Restaurant Ambrosía: Manjar de los dioses

El nuevo local, ahora en Vitacura, promete ser uno de los éxitos del 2013 porque tiene todo lo bueno que uno busca: belleza, tranquilidad, comodidad y sabor. Y además sorprende.

Por Gaudeamus

Si en el centro Ambrosía era un remanso de paz, tranquilidad y buenos sabores, la nueva ubicación del restaurante de la familia Bazán Bañados -ahora en una tranquila calle de Vitacura-, es el sitio perfecto para una cena exquisita, donde ambiente, música y perfección culinaria se conjugan con maestría.

Es que a Carolina Bazán, la chef y espíritu del lugar, los colores, sabores y mezclas de productos de estación, le brotan con facilidad. Por ello, si bien tuvimos que aguardar algunos meses entre el cierre del local del Merced (donde estuvieron nueve años) y la apertura en Pamplona, la espera valió la pena. Porque en la nueva casona no hay detalles al azar, pero tampoco exceso de marketing o ciencia. Sí mucho de autor, en la que música, ornamentación, carta de vinos, comidas o postres, surgen espontáneamente, tal vez en las conversaciones familiares y los consejos de amigos. “Equilibrio y armonía”, suele decir Carolina cuando define su arte.

No en vano, mientras se degusta un delicioso pulpo con salsa de olivas moradas ($6.500) se pueden ver en las paredes las fotos del clan Bazán Bañados y sus antepasados.

Una música agradable nos invita a seguir disfrutando de la imaginación de esta joven que, después de un año en París, volvió con más sabor que nunca. ¡Y se nota! Especialmente en las mollejas de cordero ($7.500), con salsa de champiñones, acompañadas por una ensalada de hierbas. Aquí disfrutan los sentidos porque los productos entran por la vista, el gusto y el olfato.

De fondo, las dudas surgen por todos lados. Atún con risotto de tomates y verduras de estación ($11.500) o la ternera con puré de zanahorias ($10.000). Opté por lo segundo y no me equivoqué. Bello y delicioso, cada especie en su justa medida y la cocción perfecta. Sin embargo, al probar el atún de mi acompañante, reconozco que pudo ser una buena opción. ¡Perfecto! Como la atención esmerada, sigilosa e imperceptible. Tres adjetivos que se agradecen para no salir del microclima que se crea en torno a la mesa.

Para el postre, la oferta es variada y Ambrosía lleva la delantera desde que probamos su elogiado Cheese Cake. Hoy optamos por una variedad sorprendente, el de palta ($5.000), una combinación que deja al fruto verde en su máximo esplendor. Un final, como rúbrica, para confirmar que Ambrosía, ya sea en Merced o en Pamplona, el centro o Vitacura, significa el manjar de los dioses. Y es Carolina Bazán, sin duda, quien baja los sabores desde el Olimpo.

Datos

Pamplona 78, Vitacura (a media cuadra de avenida Las Condes)

22173075

www.ambrosia.cl

Sólo cena

Estacionamiento

Capacidad: 80 personas

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El Periodista