Brasil: una amarga derrota
Tal como se preveía, la ola ultraderechista llegó a las costas tropicales del Brasil. El ultranacionalismo verde amarelo entró en sociedad en esta gran nación con el aplastante triunfo electoral de Jair Bolsonaro.
Por Jaime Ensignia, sociólogo*
Los resultados del balotaje del 28 de octubre pasado, le dieron un enorme respaldo electoral a Jair Bolsanaro por sobre a Fernando Haddad. Este último no logró atraer al centro político democrático, para que fuesen parte de un bloque político que pudiese enfrentar con éxito las tendencias populistas proto fascistoides que giran alrededor del recientemente elegido presidente. Se confirmó, tal como lo previeron las encuestas -en este caso, si acertaron-, que las mejores opciones para llegar al Palacio de Planalto, sede del ejecutivo brasileño, las tuvo el candidato Bolsonaro.
El triunfo de Bolsonaro, en opinión de expertos tanto brasileños como latinoamericanos, da inicio a una era política de incertidumbres, no tan solo para la sociedad brasileña, sino también para el conjunto de los países de América del Sur. Ya en algunas declaraciones del propio presidente electo, como particularmente de su entorno político, hacen prever un giro de la tradicional política exterior de este país, la cual le había dado una importancia significativa a la región, sobre todo bajo los gobiernos del PT. Se señala que estará en cuestión el futuro de la integración de la región puesto que se presume que el gobierno futuro de Bolsonaro, siguiendo el estilo y visión de “América First” de Trump, podría enarbolar la bandera “Brasil Primero”.
¿El PT en su laberinto?
El PT, fundado en plena dictadura, en febrero de 1980, fue el producto de diferentes tendencias políticas e ideológicas de la izquierda brasileña no tradicional y nació con una fuerte impronta de lo que se denominó el “novo” sindicalismo.
El principal líder del PT, sin lugar a dudas, ha sido el otrora obrero metalúrgico de Sao Bernardo, Lula da Silva, el cual posteriormente fue presidente del país entre el 2003 al 2011. El PT, en su momento considerado como un partido político que venía a renovar la política y a la izquierda de su país era observado en América Latina como un referente político y social moderno, más bien alejado de las ideologías y el quehacer político de las izquierdas tradicionales de la región. De este modo, la crisis actual, política, ideológica y ética del PT es vista con profunda preocupación por el progresismo y el socialismo democrático latinoamericano.
Volviendo a los resultados de esta elección otro factor de relevancia, es lo que tiene que ver con el futuro político del PT y de los demás partidos derrotados por el efecto Bolsonaro. El aniquilamiento del centro político, del PSDB y el MDB y la incapacidad de éstos de no haber sido una alternativa política, permitieron esta irrupción del ultranacionalismo brasileño. Por cuanto, no tan solo es el PT el principal responsable de este advenimiento ultra conservador, nacionalista, xenófobo y misógino, todo esto encarnado en Bolsonaro, sino también hay otras responsabilidades políticas que hasta el momento no han sido asumidas por los otros referentes de la política brasileña.
Reflexiones preliminares
Lo expuesto, no debe dejar de lado, la profunda autocrítica que el PT debe iniciar, analizar ampliamente su paso por los gobiernos que encabezó, sus errores, así como también sus logros (1). Lula en algún momento lo hacía presente: “El PT vivía un momento de cansancio”. Sus cuadros “solo piensan en cargos y empleos, en ser reelegidos. Nadie trabaja gratis como antes”. El PT, en este sentido, está al debe, no reaccionó oportunamente en los escándalos de corrupción del menselao y petrolao, lo cual dio origen a la persecución de la justicia brasileña -en forma especial, por parte del Juez Moro- y esto, desde el punto de vista político el demonizar al PT en el antilulismo y antipetismo le dio un enorme rédito político electoral a Bolsonaro.
Sin embargo, hay que constatar, que si bien observamos un declive y castigo electoral del PT, este partido no ha desaparecido, tiene una votación propia de un 29%, son la primera mayoría en la Cámara de Diputados y conservan importantes estados federados, sobre todo en el noreste del país. Es decir, la llama de la oposición democrática al ultranacionalismo “tropical” no se ha apagado, pese a esta amarga derrota política del progresismo y del retroceso democrático de la sociedad brasileña.
Notas
1-. Esta situación del PT eran ya tematizados en el congreso partidario de Bahí en el 2015: ver: www.panoramical.eu/birregional/el-brasil-político-el-partido-de-los-trabajadores-pt-y-su-congreso-de-bahia-por-jaime-insignia/ ,9 de julio 2015.
*Dr. en Ciencias Sociales y Económicas de la Universidad Libre de Berlín. Fue director sociopolítico de la Fundación Friedrich Ebert en Chile (1994-2014). Director del Área Internacional de la Fundación Chile 21. Colaborador del Barómetro de Política y Equidad.
Lo ocurrido en Brasil, es muy parecido con lo ocurrido acá en Chile, el populismo planteado era la respuesta del desgaste de la clase política cansada y desprestigiada por no realizar el recambio con las nuevas generaciones, que se podía esperar de aquellos en que el poder les hizo cambiar sus principios y que por ningún motivo lo iban a perder y se entregaron a sus intereses personales y no por aquellos que lo eligieron. El candidato elegido levanto banderas que ilusiono a su pueblo, que ya esta cansado con las situaciones que viven a diario, el diagnostico fue categórico en señalar las necesidades que sufren las familias día a día, como también del empresariado busca por naturaleza al que le de confianza en su desarrollo y expansión en sus empresas
En Chile al Presidente Piñera se le olvido lo que ofreció y está gobernando solo para la izquierda el pais está en violencia total asesinatos delincuencia terrorismo y corrupción este es lo mismo que la comandante Claudia su apodo de terrorista la Bachelet… estamos igual que con Allende las universidades están plagadas de comunistas que solo se dedican a destruir … hoy mas que nunca se extraña al Gobierno del Gral Pinochet… y espero el Sr Bolsonaro pueda arreglar ese bello país destruido por Lula y su corrupción…