A los narcos y sus cómplices, démosle con todo
No podemos seguir siendo permisivos en este debate. Hay que esforzarse por alejar a niños y jóvenes de la droga, incluida la marihuana, con un discurso claro y concreto, para que no sigan creyendo que su consumo es inocuo. Aumentar la cobertura de la rehabilitación.
Por Francisco Martorell
Las denuncias de un programa de TV respecto a una suerte de colusión entre una municipalidad y el narcotráfico son de mucha gravedad, No solo porque ello estaría ocurriendo sino porque es el germen de algo que puede resultar inatajable para cualquier democracia.
Ya sabemos de la necesidad y urgencia de la política para financiarse. Tanto, que no se escatimaron recursos ilegales para lograrlo. Ojalá los dirigentes hayan aprendido la lección y los que cayeron en malas prácticas sean castigados el 19 de noviembre por la ciudadanía y luego por la Justicia.
Hay que enfrentar al narcotráfico, con valentía y decisión, sin escatimar recursos. Atacar el tráfico y, con educación, reducir el consumo. La droga es mala, hace daño, genera secuelas físicas permanentes y nos convierte en seres menos inteligentes. Las mafias que genera a su alrededor, además de usar a los adictos a ella, corrompen a la sociedad en su conjunto.
No podemos seguir siendo permisivos en este debate. Hay que esforzarse por alejar a niños y jóvenes de la droga, incluida la marihuana, con un discurso claro y concreto, para que no sigan creyendo que su consumo es inocuo. Aumentar la cobertura de la rehabilitación.
El tema no debe ser punitivo, no se resuelve con mano dura y más policías, sino con una sociedad que se mira a los ojos, enfrenta sus problemas y los resuelve democráticamente.
A los narcos y sus sirvientes, con todo. A los políticos que se dejan encantar por sus millones, garrote. A los tontos útiles, que ayudan al marketing de la droga, enseñémosle a pensar críticamente.
Chile de pie, contra los narcos y el consumo, peleas con distintas armas, pero en un mismo territorio.