El día en que el Estado de Chile salvó de la quiebra segura a los diarios El Mercurio y La Tercera

Rescatando al Soldado Bardón

El gran perdedor de la jornada fue el Banco del Estado, vale decir el patrimonio de todos los chilenos, por un monto que un informe pericial de Price Waterhouse calculó en 607 mil 228 Unidades de Fomento, es decir, algo más de diez mil millones de pesos al día de hoy. Así lo entendió el magistrado Alejandro Solís, quien el 18 de noviembre de 1991 sometió a proceso por el delito de fraude al fisco a Alvaro Bardón, presidente del BECh a la fecha de estas operaciones; al vicepresidente, general (R) Osvaldo Palacios; a Osmán Flores, gerente general; al gerente de operaciones, Jorge Ilabaca y a los asesores de la presidencia Juan Germain Morchio y Luis Fuentealba, fallo ratificado por la Corte de Apelaciones por la vía del rechazo a un recurso de amparo presentado por la defensa de los reos.

Sin embargo, al cabo del primer año del primer gobierno de la Concertación, el horno de los tribunales todavía no estaba listo para excesivos bollos de justicia.

Es así como el 12 de diciembre de 1991, elevados los recursos de amparo a la Corte Suprema, encontraron oídos aquiescentes en la dudosamente célebre Cuarta Sala, integrada por los inefables ministros Hernán Cereceda y Leonel Beraud, quienes, junto al abogado integrante Luis Fernández, en un fallo notablemente silogístico y formalista, acogieron los amparos y decretaron que Bardón y compañía no eran reos de la causa, resolución contra la que votaron el Ministro Mario Garrido Montt y el abogado integrante Fernando Fueyo, el que en voto de minoría representó con acritud el indebido uso del recurso de amparo como instancia de apelación.

El equipo jurídico del Banco del Estado, encabezado por el abogado Manuel Guzmán Vial, intentó tenaz pero infructuosamente mantener activo el proceso y perseguir las responsabilidades penales de los inculpados, lo que en todo caso logró hasta el 21 de junio de 1997, ocasión en que el magistrado Juan Carlos Urrutia decretó el sobreseimiento temporal, «hasta que se presenten nuevos y mejores datos de investigación», pero lo cierto es que el «supremazo» de la Cuarta Sala le había propinado un golpe letal.

Tras la paletada nadie dijo nada, y Bardón pudo reintegrarse tranquilamente al Consejo de Redacción de El Mercurio, desde donde descarga furibundas invectivas contra las prácticas corruptas de los funcionarios del sector estatal. .

 

 

 

 

 

 

3 Comentarios
  1. lermandini dice

    Después de tremendo culebrón, lo del arroz sí es un chiste. Gracias por compartir los detalles de esta info.

  2. Gonzalo dice

    Ahora los de la concerta no tendrán voz por el error que ellos mismos cometieron al entregar más del 75% del avisaje estatal a El Mercurio y la tercera. ahora se necesitara mas que nunca medios que digan las cosas como son,……

  3. Victor dice

    Es sabido que la ambición rompe el saco. Me imagino que para las autoridades de ese entonces no era lo mismo aparecer en las páginas socilales de El Mercurio, que el las de La Epoca. Se quiso apostar a gandor, y el resultado se ve ahora. Todos los medios en manos de un sector Político, y un grupo económico.

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El Periodista