Francisca Cottet: De minifaldas y otras modas
El día parte con una minifalda. Una mujer, tacos, minifalda y cartera. Metro lleno. Ojos acosadores y tremenda mujer. Tremenda, por qué para soportar ese nivel de acoso hay que estar bien preparada en la vida.
Por Francisca Cottet, socióloga
Trato de protegerla sumisamente observando a quienes observan, a ver si por alguna razón entienden lo violento de sus miradas. A mi también me violentan sus miradas.
La minifalda y sus matices. La moda que incomoda, no por su manera de llevarla, sino por las miradas que abusan, desvisten, penetran. Y entonces la frase fatal, esa que válida a cuanto sujeto se subió al metro conmigo, ese lenguaje que desviste a las mujeres y las humilla con sus frasecitas de macho mal formado, esa maldita frase que ubica lo fundamental debajo de la falda, esa frase que esconde misoginia, maltrato, discriminación, machismo, hombres babosos por un agarrón, por levantar la falda a la fuerza y sonriendo, por susurrar al oído algo que nadie quería escuchar, la que permite que el mundo defina cuán larga debe ser la falda para no ser violada, la frase que válida la tensión de una minifalda. Y me niego a pensar que lo fundamental esta sobre de la falda, me niego también a creer que la tensión esta bajo ella.
Y si es más corta que?
La minifalda y esa moda de levantarla sin permiso. De mirar obsesivamente por si el error permite llegar más allá para poder ver eso que se esconde bajo la falda: lo fundamental, como dijo un sujeto tras el micrófono…
Vuelve mi mirada a la mujer de la minifalda y la siento envidiablemente segura, y en su certeza, en su andar firme, se ve claramente lo fundamental.