Explotó el modelo
Chile, los chilenos, deben entender esto: no todos están sentados alrededor de la misma mesa, hay algunos que están lejos de sus manjares y otros, incluso, debajo de ella. Otros ni siquiera tienen una.
Francisco Martorell, director revista El Periodista
Jorge Matute se fue del peor de los mundos. Lo hizo sin saber qué pasó con su hijo y quiénes lo asesinaron.
Como él, otros tantos chilenos, esperan una respuesta y viven sin la certeza de conocer el paradero de sus seres queridos. Otros llevan años aguardando que se les repare el daño causado.
¿Es Chile un país respetuoso de los DDHH? En estos días, dada la intolerancia creciente que se vive, la respuesta pareciera ser fácil. El fantasma de la guerra fría, que dividió al mundo entre comunistas y no comunistas, vuelve a rondar nuestros patios, sacando lo peor de nosotros y mostrándonos que lo avanzado no es sustancial, que falta mucho por aprender y que estamos lejos de ser una sociedad democrática, con claro respeto al otro y, especialmente a las ideas del próximo. Un país que entienda los dramas, miedos y sufrimientos de todos, incluso de los que más tienen, pero especialmente de los más pobres.
Durante años, vivimos con la seguridad de que el modelo privatizador, adorador del individualismo y promotor del consumismo –incluso con endeudamiento más allá de lo posible–, nos llevaría al despeñadero. Pero las alarmas no funcionaron y si sonaron, no fueron escuchadas. Entonces se habló de modelo chileno, de éxito y cifras macroeconómicas inigualables, un ejemplo para otros países vecinos, que nos miraban de reojo y que, curiosamente, elegían otros caminos.
Chile crecía y millones de personas, simplemente, esperaban que algún día las bondades del modelo tocaran a la puerta.
Al lado de su pobreza, crecían universidades, clínicas, bancos, farmacias y tiendas del retail. Sus hijos, sin embargo, gozarían todo aquello que él no tuvo. Ellos crecieron, entraron al colegio y a la universidad. No solo, entonces, había que pagar las cuentas y las altas tasas de interés de las multitiendas, también matriculas y cuotas mensuales de alguna universidad. Y recién ahí, cuando el joven estaba en primero o segundo año, se dio cuenta de que la situación era impagable. El Estado, consciente de esto, creo otros sistemas y endeudó al estudiante, con créditos garantizados o con aportes fiscales. Así, el modelo siguió, pero siempre en el curso equivocado y desviándose.
Y la burbuja, esta vez, reventó.
Los jóvenes y los padres están endeudados, muchas veces, sin título en mano, porque debieron abandonar su carrera. Se acabó la esperanza y la confianza en que el modelo, al menos, recompensaría en sus hijos el esfuerzo de tantas jornadas de trabajo.
Chile, los chilenos, deben entender esto: no todos están sentados alrededor de la misma mesa, hay algunos que están lejos y otros, incluso, debajo de ella.
Trabajar para hacer una nación inclusiva es tarea de todos, sin descalificaciones se puede avanzar en el dialogo y construir un país mejor. No es fácil, pero es una tarea pendiente. Lo que ocurre por estos días es una señal, nueva, una alarma que debemos atender.
Porque Jorge Matute se fue del peor de los mundos y nosotros seguimos en él, nuestra labor es cambiarlo, en democracia, con respeto a ella y con la seguridad que el sacrificio debe recaer siempre en los que más tienen. Si no es así, el futuro no será nuestro…
Me encanto!! felicitaciones!!
Su Columna apunta a lo mas cruel que tiene el sistema en que estamos viviendo,las grandes potencias han desarrollado un Modelo Económico en que el Mercado rige las conductas de los Seres Humanos y Ud, lo señala con presición en donde la Oferta y la Demanda invaden en todo momento a través de los Medios esa necesidad de vender productos que son producidos a gran escala.
Desde el 73, en nuestro país cambio su paradigma que se habia vivido hasta entonce,y todos han tenidos que someterce a los nuevos dictamenes de la Economía llamada(Economía de Mercado), Neoliberal,todos los gobiernos que han pasado se han tenido que rendirse a esta realidad.
Afortunadamente nuestro país tiene la fortuna de tener grandes riquezas que han permitido enfrentar las Crisis Económicas y Sociales y poder sobrellevarlas, pero lo que estaba fuera de calculo es que los Jovenes de hoy miraron hacia el futuro, se dieron cuenta que los Adultos le estabán dejando hipotecado y enajenado sus bienes, que ellos tendrían para enfrentar los nuevos desafios.
Espero que los Cambios enunciados, estén a la altura de los tiempos, que sean más racionales en nuestro país, sean de respeto al ser humano en todo los niveles;el Ñiño,el Adolecente, el Joven,el Adulto y la Ancianidad.
Los Estudiantes están dando la pauta, los Trabajadores atomizados en sus distintas Areas Económicas hacen lo que pueden y los Politicos en su eterno dilema existencial, en su lucha por el poder.
el neoliberalismo es incompatible con la redistribución de la riqueza…
Muy de acuerdo sr. Martorell, sin embargo, creo que en su analisis hay una ausencia de realismo. Quienes usufructuan con el modelo, no estan dispuestos a que se cambie una coma. Su egoismo está anclado en un solido ideologismo anticomunista (ergo: todo aquel o aquello que este en contra del modelo).
El perplejo y desordenado mal gobierno de Piñera debiera terminar arrastrando consigo al modelo extremista neoliberal que tanto daño ha provocado a la mayoría de las familias chilenas.
Pero en su defensa, la derecha acudirá a la violencia, primero sibilina y oblicuamente, como con el proyecto de ley que quiere penalizar las tomas de colegios y ues, para después en segundo lugar pasar a la represión directa y con utilización de las fuerzas de orden en el trabajo sucio.
Habrá alguien sensato en la derecha chilena? Es que creían que su modelo extremista, que tiene secuestrada nuestra soberanía con el binominal iba a durar 100 años?
El proceso sin retorno que vivimos y que pondrá fin a la herencia dictatorial, no será sin quiebres y momentos dramáticos, ello obligará a tomar posiciones y allí se verá quién es quién en este Chile del siglo XXI, el del 2011, el de la nueva generación estudiantil, el del fin de la transición..
Este sistema está agotado. Está cimentado sobre el robo y el saqueo hasta que no quede algo, porque así lo requiere la usura (y por eso las guerras de depredación bajo el eufemismo de la “democracia”).
Es cierto que el mejor asignador de recursos es el sistema libre mercado, pero de bienes y servicios, no de especulación financiera: ¡El dinero es solo una herramienta!