Momento de sueños, ideas y creación
"Todos los seres humanos llevamos dentro una fábrica de sueños y un enorme potencial creador y realizador. Esto podrá evidenciarse si somos capaces de ver la realidad desde nuevas posiciones, nuevos encuadres, con otros ojos".
Escribe Joel Muñoz // Publicista
El emergente impulso de la industria creativa en Chile, como una categoría nueva en el desarrollo económico, viene a constituir el espacio real desde el que se puede soñar, idear, crear y realizar para hacernos de nuevo.
En los países desarrollados esta industria genera cerca del 10 por ciento del PIB. En Chile no alcanza al 2. Vale decir, está todo por hacerse, sobre todo ahora que la sociedad chilena requiere de ideas, innovaciones, creación, soluciones no convencionales, soluciones sostenibles, en lo material, social, cultural, político, tecnológico, y principalmente en lo humano.
La industria creativa reúne en el mundo a creadores-emprendedores de todas las áreas, desde la arquitectura, la ingeniería, las comunicaciones, la cultura y las artes, el diseño en su más amplio sentido, la tecnología, la producción de contenidos, los medios de comunicación, la moda, entre otros. Son los creadores de cultura e identidad en el más amplio sentido, comprendidas como el modo particular y original de hacer las cosas en una sociedad. Todas las cosas.
El mundo creativo permite ver las crisis como oportunidades en todas las esferas. El estado de crisis al parecer genera condiciones biológicas y emocionales que pueden significar verlo todo perdido o verlo todo por ganar y alcanzar. Algunos podemos sentirnos hundidos en el pozo de la mala suerte, la desesperanza, la pérdida. Otros podemos sentirnos empujados a construir lo que viene; desde la destrucción misma comienza a elevarse el espíritu creador y realizador. Creatividad, en este caso, se emparenta con el concepto de resiliencia.
Los estudiosos de la creatividad coinciden en que las ideas transformadoras, las grandes ideas, casi siempre surgen del estado de dificultad o necesidad. Estudios de personajes creativos en la historia de la humanidad revelan que la mayoría pasó en su vida circunstancias muy difíciles, crearon a partir de la carencia, de la pobreza, de una infancia desdichada o de una pérdida irreparable. La creación, por tanto, es inherente a lo humano enfrentado a la adversidad. Por esta razón, en medio de los dolores y pérdidas, podemos encontrar en la industria creativa el espacio y el momento para traer al presente el aliento que hace falta, desde dentro de nosotros mismos. La posibilidad de generar sueños e ideas es una salida extraordinaria frente al miedo, la parálisis, la dependencia, la tristeza, la tensión, el vacío, el estrés y la soledad.
Todos los seres humanos llevamos dentro una fábrica de sueños y un enorme potencial creador y realizador. Esto podrá evidenciarse si somos capaces de ver la realidad desde nuevas posiciones, nuevos encuadres, con otros ojos. Un enfoque que sugieren los especialistas es no preguntarse tanto por qué, sino para qué. Qué me propone a vida de aquí en adelante. Qué puedo hacer yo desde esta situación junto con otros en la misma circunstancia. El pensamiento creador, la posibilidad de construir lo nuevo, se basa en el descubrimiento de los recursos propios, los intangibles de nuestra identidad, como la posibilidad de soñar, trazar una ruta para alcanzar el sueño, la capacidad emprendedora, la aplicación de los buenos aprendizajes del pasado actualizados para la nueva construcción, la habilidad para trabajar en redes de cooperación y la persistencia, la voluntad de ir hacia el futuro sin permitir que las barreras emocionales, culturales , sociales o de los sentidos, nos hagan desfallecer al primer intento.
Todo esto puede ser muy fácil decirlo en medio de las dificultades. La gente dirá… “otra cosa es la realidad…otra cosa es con guitarra”.
En realidad, no es fácil pasar de un estado de parálisis y miedo a un estado creativo constructivo. Pero no es imposible. Y es altamente gratificante. Los seres humanos podemos dirigir nuestros pensamientos y emociones hacia el espacio y el lugar de la creación.
Desde la crisis, Chile puede reinventarse, recrearse, orientarse hacia nuevos sueños y a la acción de concretarlos. La industria creativa tiene un gran desafío por delante.
muy interesante y verdadera la reflexion de este sr., aun cuando no comparto lo que expreso de nuestra ex presidenta en su comentario en radio u. de chile, un saludo a este diario.