Desafíos de futuro
Más allá de las críticas previsibles, la primera cuenta pública del Presidente Sebastián Piñera marcó un hito. De partida, quedó claro que el mandatario se atrevió a hacer cosas que la Concertación no hizo en 20 años. Al respecto, basta mencionar la eliminación gradual del descuento de salud para los jubilados, la extensión del post natal y la generación de mayor competencia e igualdad para los sistemas público y privado de salud. Eso, aparte de los anuncios en materia de reconstrucción y sin dejar de lado aspectos básicos de lo que será su Gobierno en los ámbitos de educación e infraestructura, emprendimiento y apoyo a las Pymes, entre otros varios temas.
Lo cierto es que, más allá de la coyuntura, creo hay que destacar que se trató de un mensaje que tuvo implícita una invitación a pensar el país que queremos y soñamos para 20 ó 30 años más, en el Chile de hoy y de mañana.
Porque si bien lo central tuvo que ver con anuncios relativos a la asignación de los recursos contemplados en el Fondo Nacional de la Reconstrucción, un papel preponderante tuvo la incorporación de aspectos que denotan voluntad de construir un mejor país y aumentar los espacios de participación de la ciudadanía, ambos desafíos anteriores al terremoto y maremoto de febrero.
El anuncio de un ingreso mínimo ético familiar aparece como una manera de asumir con seriedad la tarea urgente de abordar la redistribución de la riqueza, tomando medidas de fondo para terminar con la vergüenza que significa el hecho de que hoy el 30% de los chilenos vive con menos de 60 mil pesos per cápita.
Porque sólo entonces, una vez que esto se aborde, podremos aspirar a cambios fundamentales, por ejemplo, en materia de Regionalización y empoderamiento ciudadano. Y lo segundo no va a suceder si no ocurre lo primero, porque esto exige la voluntad de ceder poder: transferirlo a las Regiones para que tomen sus propias decisiones, y también a la ciudadanía, para que pueda ejercer su libertad de decidir.
Esto permitirá que sigamos derribando mitos en torno a la centroderecha y que la administración de Sebastián Piñera sea recordada, no sólo por su capacidad ejecutiva, sino por cristalizar cambios tales como el perfeccionamiento de los plebiscitos comunales, la inscripción automática y el voto voluntario, la elección directa de los Consejeros Regionales y la iniciativa popular de Ley, todas las cuales demandan ceder las cuotas de poder que histórica y sistemáticamente han sido negadas.
Trabajaremos para que cada uno de los anuncios del Presidente Piñera se concrete y nos acerquemos al Chile que queremos, más justo y con mayores oportunidades. Más allá de la capacidad resolutiva demostrada por el Gobierno, debemos saber aprovechar las oportunidades de desarrollo y la posibilidad de anticiparnos a las amenazas y desafíos venideros. La elaboración de una agenda de largo plazo, es una manera de hacerlo posible.
Todo esto, por cierto, asumiendo la derrota de la pobreza como primera prioridad, para seguir construyendo el mejor país que buscamos ser.
*Senador RN V Región Costa