El 85.3% de población de Santiago se encuentra en niveles recomendables de exposición al ruido
La ministra del Medio Ambiente, María Ignacia Benítez presentó resultados que señalan que la mayoría de la población urbana del gran Santiago se encuentra en estándares de ruido razonables según sugerencia de la OCDE. El anuncio lo realizó en el marco del Día Mundial de la Conciencia sobre el Ruido.
En el marco de la XVIII conmemoración del Día Internacional de la Conciencia Sobre el Ruido, la ministra del Medio Ambiente, María Ignacia Benítez, presentó resultados que relevan que el 85.3% de la población del gran Santiago, se encuentra bajo los estándares máximos recomendados por la OCDE, que corresponde a menos de 65 decibeles.
Al respecto la secretaria de Estado, aseguró que “con estos antecedentes en la mano, podemos señalar que la mayor población urbana del gran Santiago se encuentra bajo los estándares máximos recomendados por la OCDE en período diurno, lo que quiere decir que el 14,7 % de los santiaguinos, viven en condiciones desfavorables, que representa 853.045 habitantes”.
Los datos entregados son reveladores, ya que gracias a los estudios del Ministerio del Medio Ambiente, se realizó una estimación crítica de la población urbana del Gran Santiago expuesta a ruido, que se basó en un cruce de información de los resultados del Mapa de Ruido del Gran Santiago realizado el año 2012 y del último Censo.
En este sentido cabe destacar, que La comuna de Santiago encabeza el ranking, ya que 34.5% de su población está expuesta sobre las recomendaciones de la OCDE, mientras que la Comuna menos afectada corresponde a Lo Barnechea, con un 3.7%.
En esta línea la ministra Benítez, destacó la medición realizada en períodos diurnos, señalando que con ella “se permite evidenciar la presencia de un contaminante invisible como es el ruido. No lo vemos, no tiene olor, no deja residuos pero afecta nuestra calidad de vida”.
Junto con ello, la ministra del Medio Ambiente, relevó la importancia de los datos entregados y señaló que “como Ministerio sabemos que hay una necesidad por realizar estudios en distintas ciudades del país para conocer con exactitud cuáles son los niveles de ruido a los que está expuesta la población. Estos antecedentes son muy importantes, ya que nos permiten diseñar políticas públicas y orientar a los gobiernos locales en el mejoramiento de calidad de vida de todos los chilenos” junto con ello la secretaria de Estado destacó la importancia que tiene este tema, mencionando que “en nuestro país el ruido ha sido y es el contaminante más denunciado, prueba de ello es que a tres meses de entrada en operación la Superintendencia del Medio Ambiente, el 41% de las denuncias corresponden por ruido”.
Para tales efectos cabe consignar, que además del mapa de Ruido del Gran Santiago, el Ministerio del Medio Ambiente realizará 3 nuevos estudios en Temuco – Padre Las Casas, La Serena – Coquimbo y Valdivia. En la misma línea, la ministra Benítez señaló que “a esto debemos sumar la elaboración de la norma de emisión para vehículos y motos nuevas, que se encuentra en su tramitación final”.
Con la entrega de estos resultados, lo que persigue el Ministerio del Medio Ambiente es reforzar la educación y sensibilización ciudadana. “Con los mapas se logra visualizar la presencia de un contaminante invisible con el que convivimos a diario, pero que dado que no tiene olor, no lo vemos, no lo tocamos y no deja residuos, tendemos a subestimar sus efectos”.
Finalmente la ministra Benítez explicó que su cartera se encuentra formulando variados proyectos en la línea de reducir las emisiones acústicas en Santiago, entre el que destaca la norma de emisión de ruido para vehículos livianos, medianos y motocicletas “la que establece valores máximos de emisión de ruido para los vehículos nuevos que ingresen al país”.
Junto con ello, el Ministerio del Medio Ambiente quiere impulsar que se incluyan criterios de calidad acústica en las edificaciones, ya que al conocerse el ruido existente (mapas) es posible reconocer las necesidades de aislamiento requerido, junto con promover el ruido como variable de decisión en el ordenamiento territorial, de modo de permitir un desarrollo armónico en el crecimiento de las ciudades, según lo explicado por la secretaria de Estado.