Inscripción en Registros y democracia

fco-chahuanFrancisco Chahuán

Diputado

Tal como en abril pasado los cálculos del gobierno sepultaron la posibilidad de consagrar la inscripción automática y el voto voluntario en nuestro país, más recientemente se ha hecho lo propio con la iniciativa de ampliar en un mes el período para adherir al padrón electoral. Esto, luego que el Ejecutivo rechazara la propuesta de Sebastián Piñera de postergar en 30 días el plazo legal vigente en la actualidad, en consonancia con la idea que hace más de un año planteamos diputados de Renovación Nacional al Director del Servicio Electoral.

Si bien aquello descartaba el supuesto oportunismo que se argumentó –el planteamiento fue hecho antes de las últimas municipales– para criticar y descartar la iniciativa, sin duda era una opción muy positiva, pues mientras más personas participen en un proceso electoral es mucho mejor para la democracia.

Sacar adelante la propuesta, que pretendía dar las facilidades para que los motivados de último minuto pudieran participar en los comicios, era factible y sólo dependía de la voluntad política. A menudo se ingresan proyectos que requieren urgencia y pocos podrían olvidar uno de los trámites express quizás más emblemáticos, para dar curso a la inscripción de los candidatos DC, tras el error que amenazó con marginarlos de la carrera parlamentaria en 2001.

Se ha estimado que la medida podría haber permitido engrosar en unas 100 mil personas un padrón que se ha caracterizado por su envejecimiento progresivo. Ello, pues existe evidencia respecto a que el interés aumenta en la medida que nos acercamos a los comicios propiamente tales, una vez que se despejan los nombres, proyectos y propuestas de cada candidato.

De hecho, según cifras aportadas por el Servicio Electoral, el número de inscritos en agosto (54 mil 354) supera con creces a los registrados durante todos los meses previos, que en total llegaron a las 137 mil 960 personas. De cualquier manera, se ha señalado que en 2005, ad portas del proceso que enfrentó a Michelle Bachelet con Sebastián Piñera, la cifra de nuevos inscritos llegó a 278 mil 77, es decir, más del doble de los que se han registrado este año.

Lamentablemente, todos estos argumentos de nada sirvieron para que el Gobierno cambiara de actitud y se abriera a esta posibilidad, asumiendo que los cambios en las reglas del juego –otro de los argumentos para no acoger la medida– pueden ser bienvenidos si con ellos se mejora el juego en cuestión.

El movimiento Independientes en Red ha sostenido que mientras en 1988 el 36% del padrón lo componían personas entre 18 y 29 años, en 2006 ese grupo etáreo sólo aportaba el 8,5%. Todo indica que las cosas no han mejorado mucho desde entonces a la fecha, a pesar de las campañas realizadas para exhortar a la inscripción.

Lamentablemente, aun cuando sea a costa de la participación y de una democracia más sana, una vez más aquí se ha actuado con calculadora en mano.

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El Periodista