Islandia: un caso para mirar con atención
Estamos lejos de un colapso. Pero el mercado da señales de un descontrol que, cada tanto, alerta. Colusiones entre farmacias, una gran tienda abusando de las repactaciones, la educación con más lucro que fines y demasiados intereses cruzados. ¿Por qué se habla tan poco de lo ocurre en Islandia?
Islandia y Chile tienen grandes diferencias. No sólo idiomáticas y culturales sino también históricas.
Son países que están a miles de kilómetros el uno del otro y sus habitantes, seguramente, no sabrán ubicarse mutuamente en el mapa.
Islandia, situado en el extremo noroeste de Europa, apenas tiene 331 mil habitantes y los mismos se reparten en 103 mil kilómetros cuadrados. Chile, sin considerar la Antártica obviamente, posee siete veces más territorio y su población supera hoy los 17 millones.
La nación europea, cuya ciudadanía goza de una envidiable calidad de vida, fue clasificada por la ONU en 2009 como el tercer país más desarrollado del mundo. Un año antes, sin embargo; su estado de bienestar y modelo de libre mercado se vio amenazado por una falla en el sistema que causó una fuerte contracción económica y produjo manifestaciones que obligaron a adelantar las elecciones.
Uno de los líderes de ese movimiento, el actor Hördur Torfason (65 años), instó a su pueblo a reaccionar ante los abusos de banqueros y políticos, responsables de la bancarrota, realizando cacerolazos frente al Parlamento. Fue todos los días, durante cinco meses, empezando con 100 personas y congregando a decenas más todos los días. “Planteamos tres exigencias. Las elaboré a base de hablar con la gente. Les pregunté ¿Qué queréis hacer? El resultado fue: el Gobierno islandés, el consejo de administración del Banco Nacional y el Consejo de Administración de la autoridad supervisora monetaria deben dimitir”, cuenta.
En enero de 2009, ante el colapso económico y la presión ciudadana, las demandas fueron satisfechas y el gobierno en pleno se vio obligado a dimitir. Un año más tarde, en marzo de 2010, los islandeses se negaron en un referéndum a pagar las indemnizaciones, por la crisis bancaria, a inversores holandeses e ingleses afectados por las quiebras.
El 6 de junio pasado se inició el juicio contra el ex Primer Ministro, el conservador Geeir H. Haarde, acusado de negligencia grave durante su gestión.
Pero más importante que eso, sin duda, es que desde abril de este año Islandia está elaborando una nueva Constitución, proceso en el que los ciudadanos participan a través de las redes sociales en internet: Eligieron a 25 personas para que se encarguen de su redacción, suben los avances a la red y todos opinan. Es otra sociedad la que construyen, más participativa, que pretende quitarle el poder al mercado y a las entidades financieras. Islandia quiere volver a ser el país de la felicidad.
En Chile, sin duda, estamos lejos de un colapso. Pero el mercado da señales de un descontrol que, cada tanto, alerta. Colusiones entre farmacias, una gran tienda abusando de las repactaciones, la educación con más lucro que fines y demasiados intereses cruzados.
¿Cuándo algo puede explotar? Islandia tampoco lo vio y llegó a una situación límite, que puso en peligro su calidad de vida, obligando a los ciudadanos a velar por sus intereses directamente. Algo similar está ocurriendo en la Educación chilena, donde los jóvenes han decidido modificar las cosas, casi con las consignas de Torfason: “Resistencia. Seguid, no os rindáis y entremedias descansad, id a dormir a casa. Es muy necesario”.
Las grandes movilizaciones, sin duda, muestran un descontento creciente. La Polar, por su parte, reveló la peor cara de la empresa privada. Estos fenómenos obligan a reflexionar, entre todos, para que el mercado no termine imponiendo sus condiciones a millones de personas.
¿hacer una constitución a traves de las redes sociales? Muy interesante, mereceria un articulo solo ese tema, como tambien el tema del no pago de la deuda externa de un banco privado
FRANCISCO:
Felicitaciones por la Editorial de este número de El Periodista… Es una excelente reflexión socio política sobre lo que ocurre hoy en nuestro país.
Y, gracias por seguir con los temas cristianos como la columna de Jaime: Laicos en la Iglesia y lo que dice la sección diálogos de café; Que dirá el San Padre!
Como siempre hay que difundir ampliamente la revista!
Quiero felicitar por este reportaje. Aquí en nuestro país la única participación impuesta es ir a votar y después de haber entregado el cheque en blanco las pandillas hacen lo que quieren de acuerdo a sus intereses.¿Porque las personas no puden opinar de todo?
Alguna vez le han preguntados a todos los habitantes de un sector donde colocan una central termoelectrica si quieren eso para ellos y sus hijos.
Felicitaciones
Excelente!!!
Ojala el pueblo a traves de la experiencia y ejemplo dado por los estudiantes se pudiera hacer eco de este movimiento y ser capaces de empoderarse para hacerles ver a estos politicos de la concerta y la alianza que viven en el limbo, de las injusticias del sistema impuesto a partir de una espurea constituciòn, que ya nos aburrimos de ser corderos y exigir de una vez por todas de todos los cambios que sean necesarios para una mejor Educaciòn, Salud, Previsiòn y de la usura a que nos somenten los bancos y empresas de retail amparados por el estado
Una vez más el periodista Francisco Martorell nos alerta con respecto a posibles desastres económicos en nuestro país observando lo que pasa en el extranjero.
Desde luego lo felicito, y admiro su agudeza periodística que tanto nos aporta.
Excelente comentario periodistico, primera vez que leo este diario electronico, ya que me aburri de ver manipulaciones informativas en los noticieros.
Yo creo que todos queremos pertenecer a un pais desarrolado, y tenemos todos los recursos necesarios para ir en aquel camino, sin embargo, la ambicion de algunos con sus redes misteriosas, han provocado la situacion actual; desigualdad escandalosa, estafas masivas, entre otras.
Cada comentario es una aporte a la democracia, teniendo la meta bien clara.