Más allá del día 13

foto Frei

El Análisis político de Guillermo Holzmann

La tentación de escribir sobre el ambiente previo a la elección del 13 de diciembre se reduce al plantearse sobre los temas posibles de abordar. En la práctica tenemos tres candidatos con propuestas de ideas programáticas –nótese la expresión que alude directamente a la falta de contenidos– expresadas en una suerte de listado amplio de medidas o acciones a realizar que, en la práctica, no plantean modificaciones sustantivas, en términos de cambios u objetivos, a lo que ya conocemos hasta ahora.

En otras palabras, nuestro país ha optado por un modelo de desarrollo, donde los candidatos sólo tienen espacio para plantear énfasis y mejoramiento a la gestión gubernamental, dejando de lado el debate sobre modelos alternativos de desarrollo.

No se trata de plantear una simplicidad en el proceso, sino que dar cuenta de que es más difícil hoy día desarrollar ideas y propuestas de gestión eficiente antes que ofrecer modelos alternativos. Lo segundo es más fácil, pues obliga a excluir la opción menos deseada, mientras que la primera exige una voluntad de análisis y evaluación para establecer la mejor opción. De hecho, es este fenómeno el que sustenta la transversalidad y el diálogo como imperativos en la construcción del discurso programático de hoy.

Con ello, la instalación en este proceso electoral de una suerte de confrontación ideológica entre izquierda y derecha parece no tener sentido –en la forma y contenido que conocemos estos parámetros desde décadas pasadas–, en la medida que Chile lleva mas de 25 años implementando un modelo de desarrollo que ha conseguido crecientes grados de legitimidad interna y, especialmente, el reconocimiento internacional a los logros económicos, sociales y políticos obtenidos, con lo cual Chile se posiciona como un referente en el concierto mundial.

Por demás, desde la visión externa los logros de Chile es el resultado de una estabilidad política, cuyo factor destacado es el rol que ha tenido la Concertación como coalición gobernante que ha consolidado el modelo de desarrollo y donde ha tenido el respaldo y aporte de la oposición para avanzar en este proceso. En otras palabras, el estadio actual en que se encuentra Chile es el resultado de una construcción conjunta en que convergen la voluntad democrática de diversos sectores –incluidos aquellos que apoyaron el régimen de Pinochet– y la inclusión creciente de sectores ciudadanos que dan cuenta del giro ideológico que han debido enfrentar los partidos y cuyo ejemplo lo tenemos en la fragmentación partidaria y en la diversidad de propuestas progresistas que se plantean en las candidaturas. Sin duda hay sectores que no comparten lo señalado, pero es evidente en términos electorales y sociales que se encuentran en retirada.

Concordamos que esta aproximación no es la que está en la agenda electoral de hoy, pero es nuestra visión que la insistencia en instalar una realidad inexistente al ciudadano generan confusión e incertidumbre innecesaria en la interpretación que cada individuo tiene de la sociedad y la forma en que se expresa en política.

De alguna forma hay que escuchar a quienes no están participando y se preocupan por el destino del país. Las elecciones tienen el sentido de elegir representantes, como todos sabemos, pero también supone un votante con capacidad de discernir adecuadamente respecto a su futuro. Bajo este prisma veamos este proceso electoral.

2 Comentarios
  1. Miguel Huerta dice

    La confusión la causa el ex Senador Designado, cuando se autoproclama como el heredero político de Salvador Allende, siendo que pertenece a un partido de inspiración humanista y cristiana, como lo reiteró tantas veces su padre, Frei Montalva.

  2. Alonso dice

    La llamada “democracia occidental” es la representación de la desfachatez de este poder amparada en nuestra ignorancia forzada y nuestra actitud de borregos frente a la realidad. En Chile, bajo la égida de la city y wall street, simplemente se impuso el rendimiento del dinero por sobre el trabajo y la innovación. Hasta la fecha habían estado sacando las castañas con la mano de gato, con este “socialismo renovado mundial”: manteniendo sus prebendas sin alterar la “paz social”, pero con el fracaso del monetarismo se despertaron muchas conciencias nacionales y, por tanto, ya no es posible hacerlo impunemente siendo, por tanto, necesario poner a uno de sus acólitos en la administración del sistema local que, por añadidura, es experto en USURA. Para el logro de sus objetivos pondrán todos los distractores posibles (llamense encuestas, contralores y tongos diplomaticos) y soltarán a los perros para que votemos con la guata y no la cabeza en este show mediático.
    Por otra parte, no deja de ser interesante ver el pais con Piñera como presidente, con todo el poder real a su disposición y comprobar cual es el verdaero sentido de Patria que tiene este sector (vocablo desparecido del lenguaje politico): en caso de conflicto: ¿sería rehen de los fuertes intereses economicos que tiene en paises potencialmente enemigos de Chile.

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El Periodista