El Periodista 2001-2013: 12 años y un día
Dejé pasar 24 horas para escribir sobre los 12 años de la Revista El Periodista. Lo hice para escuchar, atentamente, qué nos decían nuestros fieles seguidores y cuál era la repercusión en los medios locales que una publicación cumpliera una docena de años.
Escribe Francisco Martorell, director
Luego de leer los tweets y escuchar a algunos líderes de opinión, ver los comentarios en facebook, puedo decir con orgullo que hay una sintonía entre lo que planificamos hacer en noviembre de 2001 y lo que llevamos realizado en 229 ediciones.
Dijimos que queríamos ser críticos e independientes. Hacer periodismo, cualquiera fuera el costo. Mantenernos alejados de la noticia fácil y tratar de mirar en zonas oscuras, que se suelen ignorar para evitar los conflictos con el poder, que tantos dolores de cabeza acarrean a esta profesión.
Chile cambió, no por manida la frase, deja de ser cierta y nosotros, sin duda, aportamos con nuestro grano de arena para que ello ocurriera. Porque como lo dijimos al cumplir 11 años, “defendimos con ideas y reportajes el medio ambiente, nos jugamos por una mayor libertad ciudadana y menor discriminación, sacamos la voz contra la desigualdad y la lucha del pueblo mapuche ha contado siempre con estas páginas para sus reivindicaciones y propuestas”.
Doce años no es poco. Hemos visto y escrito sobre la muerte y el nacimiento de tantos, que ya nos olvidamos o solo los recordamos con cariño. Vivimos un gran terremoto y hemos podido analizar y percibir sobre la reconstrucción. Empezamos contando sobre un eventual TLC con EEUU y hoy nos enfrascamos en la discusión de Chile y Perú en La Haya. O el acuerdo nuclear en Irán. Por Chile han pasado tres presidentes y en marzo ya serán cuatro.
Nuestro afán no ha sido en vano. Gracias a alguna de nuestras publicaciones logramos detener situaciones que afectaban el erario nacional y, a veces, inoculamos una idea en la mente de algún lector, gracias a las diversas opiniones que desde nuestras páginas estimulan el pensamiento crítico.
Como dijimos en ocasiones anteriores, también nos equivocamos, en la urgencia de la noticia. Pero siempre tratamos de rectificar. Porque el periodismo, no sólo es contar historias, también es tener la responsabilidad de hacerlo con sentido, buscando qué hay detrás de cada persona o empresa, a quién representa y los intereses que están en juego. Así nos hemos paseado por la educación y levantamos con fuerza la voz en reportajes sobre universidades privadas y acreditación. Dijimos, mucho antes de su implementación y puesta en marcha, que el Transantiago, como estaba planificado, era no viable. Y que Chile no podía gastar en aviones F16 si estos, diseñados para la guerra, no nos servían para apagar incendios forestales, un tema que nos preocupa cada verano.
Tratamos de darle una mirada distinta a nuestro acontecer. Contarlo de forma atractiva, donde las letras sean algo más que un conjunto de caracteres y se combinen con cierta belleza. Pero que el resultado, además, tenga profundidad. Para que nadie, después de leer un ejemplar de la revista, sea el mismo. Si no una persona más inquisitiva y cuestionadora. El Chile de hoy, qué duda cabe, poco se parece al del 2001, año en que nacimos.
Ya lo dijimos el año pasado y lo reiteramos hoy: “Estamos orgullosos de todos estos años, porque detrás nuestro han estado ciudadanos y lectores; ni partidos, ni empresas ni religiones. Creemos fielmente en nuestra independencia intelectual, creativa, periodística y agradecemos, con fuerza y convicción, a todos los que nos han apoyado desde el 27 de noviembre de 2001. Mención especial al abogado Carlos Ferreira, el amigo que nos ayudó a partir y que hoy no está con nosotros”.
Nos queda mucho por hacer y vemos con envidia como los vecinos se dotan de una ley de medios que fortalece a la prensa independiente. Es la hora de que el Estado de Chile nivele una cancha que se encargó sistemática y violentamente de desemparejar tras el golpe militar de 1973. Allí se aniquiló a un sector de la prensa, cuya desaparición, fortaleció a otro, que representa los intereses políticos, económicos e ideológicos de una parte de la población.
Urge entonces que ese Estado haga justicia, abra líneas de financiamiento y genere las condiciones para que exista algo más que el duopolio Copesa-El Mercurio. Chile subvencionó la creación de parcelas salmoneras hasta que esta se convirtió en una industria potente. ¡Lo mismo debe hacer con el pluralismo! Con la cancha pareja, veremos que no es lógico ni “natural” que siempre desaparezcan los medios progresistas.
Queremos más prensa porque somos parte de ella, no le tememos a la competencia, sino al silencio. Esperamos de las nuevas autoridades que estudien, conjuntamente con todos los interesados en los medios y la democracia, los pasos que deben darse para fortalecer lo que existe y crear las condiciones para la creación de diarios y revistas.
Deseamos ser fuertes, no por nosotros, sino para que las voces que se expresan en nuestro medio sean cada vez más potentes.
Nacimos para quedarnos y crecer, no para sobrevivir. Nuestra tarea, entonces, recién comienza.
Dn. Francisco, 12 años no son nada, como dice el tango, está creciendo el niño con la mejor leche del mercado y los ciudadanos lectores de vuestro medio virtual o escrito así lo destacan.
Reconozco que este medio es serio en tratar temas de interés nacional e internacional, no maneja la información a su arbitrio, sino que le da un sentido de participación del que lo lee, estoy completamente de acuerdo que el periodismo en su espíritu con lleva un compromiso con la verdad y así lo ha demostrado a través de estos 12 años de vida democrática, en la cual nuestro país venia saliendo de un trauma, que era necesario revertir.
Lo dije en comentarios anteriores, Chile debe ser conducido con pensamiento constructivo, un sentido nacional se necesita para interpretar a todos los que viven en este país, pero la idiosincrasia de nuestra gente no deja progresar como quisiéramos, desde que somos republica nos hemos desangrado, por razones políticas, económicas, eso debe terminar, pero seguimos encontrando todo mal.
El periodismo que Ud. representa es de vanguardia, sin atarse a intereses que los descalifiquen y han sido consecuentes con vuestros principios, a no desmayar sigan adelante, vienen nuevos tiempos, los lideres del mañana comienzan aflorar, vienen con una nueva vitalidad y sus visiones son de futuro, ahí deberán estar Uds. para señalar la ruta, como también indicar los desaciertos que perjudiquen a sus habitantes a lo largo de nuestro país, como lo indica vuestro articulo.
Próximamente tendremos el balotaje para elegir entre dos mujeres de nuestro pueblo, la que salga triunfante deberá encontrar el apoyo de todos nosotros, no soy pesimista pero hay fuerzas encontradas que no quieren el éxito y otros que no quieren saber nada de la clase política, para ello es necesario exigir a través de los medios que el compromiso es con nuestro país y no con un sector determinado.
Dn. Francisco sigan adelante habrán mucho que los apoyaran en vuestra misión.