Alcaldesa Errázuriz pone término a convenios con Corporación Cultural de Providencia

La Alcaldesa Josefa Errázuriz dio curso a los documentos jurídicos que ponen fin a los convenios que transferían el trabajo cultural de la Municipalidad a la Corporación Cultural de Providencia. La misma estaba dirigida por un jefe de Dinacos.

Conforme a la voluntad de recuperar para la Municipalidad de Providencia la puesta en marcha de un programa de desarrollo cultural para la comuna, tarea que legalmente es una función propia del municipio, la Alcaldesa Josefa Errázuriz anunció hoy la creación de un Departamento de Cultura en la estructura del municipio.

Desde 1982, la Municipalidad había asignado dichas tareas a la Corporación Cultural, para lo cual le asignaba anualmente una significativa subvención, externalizando el rol cultural que le corresponde, sin tener actualmente en esa institución ninguna potestad de dirección ni participación ejecutiva en su funcionamiento.

A cargo de la misma estaba el ex jefe de Dinacos durante la dictadura, Osvaldo Rivera Riffo, quien se negó a renunciar, argumentando que su cargo -que desempeñaba desde hace 16 años- tenía un status especial.

Según el semanario Cambio 21 Rivera Riffo «fue un importante funcionario de la dictadura y llevó a cabo varias acciones de censura a los medios de comunicación que querían informar de lo que estaba pasando en el gobierno de los militares y de algunos civiles, que aún están esencialmente en la UDI» y una hermana de él, Maria Cecilia Rivera Riffo, «cercana a Labbé y abierta partidaria de la dictadura de Pinochet también era una alta funcionaria que ya fue despedida. Estaba a cargo de Dideco».

El jefe de comunicaciones de la entidad es Manuel Fuentes Wendling, expulsado del Colegio de Periodistas en 1999, por delatar en La Segunda en 1975 la militancia comunista de Felidor Contreras, dirigente del Colegio, y declarar «marxista» a Fernando Reyes Matta, entonces exiliado, cuando ambos epítetos costaban la vida. Fuentes hizo notar que su colega Contreras «caminaba tranquilamente por las calles».

A partir de la notificación emitida hoy por la Municipalidad empieza a transcurrir un plazo máximo de seis meses para que el término de los convenios se haga efectivo en su plenitud.

Esto incluye la recuperación para la Municipalidad de los inmuebles asignados en Comodato a la Corporación, como son el Palacio Schascht, donde funciona actualmente el Instituto Cultural de Providencia, las salas y estructuras del Parque de las Esculturas –predio de propiedad municipal- , el Centro Cultural Monte Carmelo y el Museo de los Tajamares.

El plan de acción en cultura está delineado en el programa “Providencia Somos Todos”, generado desde la base ciudadana y contempla una amplia participación en su implementación.

Con estas medidas, señala un comunicado de la entidad, la Municipalidad «se propone ampliar y fortalecer un desarrollo cultural diverso y democrático de la comuna, potenciar la rica y variada vida cultural de Providencia y mejorar el desarrollo humano y la calidad de vida de sus vecinas y vecinos».