Abogado Celedón recurre de amparo por detención de conscriptos bolivianos en la frontera

Según el profesional “los hechos se desarrollan en el marco de una acción de militares bolivianos tendiente a reprimir y sancionar los actos de contrabando de vehículos y de narcotráfico, causado por el intento de bandas organizadas que pretendían introducir vehículos sin patentes ni documentos legales a Bolivia a través de la frontera con Chile vía pasos no habilitados”. Versión PDF Recurso de Amparo

Un recurso de amparo en favor de los militares bolivianos José Luis Fernández Choque,18 años, Augusto Cárdenas García, 19 años y Alex Choque Quispe, 20 años, todos de la etnia aymará, interpuso el abogado Roberto Celedón Fernández ante la Corte de Iquique por la eventual detención ilegal de todos ellos.

Los mismos, según se informó, fueron sorprendidos por Carabineros en territorio chileno el viernes 25 de enero de 2013, a las 13:45 horas, en el sector denominado Tulapampa, de acuerdo al parte policial N° 09 de la Sub-Comisaría de Colchane.

A los conscriptos, tras su detención, se les imputaron los delitos de “Porte ilegal de Arma de fuego e ingreso ilegal al país”.

Posteriormente, en el Tribunal de Garantía, fueron formalizados únicamente por el primer delito, decretándose en contra de ellos la medida cautelar de prisión preventiva, por lo que actualmente se encuentran recluidos en el Complejo Penitenciario de Alto Hospicio de Gendarmería.

Según el abogado Celedón, tanto quiénes los denunciaron cómo qué hacían los citados soldados y dónde se encontraban al momento de la detención, resultan temas relevantes y que la Corte debe tomar en cuenta para revertir la decisión del tribunal de Garantía. Para el profesional, no existe delito y sí una extraña confabulación de hechos que parecieran “indicar, lamentablemente, que los contrabandistas actuaron como si tuviesen relaciones privilegiadas con personal de Carabineros”.

En el escrito se detallan, con nombres y horas, las contradicciones de los partes chilenos y se muestra que, efectivamente, existía un grupo de contrabandistas de autos que fueron detectados y perseguidos por los militares bolivianos.

Dos de ellos, en declaraciones prestadas a la policía chilena, reconocen que son contrabandistas y que pidieron el auxilio de Carabineros cuando eran perseguidos por los efectivos bolivianos.

Renán Rober Cárdenas Troncoso, de nacionalidad boliviana, sostiene en su declaración que se desempeña como conductor de vehículos exportados de la Zona Franca Zofri y que los interna por Pasos no Habilitados en forma ilegal al país de Bolivia, como se les denomina en la jerga actual vehículos “chutos””.

“‘Esta “víctima’ es contrabandista, lo declara él sin ambages, directamente y nada menos que al Teniente Fabián Retamal Riquelme”, dice Celedón en su escrito.

El boliviano, además, confiesa que fue contratado por un chileno, de quien ignora todo tipo de antecedentes (¡sic!), para trasladar en un camión 7 vehículos, lo que hizo a las 20:00 horas, del día 25 de enero de 2013, con un amigo apodado el Cóndor, para “trasladar desde la frontera de Colchane Chile, por pasos no habilitados vehículos afectos a Zona franca hacia el país de Bolivia” “y nos trasladamos hasta el sector del poblado de Cariquima”.

El confeso contrabandista relata que alrededor de las 05:00 horas procedieron a estacionar los vehículos “chutos” en el lugar Tula Pampa y cinco se trasladaron hasta la frontera con la finalidad de verificar si se encontraban los militares Bolivianos y poder pasar los móviles hacia la Frontera. Pero que, sorpresivamente, apareció un automóvil, marca Toyota, modelo Noahd, color Blanco, con militares bolivianos.

“Estos al ver nuestra presencia, procedieron a cruzar el límite Chileno y comenzaron a seguirnos, efectuando disparos en forma desmedida y descontroladas hacia nosotros, por lo cual en forma inmediata en compañía de otro sujeto me trasladé hasta un vehículo, automóvil, marca Toyota, modelo Nohad, color gris, y huimos del lugar”, señaló Cárdenas.

Tras el episodio, al percatarse que los militares se devolvían hacia Bolivia y terminaban la persecución, el contrabandista se trasladó hasta la Radio del Poblado, a solicitar ayuda, contando todo lo sucedido al radio operador y le solicité en forma urgente que llamaran a Carabineros…” porque estaba “preocupado” por sus compañeros. Luego se trasladó en auto hasta el sector Ancuaquer, donde se entrevistó con un Carabinero que se encontraba en Moto y le manifestó que habían ingresado hacia el territorio Chileno Militares Bolivianos y les habían disparados. “Le solicité ingresar al sector para verificar a mis compañeros, quien en primera instancia no me autorizaban por el peligro, pero ante la insistencia mía, me autorizó llegando al lugar, desde unos mil metros antes, desde un cerro del sector Tulapampa, donde se encontraban los vehículos, procedí a verificar y al no ver la presencia de Carabineros, me devolví hacia el poblado de Cariquima, donde nuevamente le comuniqué al operador de la Radio, quien llamó nuevamente a Carabineros y entregó el lugar exacto que era el Tula Pampa”.

En suma, dice Celedón, los militares bolivianos persiguieron a contrabandistas bolivianos que pretendían ingresar ilegalmente, vehículos “chutos”. Si fuese verdad que les dispararon y les reventaron las ruedas traseras, era para Carabineros muy sencillo constatarlo y comprobar la efectividad de este hecho, pero no hay prueba alguna en relación a ello. Tal como se perició un vehículo para luego entregárselo a un contrabandista, nada impedía que hubiesen examinado el vehículo que conducía Cárdenas Troncoso.

“Todo indica, lamentablemente, que los contrabandistas actuaron como si tuviesen relaciones privilegiadas con personal de Carabineros: sin control trasladan 7 vehículos desde Iquique hasta Cariquima, lugar donde se encuentra el aeródromo que utiliza Carabineros; bajan los móviles y se ponen en marcha sin problemas y cuando militares bolivianos intentan contener y reprimir su ilícito actuar, irónicamente piden protección a Carabineros y la obtienen, bajo el simple -y falso- expediente de acusar que los militares bolivianos cruzaron la línea fronteriza, la que conocen a pesar de no existir señal ni demarcación alguna en todo el Sector para que pudiese ser detectada a simple vista”, alega el abogado en el escrito de Amparo.
Sin embargo, resulta extremadamente relevante en el recurso lo que declara otra “víctima”, cuyo testimonio consta en la carpeta investigativa de la Fiscalía.

Alex Córdova Arias, el mismo día 25 de enero de 2013, desde las 20:30 a las 21:30 horas, ante Carabineros de la Subcomisaría de Colchane, confiesa que se desempeña “como conductor de vehículos exportados de Zona Franca Zofri y los interno por pasos no habilitados en forma ilegal al país de Bolivia, como se les denomina en la jerga actual vehículos “chutos””.
Este sujeto Alex Córdova tiene una especial particularidad en el presente caso pues es uno de los 5 bolivianos que llegaron hasta el Puesto de Control Fronterizo del Ejército de Bolivia, en el sector conocido como la Quebrada Laqueca, los cuales intentaron sobornar al Sargento Quino, que comanda ese puesto fronterizo, quien ordenó la detención de los cinco.
Alex Córdova declara lo siguiente:

“Que, siendo las 05:00 horas llegamos hasta el sector de Tula Pampa, dejamos estacionados los vehículos y nos trasladamos de infantería hasta la frontera Boliviana, yo en compañía de 4 compañeros traspasamos la Frontera Boliviana, y los demás se quedaron esperándonos y cuidando los vehículos”.

“Posteriormente, una vez en el territorio Boliviano, nos trasladamos hasta un campamento Militar Boliviano, cuya finalidad era que nos autorizara a ingresar los Vehículos, donde en forma sorpresiva apareció un militar con un armamento disparando al aire, yo traté de conversar con él, pero no me oía, procedió a amarrarnos a los 5 que estábamos y nos tiró al suelo, manteniéndonos bastante tiempo en el lugar, posteriormente llegaron algunos militares hacia el campamento con algunos de los vehículos que habíamos traído de Chile y que manteníamos en la frontera Chilena”.

El hecho de la detención es completamente real. Así lo declaró ante el Juzgado de Garantía de Pozo Almonte el soldado conscripto don José Luis Fernández Choque, así como el hecho de haber trasladado hasta el Puesto de Control los dos vehículos que tenían las llaves de contacto.

Este testigo considerado arbitrariamente como “víctima” por Carabineros de Chile, relata también un hecho cierto. El Sargento Quino después de 6 horas ordenó la liberación de los 5 detenidos, esto es, alrededor de las 11:30 a 12:30 horas. Sin perjuicio que, en su declaración yerra en las horas, relata que “nos devolvimos de infantería a la frontera Chilena por los cerros, y momento en que nos encontrábamos escondido en la frontera Chilena, sorprendidos un Automóvil, marca Toyota, modelo Noah, color blanco, en su interior se encontraban militares bolivianos, que Circulaban en el Territorio Chileno, pero al parecer donde no encontraron nada, se devolvieron hacia Bolivia”.

Esto, necesariamente, debe haber sido antes de las 13:45 horas, pues a esta hora, según el Parte N° 09, de la Subcomisaría, fueron detenidos los tres soldados bolivianos.

“Este sujeto tiene que haber estado en la cercanía cuando llegó el operativo de carabineros, encabezado por el Coronel Mauro Victoriano Krebs, es una deducción que extraemos atendido el párrafo final de su declaración:
‘Posteriormente, comencé a buscar mi vehículo y me percaté que se encontraba en el mismo lugar, baje rápidamente a verlo, y al llegar me percaté que mi vehículo funcionaba, tenía problema en el volante se encontraba bloqueado, pero partía, mantenía daños en la chapa de encendido de arranque motor, pero al encontrarse el volante bloqueado, no podía avanzar, por lo que me quedé en el lugar esperando ayuda y al cabo de 10 minutos llegó personal de Carabineros a socorrernos”, se lee en el Recurso.

“Este era el vehículo –dice Celedón- que el Sargento Quino, del Ejército de Bolivia, había ordenado a los tres soldados hoy detenidos cuidar, era el que no podía partir. Para ello les había dejado su fusil como medio de protección y seguridad. Pareciera que tenía razón porque los contrabandistas seguían en el sector, sector que es la soledad misma, donde casi no habitan seres humanos por la inclemencia del tiempo. Alex Córdova nada dice de la llegada de Carabineros y la detención de los tres militares bolivianos. Sin embargo, dice que quedó esperando y que llegó personal de Carabineros al cabo de 10 minutos ‘a socorrernos’”.

En la carpeta investigativa de la Fiscalía existe un documento denominado “Informe de Revisión Física y Técnica de Vehículo”, del mismo día 25 de enero de 2013, que suscribe el Teniente Nicolás I. Cabalín Garrido, Jefe S.E.B.V. Iquique. No señala la hora de la pericia, pero se refiere al vehículo Toyota, blanco, de 1999, “que presenta señales de fuerza en la chapa de encendido del arranque del motor”, es decir, el mismo vehículo del que habla Alex Córdova Arias.

Lo insólito e irregular es lo que señala el párrafo final de este Informe pericial:
El vehículo, conforme a instrucciones del Fiscal de Turno, de la Fiscalía Local de Pozo Almonte, fue entregado a su propietario por personal de la Subcomisaría de Colchane”.

Por orden del Fiscal de Turno, sin individualizarlo, el personal de Subcomisaría se lo entrega a su propietario. ¿Quién es el propietario?, ¿cómo se acreditó tal calidad? Imposible saberlo ya que es un vehículo, según la propia pericia, que no tiene PPU ni registra inscripción en el Registro de Vehículos Motorizados del Servicio de Registro Civil e Identificación.

“¡El contrabandista socorrido por Carabineros! Esta colusión de actores de órganos públicos chilenos con contrabandistas bolivianos, generando de paso una controversia de orden internacional, por incumplimiento de los deberes internacionales de Chile de acuerdo a los convenios citados es extremadamente grave y peligrosa, pues pone en tela de juicio la actuación de las autoridades policiales chilenas frente a actuaciones delictivas transfronterizas”, señala Roberto Celedón.

Respecto de la segunda pregunta, esto es, ¿Qué hacían los citados soldados conscriptos bolivianos? ¿Se les sorprendió acaso violando intencionadamente la soberanía nacional, cometiendo algún ilícito en contra de chilenos o sus propios connacionales, hicieron uso del arma que portaban? Nada de ello, de haberlo habido –dice Celedón- se habría quizás podido justificar una reacción proporcional a la ofensa recibida, todo ello con estricto apego al derecho internacional público.

Y agrega: Los propios testimonios de la carpeta investigativa, de aquellos absurdamente calificados como de “víctimas” son elocuentes. Intentaron sobornar a militares bolivianos e incluso declaran que “es recurrente que los militares bolivianos reciban dineros por pasar vehículos hasta Bolivia”, pero fracasaron en su intento. Quien comandaba el Puesto de Control Fronterizo, el Sargento Luis Quino, ordenó la detención de los cincos contrabandista. El Puesto de Control Fronterizo, denominado internamente como Laquena, en referencia a la Quebrada de Laquena, es extraordinariamente precario: una carpa, sin medios tecnológicos. Los soldados conscriptos llevaban sólo un par de semanas. Se habían trasladado del Regimiento ubicado en Challapata hasta Laquena en una jornada de 12 horas en vehículo. Para los soldados conscriptos fue su primera experiencia con el fenómeno del contrabando de vehículos y tuvieron una enseñanza ejemplar del Sargento Luis Quino, de honorabilidad, de esfuerzo por incautar los móviles objetos del delito de contrabando.

«Esta defensa acompañará documentos fidedignos, debidamente legalizados, procedentes del propio Ejército de Bolivia, surgidos a causa del grave hecho de que tres militares bolivianos se encuentren formalizados por infracción a la Ley de Control de Armas y privados de libertad por ser considerados por un Juez de la República un peligro para la sociedad. La investigación sumaria realizada por autoridades del Ejército es un hecho normal en cualquier institución de orden público, la que frente a hechos que le afectan se proceda a investigar para determinar las responsabilidades que corresponden a cada cual.

«Los soldados bolivianos, de madrugada, se encontraron con la presencia de 5 contrabandistas en su propio Puesto de Control, quienes pidieron conversar con el Sargento a mando. Lo hacen y ante el intento de soborno, reciben una respuesta inesperada, sus detenciones. La documentación de Ejército boliviano identifica a cada uno de ellos y entre ellos se encuentra Alex Córdova Arias. Efectivamente, después de largas horas de detención debieron liberarlos por la absoluta falta de infraestructura y medios para ponerlos a disposición de los tribunales y así estos volvieron de “infantería” a Chile. Córdova vio “su vehículo” y en él estaban los soldados bolivianos cuidándolo. El Sargento Quino aún no había regresado a buscar a los soldados porque había tenido muchos contratiempos en la subida de los otros dos vehículos, aquellos que tenían llaves para hacer arrancar el motor. Si no se hubiese producido este retraso, nada de lo acontecido hubiese existido en la forma que se desarrolló”.

Según Celedón “los soldados nada ilícito hicieron, por el contrario, habían tenido su primera experiencia de lucha contra el contrabando y habían tenido éxito, identificando a 5 contrabandistas e incautando 3 vehículos. El Sargento Quino se enteró por boca de los propios contrabandistas que un poco más atrás habían quedado esperando otros contrabandistas que igualmente pretendían ingresar ilegalmente vehículos a Bolivia, decidiendo ir a capturarlos e incautar los vehículos “chutos”. Se moviliza en un vehículo junto con 4 soldados conscriptos. Estaba recién amaneciendo, quizás era alrededor de las 07:00 horas y desde la cima de una quebrada, próxima al Puesto de Control, que está a más de 6 kilómetros de la frontera, divisan 7 vehículos. Los contrabandistas sabían que “sus compañeros” no habían regresado. Se dan cuenta que vienen por ellos y arrancan hacia la frontera con Chile. El Sargento Quino hizo dos disparos, de salva, para amedrentarlos y provocar su detención, pero arrancaron en cuatro vehículos en dirección a Chile dejando tres móviles abandonados. Lo que seguramente no pudo imaginar ni sospechar el Sargento Quino, era que los contrabandistas irían por ayuda, pero nada menos que de los Carabineros de Chile. Lo que no pudo imaginar es que el Alto Mando institucional de Carabineros, en Iquique, iba a dirigir una operación que incluía el uso de un avión vigía institucional y la movilización de dos camionetas con personal fuertemente armado con la decisión de detener a los militares bolivianos.

Todos entendían que la misión de combate al contrabando y al narcotráfico era algo que beneficiaba a ambos países fronterizos, a Chile como a Bolivia. Los soldados bolivianos cuando llegó Carabineros, se mantuvieron en completa serenidad, a pesar que les hicieron levantar las manos y dejar el fusil en el suelo. Sin embargo, los conminaron a ponerse de rodillas uno tras otro, con las manos sobre la nuca. El mando de Carabineros de Iquique, encabezado por el Coronel Victoriano, sabía a ciencia cierta que los militares bolivianos se encontraban en una misión de resguardo de la frontera para combatir el contrabando. No ignoraban que la fuente de la petición de ayuda que habían recibido provenía de contrabandistas bolivianos.

Los soldados bolivianos, a pesar de su juventud, se sorprendieron con la conducta de los funcionarios de carabineros. El Comandante Marcelo Araya Zapata, prestó declaración el mismo 25 de enero de 2013, ante la Fiscal (s) de Pozo Almonte, Priscilla Silva Arana, a las 19: 37 horas, y expresamente reconoce que los soldados bolivianos “manifestaron que se encontraban realizando control de contrabandistas, dispuesto por su mando”.

En suma, nada que pudiese ser interpretado como una afectación a la soberanía de Chile y que incluso que más allá de dónde efectivamente se encontraba el vehículo objeto de contrabando que resguardaban los soldados su único objeto era el cuidado de éste. Incluso, los soldados bolivianos solicitaron a los oficiales chilenos que ellos hablasen con su mando, el Sargento Quino, para esclarecer cualquier duda o errónea interpretación. No se hizo y fueron llevados al aeródromo de Cariquima y desde ahí trasladados directamente a Iquique, en el avión institucional de Carabineros.

«Imputarles infracción a la Ley de Control de Armas, a personas que por su profesión y función pública legítimamente usan armamentos y a jóvenes soldados que desconocían el sector, que carecían de instrumentos tecnológicos que les pudiese orientar en qué punto de la frontera se encontraban, resulta una imputación carente no sólo de toda racionalidad y proporción, cualidades inherentes a la Justicia, sino que hay completa ausencia de dolo en los soldados como en su mando», alega Celedón.

5 Comentarios
  1. marcelo dice

    Mucho exito,en este desafío,un gran abogado y mejor persona,no dudo,en la inocencia de estos jovenes,por algo está don Roberto.

  2. Alfredo dice

    Va quedando en evidencia que Carabineros de chile está protegiendo a los contrabandistas de vehiculos.
    Porque es raro que carabineros pusiera mas «entusiasmo» deteniendo a militares de Bolivia, que a contrabandistas que pasan todos los días por la misma zona.

  3. Edgardo Silva dice

    No existe ninguna justificación para cruzar una frontera, menos de un país con el que ni siquiera existen relaciones diplomáticas. En USA un policia gringo no detiene un delincuente que esta a 2 metros de distancia pero en otro Estado de un mismo pais. Esa es la importancia de las fronteras.
    Hace pocos meses atrás otros soldados bolivianos cruzaron la frontera, Chile los devolvió de inmediato sin juicio ni nada ¿y como respondió el propio Presidente de Bolivia? Condecorandolos!!!. Chile no puede permitir una burla igual por segunda vez.
    El tema contrabando, si hay o no colución con carabineros, son otro tema que debe investigarse, pero no mezclarse. Esta bueno ya de seguir siendo el niño bueno del barrio, que solo ha servido para perder territorio, salida al Atlántico, lagunas con agua vital, y ahora quizás mar.

  4. Marq Prince dice

    El Sr Celedón sigue con su show…bueno para eso el gob. boliviano y el pc le están pagando. No existe justificación alguna, para que un soldado (ojo no es policia)traspase la frontera con armamento de guerra, eso es un hecho….lo demás cuentos para dormir. No puede probar, celedón, absolutamente nada. Ya lo verán.

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