La idea no es original de esta comuna. Pero si al café y a los libros se le suma un entorno adecuado, excelente infraestructura y una ubicación correcta, entonces nace un espacio que invita a leer, conversar, tomar algo o participar de actividades culturales, musicales, artísticas o literarias.
Era 2001 cuando la comuna de Providencia decidió utilizar algunos cientos de metros cuadrados de sus parques para crear modernas construcciones y emplazar en ellas los cafés literarios, una suerte de combinación de libros y cafetería, donde los visitantes pudieran encontrar textos y el aroma del cafetal.
Si bien la idea proviene de Turquía, se dice que son una particularidad francesa porque fue en París donde se crearon casi espontáneamente para las tertulias literarias o filosóficas, como el café Le Procope, fundado en 1686, lugar preferido por Voltaire y que todavía existe.
En Chile datan de varios siglos después porque, según Memoria Chilena, “la vida social de los escritores chilenos estuvo mayoritariamente relegada al interior de los hogares, prefiriéndose la casa del poeta, el bar, el club social o la cantina para reunirse”.
A mediados del siglo XIX, los cafés comienzan a multiplicarse y se toman de la mano de la literatura, surgiendo espacios como el Salón Literario, el Club de La Unión o la confitería Torres, lugares que reciben a la clase media ilustrada y a las mujeres. Se iniciaron así las llamadas “veladas literarias”.
“El Sistema de Bibliotecas de Providencia, que comprende los cafés y cuya sede central es la Biblioteca Municipal, cuenta con una colección bibliográfica de 54 mil ejemplares a disposición del público”
Providencia, recogiendo lo mejor de esa tradición, se dio a la tarea a principios del siglo XXI de abrir nuevos espacios, en medio de parques y muy cerca de las estaciones del Metro, para combinar ambas actividades.
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El 2001 inaugura el Café Literario Balmaceda (Providencia 410) y dos años más tarde abre otro en Santa Isabel 1240. En 2008, en pleno Parque Bustamante y a dos cuadras de la estación Baquedano, se instala el Café Literario Parque Bustamante. Hoy, son cientos de miles las personas que utilizan estas instalaciones. Todas ellos, abiertas al público en general, cuentan con amplias superficies para salas de lectura, cafeterías y auditorios, donde se realizan lanzamiento de libros, charlas y seminarios. Además, como un aporte a la información, tienen a disposición de los visitantes los diarios y revistas más importantes del país. También se realizan Talleres de pintura, musicales, ajedrez gigante, todo con el fin de potenciar el esparcimiento familiar y cultural.
Con ese mismo sentido, a partir de 2011, se crearon los llamados «Cafés al aire Libro», primero como una prueba y hoy como una realidad, siendo tan efectivos como sus antecesores, prestando libros, diarios y revistas, máquinas de café, conexión WIFI, entre otros. Ubicados en las plazas Las Lilas, Uruguay, Pedro Valdivia, Chile-España y en el Parque de las Esculturas, además, cuentan con el sistema de canje Pasando & Pasando, que permite a los usuarios la lectura solidaria, es decir, consiste en un stock permanente de libros que las personas pueden llevar a sus casas, dejando a su vez un libro a cambio.
Cafés al aire Libro
Plaza Las Lilas (Plaza Loreto Cousiño, Carlos Silva Vildósola esquina Las Hortensias).
Plaza Uruguay (Avenida El Bosque esquina Guillermo Acuña).
Parque de las Esculturas (Av. Santa María altura 2201, interior del parque).
Plaza Pedro de Valdivia (Pedro de Valdivia esquina Francisco Bilbao).
Plaza Chile-España (Av. Chile- España esquina el Aguilucho).
Este reportaje cuenta con el auspicio del Fondo de Medios 2016 del Ministerio Secretaría General de Gobierno y el Consejo Regional Metropolitano de Santiago
