Periodismo más responsable

victoria-urangaEscribe Victoria Uranga Harboe

“A veces una denuncia noticiosa hace más daño: cámaras que siguen a niños que no quieren hablar, niñas víctimas de explotación sexual identificados sin necesidad y abusadores (mal llamados sólo clientes) sin ser investigados periodísticamente”

Si al niño que se hizo tristemente en los medios célebre por su “prontuario delictual” a los 13 años lo hubiéramos nombrado en nuestras crónicas simplemente por su nombre de pila, habríamos contribuido a su protección. Hay miles en todo Chile, pero poquísimos con su apodo en Santiago.

Cada vez que enfatizamos en el lenguaje a la pobreza como “situación” y no como “condición”, remarcamos que es algo que podemos cambiar. Algo similar ocurre cuando apostamos por incluir entre las fuentes también a aquellas que tienen menos acceso a los medios y así potenciar un debate más diverso.

Estos son sólo algunos ejemplos de las opciones de construcción que a diario tomamos los y las periodistas.

Si nos alejamos del paradigma de la objetividad y su implícita obligatoriedad para hacer creer como verdadero, es la construcción de realidad responsable y consciente un camino para que el periodismo cumpla con su importante rol social. A esto se suman los esfuerzos por hacer de la ética una transversal en la formación y la práctica cotidiana pese a las rutinas y exigencias laborales.

Sin juicios moralistas ni intentado imponer pautas, este escenario también lo conforman los aportes y llamados de atención que vienen desde distintos sectores de la sociedad. Estos nos recuerdan que no cualquier periodismo sirve.

La ONG Raíces realizó durante noviembre el concurso “Comunicar sin daño”. Estudiantes de periodismo se motivaron a explorar la explotación sexual infantil, la trata de personas y el turismo sexual. Temas que cuando hacen noticia suelen ser el último peldaño de violación de los derechos de los niños, niñas y adolescentes. Lamentablemente, a veces nuestra denuncia noticiosa hace aún más daño a una terrible situación: cámaras que siguen a niños que no quieren hablar, niños víctimas de explotación sexual identificados sin necesidad y abusadores (mal llamados sólo clientes) sin ser investigados periodísticamente.

En el escenario internacional, la Agencia PANDI, que es parte de la Red de noticias de infancia más importante de América Latina ANDI  presentó los resultados del análisis de 11 mil 151 noticias sobre niñas y niñas de Colombia. El material de los doce medios impresos más leídos de ese país muestran algunas dimensiones de la construcción noticiosa que sabemos nunca es inocua. ‘Violencia’ fue el tema más abordado en el 18 por ciento de todos los artículos. Sólo el 17 por ciento de las declaraciones y testimonios incluidos en los textos pertenecen a niños, niñas y adolescentes. Con respecto al rol fiscalizador, en el 5 por ciento de los artículos los periodistas formularon denuncias frente a la vulneración de los derechos de la niñez o la adolescencia y sólo en el 2 por ciento de los casos mostraron posibles soluciones frente a las temáticas planteadas.

¿Cuál es la situación de Chile? En infancia y periodismo, tenemos acercamientos limitados. Insólitamente nuestro país es uno de los inexplicables ausentes en la Red ANDI conformada por trece países de la región. Pero en periodismo y pobreza, Chile sí tiene avances. Desde el año 2004 el tema lo trabaja la Alianza Comunicación y Pobreza integrada por la Fundación Superación de la Pobreza, el Hogar de Cristo, la Escuela de Periodismo de la Universidad Diego Portales y la Fundación AVINA.

Además de las investigaciones que año a año nos entregan insumos de las particularidades de la construcción de pobreza en nuestros medios, un premio anual destaca las mejores prácticas. Por eso, el lunes 30 de noviembre el Museo de Bellas Artes estuvo de fiesta. Se realizó la IV versión del Premio Pobre el que no cambia de Mirada. Premiamos a los mejores dentro de los más de cien periodistas de medios escritos, radiales, televisivos y digitales que postularon. Estos profesionales se la jugaron por abordar la pobreza sin estigmatizaciones, de una manera innovadora, desde sus oportunidades de superación e investigando sus múltiples causas y características.

Ganadores y ganadoras nos muestran que no sólo es deseable sino que es posible superar la pobreza. También, que los caminos para lograrlo son diversos, incluyendo el comunicacional.

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El Periodista