Snapchat: la aplicación que los padres deben vigilar
Se acerca el día mundial de las redes sociales y Digipadres, de la mano de ESET Latinoamérica, comparte las características no seguras de esta popular red social y acerca herramientas para proteger a los más chicos mientras la utilizan.
En el contexto del “Social Media Day” (Día Mundial de las Redes Sociales) celebrado el 29 de junio, ESET Latinoamérica, compañía líder en detección proactiva de amenazas, a través de su iniciativa Digipadres, que impulsa la enseñanza acerca de cómo proteger a los niños mientras navegan la red, acerca puntos clave a tener en cuenta sobre las redes sociales, en especial Snapchat.
En pos de proteger a los más chicos en el mundo digital desde Digipadres se sostiene que es esencial que los progenitores se introduzcan en el mundo de las redes sociales. Es necesario aprender cuidarlos teniendo en cuenta que así como invadir la privacidad de los niños no es la solución, tampoco lo será alejarlos del mundo digital.
“Saber que existen riesgos, y que es necesario cuidar a los más jóvenes de ellos, es parte de la realidad, por eso ser un Digipadres implica combinar el aprendizaje, el diálogo y la supervisión para llevar adelante esta compleja tarea de la manera más óptima, acompañando a los menores en el uso de la tecnología sin privarlos de ella”, Camilo Gutierrez, jefe del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica.
Dada la variedad de redes que existen, es difícil mantenerse al tanto de todas pero conocer el funcionamiento de las mismas es útil a la hora de reconocer y prevenir posibles riegos. Entre las elegidas por los jóvenes, se encuentran sitios como Facebook, Twitter, Instagram y Snapchat. Esta última, es una de las más utilizadas por los adolescentes y una de la más desconocida por los adultos.
Snapchat ofrece un servicio de mensajería instantánea basada en el envío de imágenes y videos de corta duración, llamados ‘snaps’. Lo innovador frente a otras redes es que los “snaps” enviados solo existen unos segundos desde el momento en que el receptor los visualiza, para luego eliminarse por completo. Además, existe la opción de añadir ciertos filtros, stickers y efectos de cámara a las fotos, iniciar chats, videollamadas, visualizar “historias”, que permanecen durante 24 horas, y más, para sumar a la experiencia.
Dentro de las funciones básicas de esta aplicación móvil, es posible distinguir ciertas características que no resultan del todo seguras:
– La duración de los mensajes: A pesar de que los snaps sólo duren unos pocos segundos deben tomarse con resguardo, dado que existe la posibilidad de que quien reciba el mensaje realice una captura de pantalla. Si bien el emisor recibe una notificación que lo informa, la misma llega cuando la captura ya se realizó. Por esto, es esencial que los jóvenes tomen consciencia de que nada de lo que se sube a una red es realmente privado, como tampoco temporal.
– La posibilidad de relacionarse con desconocidos: Teniendo en cuenta esta posibilidad y la característica anterior, en caso de que el menor cuente entre sus contactos con alguien que no conozca del todo, podría ocurrir que éste envíe fotos o videos con contenido inapropiado, y que éstos se eliminen con la misma rapidez que cualquier otro archivo enviado a través de la aplicación, borrando toda evidencia de lo ocurrido.
– Condiciones de servicio (disponibles para cualquier usuario en la sección Ajustes): Snapchat deja en claro que “ninguna persona menor de 13 años tiene permitido crear una cuenta o usar los servicios”. Sin embargo, en ningún momento se realiza una verificación de edad por lo que fácilmente un niño que no tenga edad suficiente puede modificar su año de nacimiento y crear su usuario.
Esto último no sólo es importante por las políticas de la aplicación, sino porque en base a la edad de cada usuario, Snapchat limitará el tipo de anuncios que muestra. Por ejemplo, los de bebidas alcohólicas sólo estarán disponibles para mayores de edad. Resulta esencial conocer si los niños menores de 13 años efectivamente poseen la aplicación en sus celulares, así como saber si la fecha de nacimiento con la que crearon sus perfiles, quienes están habilitados para ello, coincide con la verdadera.
– Recompensa por interacción con usuarios: La aplicación permite sumar puntos a medida que se interactúa con otros usuarios. Cuanto más uso se haga de la aplicación, más puntos se acumulan obteniendo trofeos y reconocimientos. Este hecho “recompensa” puede generar obsesiones entre los menores, y llevar a pasar tiempos excesivos haciendo uso de ella. Hablar con ellos sobre la importancia de limitar las horas de uso de las redes también es parte del camino para generar un uso consciente de lo que ofrece la tecnología, sin restringirla por completo.
– Posibilidad de mostrar ubicación: Se ofrece a los usuarios activar un identificador de cada usuario, en un mapa, mostrando a sus amigos donde se encuentra a cada momento. Y si bien son solo los amigos quienes pueden verlo, siempre existirá la posibilidad de que algunos usuarios no sean quienes dicen ser, por lo que es clave asegurarse de quiénes son esos contactos que poseen los menores en la red, y chequear que efectivamente conozcan a cada uno de ellos.
En caso de no estar seguros, o de que los más chicos no conozcan del todo a uno de los contactos, Snapchat ofrece la posibilidad de bloquear usuarios fácilmente. A su vez, es posible reportar o denunciar snaps específicos, de manera que, si algo parecer ser extraño al recibir una imagen o video, Snapchat provee una larga lista de motivos a elegir para justificar la denuncia, entre ellos, Acoso o incitación al odio, Desnudo o contenido sexual, Me preocupa que este usuario pueda lastimarme, Es spam, y muchas más.
En términos de efectividad en la forma de control, desde ESET se recomienda apostar a la configuración de privacidad. Desde la sección Quién puede, cada usuario tiene el poder de decidir quién puede contactar al usuario, ver sus historias o su ubicación, entre otras. Si bien los menores no siempre se preocupan por esto, como mayores responsables es recomendable asistirlos en la configuración de sus perfiles para garantizar su mayor seguridad.
“Si bien ahora el foco está puesto sobre esta red social, los consejos no varían mucho cuando se habla de otras. Los principales sitios brindan al usuario la posibilidad de configurar su privacidad y decidir, entre otras cuestiones, quiénes tendrán acceso al contenido que comparten. Una vez más, dado que los más jóvenes no siempre están atentos a ello, sentarse junto a los más chicos y definir la privacidad de sus perfiles es el primer paso para garantizar su seguridad en la red”, concluyó Camilo Gutierrez.
Comprender de qué se trata, dialogar acerca de ello y supervisar el uso adecuado de la tecnología hace la experiencia de los más chicos aún más provechosa. En caso de necesitar ayuda o más información, ingresar a Digipadres para conocer otros materiales educativos, guías y consejos que colaboran en el proceso, acompañando a los más chicos, permitiéndoles disfrutar la tecnología de la manera más segura.