Opinión de Francisco Martorell: No veo humildad en los obispos que viajaron a Roma

Hoy, cuando se iniciaron las reuniones con el papa Francisco y a la luz de lo ocurrido en los días previos, siento que la jerarquía chilena llegó hasta el Vaticano con la clara intención de hacerle un gallito a Jorge Bergoglio.

Por Francisco Martorell, director de El Periodista

Los chilenos, conocedores de los pasillos del Vaticano y en los cuales se sienten poderosos, han realizado tres gestos que muestran que no viajaron hasta Roma para que les corten las cabezas.

El primero fue la fallida decisión del cardenal Errázuriz de quedarse en Chile y no acudir al llamado del Papa. Si bien, hoy está en Roma, fue con resistencia. Y estando allá, otro gallito, emitió una carta que hoy conocemos donde se defiende.

Pero, sin duda, la muestra más importante de que a Bergoglio no le será fácil realizar un cambio de fondo y “expulsar” a algunos obispos chilenos, fue la elección que hicieron los viajeros: nombrar de vocero al conservador y Opus Dei obispo de Rancagua, Juan Ignacio González, un ex uniformado que jugó un rol clave durante la dictadura, junto al nuncio Ángelo Sodano, Sergio Rillón y Francisco Javier Cuadra, en la formación de una Iglesia conservadora para la Transición.

Las pruebas de ese trabajo están a la vista.

González no es solo el obispo que durante la visita del Papa, en enero pasado, hizo de guardia de corps de Juan Barros con su frase, acompañada de un empujón a una periodista de Mega, “Oye, pero por favor, ya está bueno ya Córtenla, córtenla, oiga. Ya está bueno ya”; es mucho más que eso.

Además de abogado egresado de la UC, trabajó en el Servicio Jurídico de Carabineros como Procurador y, señalan algunas fuentes, se desempeñó en la activa y eficiente Diplan en los 80, donde se gestó la obra gruesa de la dictadura.

Llegó a ser capitán de Carabineros y como supernumerario del Opus ha querido dirigir la Iglesia de Chile, siendo candidato al arzobispado en 2010, cuando compitió contra Ezzati.

“Él trabajó con Sergio Rillón en la oficina que tenía la dictadura de nexo con la Iglesia Católica, pero que no era de enlace, sino de entrega de información y produjo mucho daño en esos tiempos difíciles”, señaló en esa ocasión Felipe Berríos.

La voz de González, en los últimos 20 años, no solo se ha levantado para defender a abusadores, también lo ha sido para oponerse al aborto, el divorcio y el matrimonio igualitario, hablando de “ideología homosexual”

González, el vocero, es la representación clara que el sector más conservador de la Iglesia chilena y que siente que tiene respaldo en Roma, más allá del Papa, jugará todas sus cartas para que los daños colaterales no afecten la estructura política de la curia nacional.

Es decir, que se avance sobre Barros, que Ezzati se aleje como corresponde por su edad, quizá que Errázuriz vaya a un cuartel de invierno, pero nada más. Para ellos, que le temen a la iglesia que hace una opción por los pobres, el “asunto” de los abusos es una bomba que está siendo manipulada por el progresismo para destruir la curia que se formó al alero de Sodano.

Y González, un hombre que da batalla, es el general que los lidera en Roma.

1 comentario
  1. WASHINGTON HERRERA dice

    Vaya, Vaya Dn. Francisco, su investigación periodística aclara un poco el trasfondo de todo lo que ocurre con el clero chileno, hay sectores de opinión dentro de la curia romana, que dejan bastante que pensar, los entretelones de poder en los pasillos de la Basílica de Roma, se traslada a Chile creando un ambiente de tensión entre los sectores involucrados, que quieren solucionar el problema al estilo chileno y que nadie salga herido, estoy por darle la razón por su inquietud de la movida del sector conservador de nuestra iglesia, en el tablero eclesiástico.
    No esta dicha la ultima palabra, la vida da muchas vueltas, en este caso, lo sucedido en nuestro país es el resultado de practicas toleradas y dejadas avanzar a través del tiempo, como aquellas enfermedades que se transforman en crónicas y son tratadas como tales, en este caso es un llamado de atención para que se tomen medidas morales, que sean lecciones de humildad y respeto por el ser humano, esto me hizo recordar un afiche en una iglesia del Sur, en donde presentaban a Jesús, como el doctor del alma, y que ayudaba a sanarse de todas aquellas dolencias que son incurables por otros medios, espero por el bien de nuestra iglesia, que los responsables de los desatinos cometidos entren a pedir al Doctor que los ayude a un final feliz, «Los Hombres pasan y las instituciones quedan», recordarlo siempre, somos aves de paso en este mundo.

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