Pobreza, Maltrato y Status

tatianaTatiana Benavides

Directora World Vison Chile

A raíz de la conmemoración del Día Internacional contra el Trabajo Infantil, en que World Vision lanzó un impactante informe sobre tráfico humano en la cuenca del Mekong, no pude menos que acordarme de un estudio que hicimos en Chile hace algunos años.

En la zona de Lota, en el marco de nuestros esfuerzos para lograr que los niños siguieran sus estudios, clave para dejar la pobreza, tratamos de determinar las causas por la que niños y adolescentes abandonaban las aulas y así desarrollar mejores herramientas para reinsertarlos. Las causas parecían obvias: para trabajar. Y la necesidad de trabajar derivaba de la extrema necesidad.

El estudio nos iba a aclarar matices, modalidades, distribución por género, etc. Y allí vino lo inesperado. Niños cuyos padres tenían trabajo y podían mantenerlos. Niños modestos pero que no tenían carencias vitales. ¿Qué pasaba entonces? ¿Qué se escondía en esos hogares y no en otros? Un denominador común es que estos niños tenían notas muy bajas. Luego poco a poco, se fue descubriendo la causa misteriosa, la historia increíble. Frente a las malas notas de los niños, los padres, que a menudo tienen ellos mismos un bajísimo nivel educacional, en vez de ayudar al niño, se burlan de él, lo insultan y lo agreden.

El niño es rechazado, su fracaso comentado, su estatus disminuido dentro del grupo familiar. Se le aplican epítetos como tonto, flojo o inútil o cosas peores. En forma proporcional, el niño pierde su autoestima. Sin embargo, cuando este mismo niño entrega a su madre las monedas que puede ganar, por ejemplo, como propina por ayudar a acarrear compras en la feria, estas monedas lo redimen frente a su familia. Su estatus cambia. Ya no es un inútil y una carga. El es un miembro pleno de la familia, que aporta a la lucha por el diario vivir. Se siente aceptado y querido. Sin embargo hipoteca su porvenir por un poco de aceptación y cariño. Su meta no es el dinero que gana, sino el reconocimiento y el respeto. No se da cuenta, ni él ni sus padres, que así perpetúa la pobreza.

El bastión contra este enemigo del desarrollo es la escuela, los padres transformados, el apoyo de los patrocinadores y el personal especializado de World Vision.

1 comentario
  1. Juan Pablo Yanes dice

    En familias de extrema pobreza se dan los dos casos; tanto la necesidad de traer recursos monetarios al núcleo familiar (monoparental), como el deseo de ser aceptado ya que la carencia es doble: económica y afectiva , y si traes malas notas, peor aún, eres maltrado en tu casa y en el colegio.

    Juan Pablo

Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.

El Periodista