La Moneda, Piñera presentó una solicitud de concesión marítima en el Sector Renahue Km. 2.4, Lago Caburgua con el objeto de ‘dar apoyo náutico a una propiedad mediante la regularización y uso de mejoras fiscales consistentes en 2 rampas, un hangar, una cancha de tenis, un muro, acceso a la playa, vereda, terraza, una losa (con quincho) y muros, con una vigencia de 10 años’”, señala la nota que firma el periodista Camilo Carreño.
Y agrega: «Además, en el ‘anteproyecto valorizado de la obras’, se argumenta que ‘las obras a mejorar realzan el encanto natural del sector, esto nace de la iniciativa por parte del solicitante de regularizar las instalaciones existentes’. Y si bien en la petición se lee de manera textual que se había ocupado de forma ‘ilegal’ el espacio desde 2001, según un informe técnico las primeras construcciones se habrían instalado de forma irregular ya en 1990».
Según El Dínamo, la “playa privada” de Piñera «comprende 879,61 m2 de playa, considerando 13 sectores en los que se incluye la cancha de tenis, el quincho y las diferentes construcciones instaladas entre las aguas mínimas y máximas que, en relación a la variación del nivel del lago, determina cuál el límite entre la propiedad privada y la de uso público».
Entrevistado para el reportaje el director de Defendamos la Ciudad, Patricio Herman, sostiene que «alguien le otorgó al Presidente una concesión para que use a sus anchas un bien nacional de uso público. Eso es un abuso de poder, nada más que eso. Las concesiones son para explotaciones comerciales, no para usos privados. Además, por muchos años estuvo ocupando de forma ilegal este espacio y para salir de eso lo regulariza a través de una concesión. Pero estas no son para disfrutar del lago con traje de baño. El Estado concesiona autopistas, hospitales, cárceles… actividades mercantiles, no para pasarla bien en la orilla de los lagos”.