Chile no es una telenovela
No creo en las furias de la presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa, en los honores rendidos al señor Laurence Golborne, ni en los sacrificios de los candidatos para ceder sus lugares.
Escribe Marta Blanco, escritora
Desde hace un tiempo los noticiarios –llamados noticieros en jerga esperpéntica– nos llenan de la maldad del ser humano como si fuera lo único digno de contarse.
Si encendemos la televisión aparecen los asesinatos, violaciones, atropellos, muertes y perros envenenados. Y las miserias trágicas de un tercer mundo que quisiéramos ocultar. El diario hace lo mismo, solo que mal escrito. Los de la “tele” al menos hablan no más, y se lo lleva el viento.
Ahí salen a relucir las estafas, los incendios, el odio vecinal, el hombre matagatos de Valparaíso, el cura pedófilo, la monja chueca, el rico que roba en los salarios, el pobre que destruye las calles y los bienes de la ciudad hasta que no da más y se le agota la furia o lo llevan detenido.
Así nos vemos.
Y es raro, porque fabricamos una imagen del Mago de Oz para los supuestos turistas que deberían llenar este país hasta rebalsarlo.
Entremedio, avisos de belleza eterna, de ropa en cantidades vomitivas, de mujeres riéndose de una manera insoportable, de viejos que parecen jóvenes anunciando calzones y calzoncillos-pañales, para que salgan a trotar y no se hagan pipí en público. Y en cada esquina de la gran metrópoli, las villas miserables donde habitan en condiciones deplorables demasiados de nuestros compatriotas. Simplemente, una vergüenza de desdoblamiento mental.
Un caos informativo mezclado últimamente con los desaguisados políticos, siempre pequeños, dentro de los problemas nacionales, cosas estúpidas como quién va por qué región, y bajar un candidato a la presidencia que siempre iba a ser dado de baja y el pobre no se la soñó.
El ridículo es grave. Y a los chilenos nos encanta hacer el ridículo.
Luego de sacar al candidato de la lista de los presidenciables, el presidente de su partido le pide perdones públicos, lo halaga de una manera viciosa y prosigue con una jerga de escolar primario que honra la memoria de un héroe nacional que se imagina de mármol, de piedra, todo menos un ser humano que estornudaba, comía y roncaba. Además, luchó por la Patria, como dicen. Nada de “cumplió con su deber”. Ni menos, que el carácter chileno es recto, cumple con la familia, la casa, el trabajo y la nación.
Esto, claro, sería demasiado. Los chilenos se ufanan de ser trotamundos, de gastarse el dinero del sueldo en pílsener o pantalones pitillo. En reventar la tarjeta de crédito, de la que no entienden nada.
Mucho hablan en los comités. Pero que me corten las manos como a Galvarino si entiendo una jota de a dónde van en educación. No saben cómo explicar sus níveas ideas, sus utopías alfabetas, sus demoliciones del pasado en nombre de algo que no saben en qué consiste. Yo recomiendo que lean a Andrés Bello. Su manual de estudios para el Instituto Nacional, sus ideas sobre la enseñanza, sus clases, su cultura general.
Porque un país no es algo en venta. Un país no se coloca, como los commodities. Un país es una realidad de vida y muerte, de salud y enfermedad, de hombres y mujeres, de sueños y realidades.
Un país del tercer mundo, aunque todos hablen como loros, no será más de lo que es si no se temperan las almas, las ambiciones, y no se recuerdan la justicia y el amor al prójimo.
No creo en las furias de la presidenta de la CUT, en los honores rendidos al señor Golborne, en los sacrificios de los candidatos para ceder sus lugares.
Le creo a Allamand, que no mintió. Por supuesto que se debía exigir una explicación o todos se iban en el mismo saco.
No hay buenos y malos candidatos. Hay candidatos. Y se tendrán que probar con ideas y con la verdad. Las lágrimas, los discursos griegos, tanto jaleo y un país operático no son capaces de equilibrar el salario mínimo, las cifras no son tan secas como los técnicos. El hambre de los pobres no se pasa con discursos ni estadísticas.
No exageremos la nota. Chile no es perfecto. Chile no es perverso. Chile es pequeño, lleno de problemas, y con una compleja red social que se va entretejiendo de odios y rencores. Paren esto. Los políticos y los comunicadores son responsables de habernos convertido en una gran cloaca.
Va siendo hora de que se tomen y nos tomen en serio. Este país no quiere seguir el camino de la ayahuasca. No hay derecho de seguir con tantos machitunes. ¿Dónde quedó la seriedad, la parquedad, la modestia, de nuestros antepasados?
Es una radiografía descarnada de nuestra Sociedad, cada día que pasa se acrecienta la desigualdad como la baja Cultura de nuestros connacionales, aunque la tecnología de comunicación esta en su mejor auge.
Los medios como Ud. lo indica destacan lo negativo de nuestra Sociedad, pero alguien dijo una vez «La buena noticia es mala noticia y la mala noticia es muy buena noticia» tenía toda la razón, las paginas amarillas y de la farándula son las que se destacan en los medios, pero si vamos mas a fondo es el Mercado el que manda, la oferta la demanda y el consumidor son los que establecen lo que quieren consumir.
Referente a la idiosincrasia nuestra desde la Colonia, Republica hasta hoy día, tenemos una forma de ser, en los diferentes estratos sociales su comportamiento esta de acuerdo a su nivel, el Campesino, Obrero, Técnico, Comerciante,Profesionales,Dueñas de Casa, la casta Política y los que no trabajan un día a nadie, tienen su código propio y actúan consecuentemente a su nivel. Así no es de extrañar de las actitudes de los personajes públicos ante los medios.
En cuanto a las propuestas de los Candidatos, seguirán prometiendo lo uno y lo otro, el diseño esta hecho desde la vuelta a la Democracia, la transición aún no termina en lo político y en lo económico, las leyes están hechas para defender el modelo y el Sistema funciona y alguien por ahí, dijo «hay que cuidarlos» o no Dña. Marta.
Siempre lo he dicho, Chile es un país con muchos potenciales, pero lamentablemente lo hemos farreado a través de los tiempos nuestro Destino, Chile tiene riquezas naturales desde Arica a la Antártida, un pueblo mayoritariamente trabajador (Hombres y Mujeres) y somos tan pocos, deberíamos ser mas unidos con mira hacia el futuro, pero no como Ud. lo indica estamos llenos de rencores un Ej,la rivalidad entre O´Higgins y Carrera, la Guerra Civil del 91,el Golpe de Estado del 73 dividen a la Sociedad Chilena.
Su reflexión a lo que no se quiere para nuestro país al futuro, el paradigma de hoy es que los jóvenes no quieren lo que estamos dejando, un país amarrado per secula, no, ellos quieren cambios, se saben protagonista hoy y mañana, son los nuevos lideres queramos o no queramos e ahí el problema, como entregamos el testimonio a las nuevas generaciones, dándole recetas según nuestros deseos, creo que no.Los Valores son fundamentales la Educación y la Cultura tienen la palabra.
Como es costumbre, al callo doña Marta, solo me hago la pregunta ¿el pobrísimo raciocinio y la gula consumista de la ciudadnía es un resultado…buscado al propio como dice el huaso O «TONTILANDIA»(JP)es culpa de la cordillera ?