José Ramón Cárdenas: Encuestas ¿datos o propaganda?

Los invito a incluir en su estado de desconfianza, lo que las encuestas y estudios nos pretenden hacer creer y la forma en la que se plantean los datos.

Por José Ramón Cárdenas*

Empresas de investigación de siglas más y menos reconocidas, nos intentan anticipar lo que ocurrirá a través de distintas técnicas de investigación. Nos llaman por teléfono, o nos paran en la calle y nos interrogan -sin mediar presentación alguna-, acerca de nuestra opinión política o candidato preferido y en base a nuestra sinceridad (y su metodología), estructuran todo tipo de gráficos y vaticinios.

Con esta información, los noticiarios nos invitan a vivir pensando en qué pasará y a creer como dato seguro, lo que sabemos muchas veces no se cumple.

Si sumamos a lo anterior la desconfianza respecto de instituciones y personas, que han traicionado la fe pública, el panorama se torna más complejo. ¿Será cierto lo que dicen los encuestados o tratarán de sortear los cuestionarios siendo políticamente correctos? Sabido es que a nadie le gusta tener opiniones impopulares y transformarse en sujeto de observación. Es así como en Chile todos somos de clase media, por ejemplo.

En cualquier caso, lo que me llama la atención es que las encuestas no sean motivo de duda, en especial para la prensa. Es raro que sean una suerte de oráculo irrefutable que define lo que una candidatura dice, hace o no dice y no hace.

En estos días cargados de debates y entrevistas a potenciales presidentes, vemos el desenfado de candidatos que parecieran saber que no llegarán al poder. Emiten sentencias impracticables que ni siquiera están preocupados de respaldar o demostrar. Por otra parte, hay postulantes que ya ni siquiera asisten a debates porque están seguros de que solo el tiempo que resta para las elecciones es lo que los separa del poder. Pero ¿cómo se puede confiar tanto en investigaciones?

Dependiendo de quién y cómo se haga, las encuestas son disímiles y hasta a veces opuestas. El resguardo de los investigadores suele ser que, en un breve plazo, las cosas pueden variar mucho y que la “fotografía” que ellos entregaron en un momento X mostraba una realidad que cambió en el momento Y.

Plausible, pero si los cambios pueden ocurrir con tanta fuerza y en tan breve plazo, ¿qué nos asegura que los datos que tenemos en la mano hoy, podrán ser una muestra confiable de lo que sucederá en meses, semanas o días?

Los estudios de opinión son un insumo permanente en mi actividad profesional y nunca he podido dejar de dudar de su veracidad. Es más, creo que se ha abusado tanto de ellos en elecciones políticas, que hoy más que una fuente de información, se han transformado en contenidos propagandísticos.

Es sabido que las personas tendemos a subirnos al “carro de la victoria” y que el triunfo es más atractivo que la derrota. Entonces, ¿no resulta al menos dudoso que hoy tantos medios, tantas encuestas y en tantas partes, repitan que esta elección es una carrera que ya está casi definida?

Los invito a incluir en su estado de desconfianza, lo que las encuestas y estudios nos pretenden hacer creer y la forma en la que se plantean los datos. Recuerden lo que, respecto de la técnica estadística, dice Nicanor Parra: “Hay dos panes. Usted se come dos. Yo ninguno. Consumo promedio: un pan por persona”.

*Director General Estratégico Creanativa y presidente Colegio de Publicistas de Chile

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El Periodista