El arte y la vida
Somos tocados por el arte de una manera que nos prepara a ser tocados por la vida sin ser destruidos, o –más importante aún– nos prepara a no pasar por la vida sin ser tocados por nada, que sería lo más trágico.
Por Daniel Ramírez, doctor en Filosofía (La Sorbonne)
Imaginemos un mundo sin arte: Se necesitaría toda la imaginación de los escritores de ciencia ficción para ello. ¡Una civilización inteligente en la cual no existiera la función estética! Un mundo con todo, industria, salud, formación, comercio, ciencia… Pero en el cual nadie se detuviera a mirar un cuadro, leer un poema, ver una película, escuchar una música. Un mundo desprovisto de cines, teatros, museos, sin libros, escenarios, esculturas. Sin duda no se trataría de la especie humana.
¿Qué es entonces el arte?
Según el ejemplo anterior, se trata de una actividad específicamente humana. Es verdad que los pájaros cantan, las abejas ejecutan una especie de danza ylas arañas tejen mallas magníficas; los ejemplos sobran. Pero no parece que se tratara verdaderamente de producciones de arte, sino de comunicación y acciones prácticas. Son signos de algo preciso: peligro, comida; o gestos de seducción o de caza.
El arte humano persigue un fin sin equivalente en la naturaleza: laproducción consciente de algo que no es idéntico a nada que preexista en el mundo.Se parece a muchas cosas, claro, un cuadro se parece a otros cuadros, representa (o no) cosas, rostros, paisajes, figuras, pero incluso la manera como los representa no se parece a otras formas de hacerlo.
Se trata de transformar algo de manera que esa transformación nos transforma a nosotros mismos.La experiencia estética (el acto de observar o recibir una obra de arte) opera una transformación de nuestra manera sensible et inteligente de percibir el mundo.
¿Quién diría que su visión del coraje no debe nada a Homero? ¿Que su manera de ver un campo de trigo o un estanque con nenúfares no debe nada a Van Gogh o Monet, que su mirada sobre la guerra no tiene que ver con Goya o Picasso? ¿Cómo entender los celos y el poder sin Shakespeare o la nobleza de los pueblos sin Neruda?
Claro, no todos frecuentan las grandes obras, lo que en el fondo no tiene mucha importancia; la palabra “arte” tiene una relación muy tenue con sus apellidos: el arte es “arte universal” porque es arte, “arte popular”, clásico o contemporáneo, primero que nada porque es arte; el arte intuitivo, el arte “bruto”, el arte de la calle, el arte efímero o minimalista son arte. Los apellidos cuentan poco.
Nuestro mundo es un mundo humano (es decir está poblado de humanos) porque está poblado de obras de arte. Que se entienda: “humano” aquí es un adjetivo: no todo lo que hace el hombre es humano. Muchas cosas son terribles en la vida: la violencia, el abuso, el dolor, la muerte, la injusticia, la perversión, etc… cuando encontramos esas cosas en una obra de arte podemos sentir escalofrío, incluso horror y una tristeza inmensa, salir conmovidos hasta la médula de una película. Pero esas experiencias,cuando son vividas por intermedio del arte, no tienen la brutalidad y el sinsentido que hace que en la realidad nos destruyan, justamente porque en el arte está en juego el sentido de las cosas.
Por ello no hay que temerle al arte: cuando es violento se trata de la violencia humana, cuando es triste es la tristeza de la vida. En el fondo ese es uno de los secretos de su belleza (no la imitación de la que se encuentra en la naturaleza, que es un perfecto misterio). Aun cuando lo que se muestra no sea nada de lindo, hay una extraña belleza en mostrar su dureza, que no nos deja intactos pero que hace crecer lo que hay de intacto en nosotros.
Somos tocados por el arte de una manera que nos prepara a ser tocados por la vida sin ser destruidos, o –más importante aún– nos prepara a no pasar por la vida sin ser tocados por nada, que sería lo más trágico.
Las cosas del mundo nos conciernen, nos interesan, claro, nos ocupan; buscamos vivir mejor, acomodar esto, obtener lo otro (1). Pero las obras de arte hacen que nos ocupemos de nosotros mismos, de lo esencial;que nos conozcamos en nuestra intimidady que nos reconozcamos en nuestra particularidad. La ciencia conoce lo general, las leyes, los comportamientos. El arte lo particular, los seres. Por eso se puede aplicar lo que canta Carmen sobre el amor, que nunca ha conocido leyes (2) .
El arte transfigura la experiencia banal y cotidiana del mundo (3), revela lo extraordinario y transcendente que el velo de la costumbre y el desgaste de los lenguajes nos impide ver. Nuestras palabras, nuestros colores, nuestras formas y ritmos, ideas y sentimientos, nuestros cuerpos, nuestra memoria y nuestras historias son los materiales del arte. Es fácil darse cuenta que son los de la vida misma, “los dos materiales que forman mi canto”, decía Violeta Parra.Solo que en el arte se deshacen de la pátina opaca del hábito, de la alienación y del uso. Como si acabaran de nacer. Por ello la belleza del arte está en su verdad y el fondo en su forma.
La vida puede ser (y la sociedad tiende a producirlo) superficial. La existencia pesada y angustiante, las relaciones complicadas. Pero la superficialidad en el arte es liviandad, la pesadez se vuelve profundidad, la complicación revela la complejidad, la tristezase hace “saudade”.
La danza de la vida sería una pantomima grotesca sin la música del alma. Un hilo de luz invisible va de las pinturas rupestres hasta la última “performance” de un joven creador. La amorosa y a veces dolorosatransfiguración que une lo sensible al sentido, la finitud a la transcendencia, el detalle a la totalidad, el momento a la eternidad. Somos mortales pero no moriremos idiotas.
Actividad espiritual para la cual no se necesita ser creyente, solo sensible, el artealimenta nuestra sensibilidad, educa nuestra delicadeza, forma nuestra inteligencia. Por ello es un instrumento esencial de la libertad.
Por ello el acceso al arte es un derecho humano fundamental. Y conocer, profundizar, desarrollar y defender el arte es un deber de toda sociedad. Preparar la juventud a crear y entender arte, concebir las ciudades para acogerlo, producir el tiempo y los medios para visitarlo, adquirirlo y apreciarlo, concebir políticas para desarrollarlo y perennizarlo. Todas esas acciones son para nuestro bien vivir, no para fingir ni enriquecerse, no para el poder ni la apariencia.
Una sociedad en la que el arte se vuelve adorno, objeto de especulación financiera, producto de distracción y consumo, mistificación y farándula, es una sociedad que se priva de lo esencial y se prepara a la barbarie; solo su inhumanidad puede prosperar.
Y lo peor es que sin el arte, no nos daríamos cuenta.
1) Según Heidegger, estamos tan “pre-ocupados” con los objetos del mundo que hemos olvidado su ser y el nuestro propio. En la poesía se revela el ser de una manera originaria.
2) Carmen, opera de Bizet (texte : Mérimée): « L’amour est un oiseau rebelle / Que nul ne peut apprivoiser (…) L’amour est enfant de boheme / Il n’a jamais jamais connu de lois »
3) Arthur Danto: “La transfiguration du banal. Une philosophie de l’art” (Paris, Seuil, 1989).
Me gusta lo que dices Daniel, yo creo que el arte es el idioma en el que se comunican las almas de igual a igual, más allá de toda nuestra estupidez, desnudas de lo terrenal y de lo temporal…
Un abrazo: Florencia
¡Hermoso artículo! He leído libros de filosofía del arte y de estética, siempre me interesó el tema pero nunca he visto un pensamiento tan claro y a la vez profundo expresado en tan breves líneas. Entre muchas otras cosas, lo que se entiende, y que nunca entendí en esos libros, es porqué el arte nos conmueve tanto y porqué es indispensable para la vida. En otras palabras, qué es lo que el arte nos hace… ¡Gracias!
Una pregunta para Daniel Ramírez: ¿De quién es ese cuadro magnífico que aparece en la foto?
Gran Texto, muy bien escrito, claro, sencillo y profundo a la vez, no quedan cabos sueltos y no se interna en disquisiciones interpretativas. Texto necesario y pedagógico, escrito con notorio cariño y experiencia en lo que se dice..lo que le da esa autenticidad veritable…Daniel Ramirez es un aporte indudable al desarrollo pensante de los lectores. Felicito su publicación y esperamos más! Un abrazo!
Gracias por los comentarios. Habría tantas otras cosas que decir!
Varias personas me han hecho la misma pregunta que Milena, a propósito del cuadro en la foto. Debería haberlo señalado. Se trata de un oleo de nuestra queridísima amiga Catalina Vela, gran artista y persona llena de luz, que perdió la vida hace dos años en el accidente de avión de la isla Juan Fernadez.
El arte no puede nada contra la muerte, contrariamente a lo que pensaban los románticos, pero puede mucho por la vida. Gracias Cata. Nunca te olvidaremos…
Entender el Arte como un Derecho Humano se hace cada vez más urgente cuando nuestro quehacer es puesto en manos de un mercado perverso y los artistas somos sumidos en la angustia de competir, de agradar, de vender, además de crear y en oposición a la acción de crear con honestidad. Me parece que reflexiones como ésta, acerca del valor profundo de las Artes, son esenciales sobre todo, para que quiénes elaboran políticas culturales corrijan el rumbo que han tomado al tratar a las Artes como una Industria. El arte se ha vuelto elitista no porque las obras de arte sean complejas, sino porque se priva de ellas a los grupos menos pudientes. Por otra parte, hoy en día la reflexión es un ejercicio maltratado y en desuso. Yo agradezco, con absoluta humildad, el ejercicio que Daniel Ramírez realiza en este texto y que me parece, además de necesario y urgente, de una gran belleza y lucidez. En fin, podría decir mucho más, pero me parece que hay que abrir más espacios para el diálogo y el debate fluido.
Buen artículo. He recordado aquél otro, histórico, del dramaturgo Eugene Ionesco, que decía en 1962 : «[…] un país que no entiende el arte, es un país de esclavos, o de robots […]» (Notas y contranotas)
LA VERDAD HACE MUCHO TIEMPO NO LEIA ALGO TAN HERMOSO ME LLEGO…LO LEI CON TANTO INTERES QUE ME PERTURBA….HE DEJADO MI ATE DE LADO ….CON RAZON MI ALMA SE SIENTE TAN TRISTE …
Querido Daniel
Nada mas ciertas tus palabras creo que la creatividad del ser humanos no tiene apellido todos nacemos con esa «protovivencia» lista para ser desarrollada , la vida nos toca tambien y de alli vamos a la creacion artistica, asi como desde la creacion artistica nos toca la vida , y la convierte en una danza al ritmo de la musica del universo.
me encanto leer
Gracias Daniel
Una forma muy dulce y clara de entregar tu arte de filosofar.
Querido Daniel.
Estamos con mi madre, Cora, a quien conociste hace unos dias en mi casa, leyendo tu artículo.
te transcribo algunas impresiones de ella
Ella dice: me hizo sentido todas tus palabras, porque para mi, el arte es una comunicacion a lo infinito, a lo que esta mas alla de las cosas.
en el arte uno se sale de si mismo y puede comprender miles de cosas que en la rutina de todos los dias no estan.
Finalmente, queremos agradecerte por este regalo, que nos ha permitido compartir un momento familiar con significado.
A ver cuando hacemos otra tertulia!!
Muchos cariños,
Marcela
El arte para mi no es tema de reflexión. No frecuento ese espacio. Sin embargo, debo reconocer que tu artículo me ha tocado.
Muchas gracias. Sigue escribiendo.