Renato Garín, diputado RD: El pronto pago y la economía chilena
Al no poder acceder a crédito preferente, ni recibir pago oportuno, la cadena de producción de las pymes se rompe y quiebran. ¿Quién gana siempre? El Banco.
Durante estas semanas se ha discutido en la Cámara el proyecto que establece nuevas reglas sobre el pago a proveedores. ¿Qué se propone? La iniciativa incorpora una regla general de pagos en 30 días, momento desde el cual comienzan a correr multas e intereses. Junto con eso, establece normas sobre la guía de despacho y la facturación digital. Estas pretenden solucionar un asunto de fondo de la economía chilena cual es la falta de liquidez de las pymes. Las agrupaciones pymes, así como algunos diputados, han solicitado también que se incluya como sanción al mal pagador, el que no puedan descontar IVA de las facturas impagas. El SII sostiene que esto hoy no es posible por razones técnicas de seguimiento, aunque el proyecto deja abierta una ventana al exigir, en un año plazo, un informe al SII sobre el avance de la factibilidad técnica.
El asunto fundamental es el problema de la liquidez, al no tenerla, las pymes deben recurrir a fuentes de financiamiento externo para mantenerse en funcionamiento, pagando sueldos y produciendo. De esta forma, al no recibir pago oportuno, la pyme se ve obligada a buscar recursos propios, esto es, ahorros del emprendedor, o bien recurrir a la Banca. Este es el verdadero fondo del asunto: la bancarización “obligatoria” de las pymes. Y aquí es relevante recordar que las condiciones de acceso al crédito bancario hoy no son igualitarias para pymes y grandes corporaciones. Son las grandes corporaciones quienes consiguen financiamiento bancario barato. Al no poder acceder a crédito preferente, ni recibir pago oportuno, la cadena de producción de las pymes se rompe y quiebran. ¿Quién gana siempre? El Banco. Esta es la manera en la cual los bancos logran echarse al bolsillo los excedentes de la economía.
Si los dogmas neoliberales encarnados en la derecha financiera se profundizan, la economía chilena seguirá avanzando por su ruta actual: grandes ganancias para los bancos, bajos sueldos, amplias zonas de crédito y endeudamiento, concentración del capital financiero y estrangulamiento de los emprendedores.
Del otro lado, debemos pensar un futuro donde sea posible una economía descentralizada, donde las pymes logren empujar el carro tecnológico en materias sensibles como la desalinización del agua, la limpieza del océano, la alimentación saludable, y otras. No podemos entregar cada área de la economía a la voracidad de los bancos.