En un país serio, se espía
Porque la información es relevante, tanto la política como la comercial y la social. Hoy, en tiempos de alta tecnología, la cuestión es mucho más sofisticada y, por ende, requiere que todos los potencialmente “espiables” o “escuchables” cada tanto revisen sus oficinas y domicilios, “limpien” sus autos.
Por Francisco Martorell Cammarella, director El Periodista
Más que elucubrar sobre el supuesto micrófono hallado esta semana en la Sofofa y en Carozzi, habría que preguntarse seriamente si este es el primero en encontrarse. Me imagino que tanto la empresa como la asociación gremial, hoy en pleno periodo de elecciones, están conscientes que sus dichos privados son importantes y, especialmente rentables si se tiene acceso a datos comercialmente relevantes.
No saber eso es irresponsable. Sí, existe espionaje. Los hombres espían a sus mujeres y viceversa. Las empresas quieren saber sobre las otras. Las dueñas de casa sobre sus “nanas”. Los países trasladan personal de inteligencia a sus embajadas. Los políticos son seguidos, escrutados y quizá escuchados o filmados. Hasta los jugadores de fútbol se tapan la boca, porque la información que emana de ella, sirve a otros, prensa o entrenadores. Estos usan drones para grabar prácticas del equipo contrario. Bielsa tuvo un espía. La municipalidad de Las Condes espía a los que están en la plaza pública.
¿No sabe esto la Sofofa? A Piñera lo espiaron en los 90. También a Carlos Massad cuando era presidente del Central. Por qué no van a buscar información, con cualquier pretexto, aquellos que la necesitan. Las Fuerzas Armadas chilenas, sin duda, deben estar recolectándola. La ANI también.
Sí, como existe, también es ilegal. Pero eso no es garantía de que no ocurra.
Los “espiables” entonces, saben que puede haber micrófonos a su alrededor, por eso los buscan y habitualmente los descubren. Repito la pregunta: ¿este es el primero que encuentra la Sofofa?
Con seguridad no. Como tampoco es certero decir que no se espía desde el Estado, a embajadas extranjeras, personas políticamente expuestas, empresarios o personajes que pueden afectar la seguridad.
Un país serio espía y lo espían. Lo mismo a sus instituciones, empresarios y políticos. ¿Quién? Hay que descubrirlo. Pero, sin duda, todos deben generar los controles internos para que la información sensible no trascienda.
Si la Sofofa encontró este micrófono y cree que es la primera vez que escuchan sus reuniones, es porque es altamente irresponsable. Si no es así y cada tanto realiza “limpiezas” en sus oficinas, por qué hoy hizo la denuncia. A veces, es mejor dejar el micrófono espía y utilizarlo. Otras, denunciar su existencia. Todo depende del efecto que se quiera conseguir.
Hoy la Sofofa optó por esto último. Hacer pública su débil seguridad. ¿Para qué? Eso debemos investigar.